Por Andrés Esono Ondó. Secretario general de CPDS.
Me he informado de la noticia del fallecimiento de la menor Mauricia Nchama López, alumna del Centro Bisila de Bata, al intentar, según fuentes familiares, abortar, temerosa de que, a raíz de su estado, fuese expulsada del centro escolar y perdiese el curso académico.
Como no podía ser de otra manera, quiero empezar, a título propio y en nombre de CPDS, partido que represento, expresando mis condolencias a la familia de Mauricia, a sus compañeros y compañeras del colegio y a la comunidad estudiantil guineana en su conjunto por este lamentable desenlace.
La ley de Educación de Guinea Ecuatorial, reformada hace una década, prohíbe, efectivamente, la presencia de alumnas embarazadas en los centros educativos. Sin embargo, dicha prohibición no se hacía efectiva por falta de un instrumento de su aplicación, hasta que dicho instrumento se dispuso en el mes de julio del año pasado, en forma de Orden Ministerial promovida por el ministro de Educación y Ciencia, Jesús Engonga Ndong, como cortina de humo para esconder el fracaso de su departamento ministerial por el insólito 6% de alumnos que superaron la prueba de Selectividad en la convocatoria de junio de 2016. Dicha orden ministerial obliga a las estudiantes hacerse el test de embarazo para poder matricularse en los centros de Guinea Ecuatorial, y permite la expulsión del centro educativo a las alumnas embarazadas.
CPDS se opuso a dicha orden, y yo mismo, como Secretario General de este partido, dirigí un escrito, el 26 de septiembre, a la ministra de Asuntos Sociales e Igualdad de Género, con copias al ministro de Educación, al presidente de la Cámara de los Diputados, a la presidenta del Senado y al Defensor del Pueblo. Le pedía a la ministra de Asuntos Sociales e Igualdad de Género una reflexión sobre las implicaciones legales y sociales de la referida medida, y le exhortaba a intervenir, como responsable gubernamental en temas de igualdad entre los hombres y las mujeres, para que dicha medida fuera suprimida por su carácter discriminatorio, anticonstitucional y machista. También le hacía ver que esta medida tendría consecuencias nefastas a corto plazo, en forma de abortos provocados por las propias niñas que quisieran seguir estudiando pese a estar embarazadas, con riesgo seguro de muertes prematuras.
No recibí respuesta alguna por parte de ninguna de las instituciones a las que me había dirigido. A partir de la recepción de mi escrito, la ministra, por el contrario, se implicó activamente en la campaña de su Gobierno para explicar los motivos por los que se había tomado esa injusta y perversa medida.
Desgraciadamente, ha pasado lo que tenía que pasar, lo que sucede cuando los malos gobernantes desoyen las voces críticas y perseveran a conciencia en sus errores, seguros de que nadie les exigirá responsabilidad alguna por sus actos injustos.
Hoy llora la familia de Mauricia Nchama, muerta porque, queriendo seguir estudiando y prepararse para su futuro y el de su país, arriesgó su vida. También hoy se encuentra hospitalizada una alumna del colegio Santa Bibiana, de Malabo, por ingerir un líquido venenoso que creía apto para provocarle un aborto sin riegos para su vida (recemos por su pronta recuperación).Tanto la desaparición de Mauricia y la hospitalización de la estudiante de Santa Bibiana, así como cualquier otra desgracia que pueda acaecer como consecuencia de la aplicación de la Orden Ministerial del ministro Engonga Ndong, tienen unos responsables directos, con nombres y apellidos.
Ahora, no sirven de nada los lamentos si estos no van acompañados de acciones concretas. Pedimos a la sociedad guineana en su conjunto, sin distinción de color político, que se movilice. CPDS va a retomar la denuncia de estos lamentables hechos ante la opinión pública nacional e internacional, para que no vuelvan a producirse, e iniciará una campaña de recogida de firmas entre los estudiantes y población en general, para exigir la abolición inmediata de una medida tan humillante y desastrosa para todos, incluso siendo conscientes de que las dictaduras nunca rectifican cuando se han embarcado en su dinámica de arbitrariedades y sinrazones.
Descansa en paz, Mauricia.
A modo de apoyar lo dicho por Don Andrés Esono sobre las causas de la muerte de la que vida DE llamaba Mauricia y hoy muerte por la incapacidad de gestión de una administración inútil, quiero empezar por mis condolencias hacia las familias de la cuñada y que les doy poco mi apoyo y solidaridad. Es difícil contrarestar acciones descabelladas de un grupo de personas que trabajan como autómatas teledirigidos por un control remoto (mando a distancia), manejado por un loco (OBIANG ), no sé si se han preguntado alguna vez, qué consecuencias negativas y perjudiciales podría sufrir la población por esos erores premeritados, se han mirado el castigado que le correspondería a la otra parte? Se supone que debe de cuidarse también el hombre la envarace, no, no han mirado en eso por que, el mismo Ministro, el mismo Presidente de la Republica es el que la ha embarazado. No podemos continuar así ni un día más, no podemos vivir así con lamentaciones toda la vida, hay que hacer algo tendente a acabar con ésta situación.
Un crimen de los tantos en Guinea