
La policía de Malabo se desmadra en sus redadas contra extranjeros
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La última semana se caracteriza por los controles llevados a cabo por la policía, que de día inspecciona taxis y vehículos privados en busca de extranjeros indocumentados. De noche, empieza la gran pesadilla. Por ejemplo, esta misma tarde, llegaron a la carpintería de un nigeriano de nombre Dany, situada en el barrio de Fortuny. Tras exigirle la documentación, no se sabe si se la entregó o no, pero lo cierto es que empezaron a desmontarle las máquinas de su taller, depositándolas en el vehículo policial, mientras Dany exclamaba: “¡Así no, así no, así no!”. No le hicieron ni caso y arrancaron el coche oficial llevándose el botín.
Esta misma noche, hace una hora, los hombres de Nguema Obiang han actuado también en el mismo barrio de Fortuny. La víctima ha sido una mujer de nacionalidad camerunesa, de entre 45 y 50 años de edad. Esa señora llegaba a la acera donde, todas las noches, vende pescado a la brasa, y ahora llevaba dos palanganas llenas de pescado ya condimentado, listo para poner sobre el fuego. Acto seguido, aparecieron dos policías que, por lo visto, la estaban esperando porque sabían a qué hora suele empezar su trabajo. Al pedirle la documentación, dijo que se la había dejado en casa por miedo a que se la quiten, y les pidió ir a recogerla; los policías no le han dado ninguna opción y la han detenido, arrastrándola hasta el vehículo policial, sin hacer caso de sus ruegos y sollozos. Finalmente, les pidió que, al menos, le permitieran dejar el pescado en su casa, a lo que los policías dijeron a los ahí presentes: “¡El pescado es vuestro!”. Unos tres gamberros del barrio, insolidarios como ellos, se abalanzaron sobre el pescado llevándoselo a sus casas. Hasta este nivel de miseria humana han llegado algunos guineanos. Nadie dijo nada, salvo otra camerunesa que gritaba: “¡lo que pasa en Guinea es de vergüenza, en ningún otro país se trata así a los extranjeros!”
Es el país dirigido por el “panafricanista” Obiang. Los guineanos ignoran lo que les espera a la vuelta de la esquina: el regreso a Gabón y a Camerún en busca de trabajo.
Fuente : Comunicaciones CPDS