En la Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang Nguema la oposición es capaz de todo: concurrir sin esperanzas de ser políticamente decisivos, boicotear las legislativas y locales del próximo 12 de noviembre, e incluso acompañar al partido gobernante en sus listas.
Los opositores compiten tan divididos y en condiciones de tamaña desigualdad que los hay que concurren en el bando ganador, el del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), fundado en 1987 como partido único, y que puede presumir hasta de la llegada de un barco procedente de Tailandia cargado de material electoral.
Por supuesto, las efigies estampadas de los atuendos tradicionales africanos de campaña serán las de los representantes del régimen que, con música y el balele de guardia, corearán las consignas tópicas de apoyo a «Papá Obiang«.
Y quién mejor que su hijo, popularmente conocido como «Teodorín», para exhibir su dominio al acudir como director de campaña a supervisar la recepción del material y su distribución, apenas tres días después de ser condenado en Francia.
Tampoco la oposición guineana es unánime en la interpretación de las repercusiones políticas de la sentencia suspendida de tres años de cárcel, pues unos sostienen que le inhabilita políticamente y otros que no ha cambiado nada.
En medio de las dificultades para hacer campaña, el líder del socialdemócrata CPDS, Andrés Esono, emprendió esta semana en Madrid una gira para recabar apoyos políticos, celebró encuentros con responsables de Podemos y UGT y se entrevistó con el secretario de organización del PSOE, José Luis Abalos, entre otros.
Las redes sociales como Facebook, explicó a Efe el secretario general de Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS), han sido bloqueadas por el régimen y sospecha que con la ayuda de alguno de los más añejos aliados diplomáticos del régimen.
CPDS, que concurre en la coalición «Juntos Podemos», formada con la Unión de Centro Derecha (UCD), encabezada por Avelino Mocache, lamenta el acaparamiento, como es habitual, de los medios de comunicación estatales y los recursos del Gobierno para publicitar la campaña del PDGE y soslayar a sus oponentes.
Descartados otros observadores imparciales que no sean los de la Unión Africana por la negativa del Gobierno de Obiang a permitir la presencia de otras misiones de observación o prensa internacional, la oposición que concurre centra en el censo y la votación las principales advertencias de fraude.
Luego llegará el recuento.
Como es norma, explica Esono, al llegar a los colegios electorales los votantes deben encontrar en la mesa todas las papeletas, llevarse a la cabina una de cada candidatura y meter la de su elección en el sobre.
Lamentablemente, continúa Esono, el PDGE dice que sus militantes están obligados a tomar una sola papeleta con lo que quienes se arriesguen a llevar a la cabina todas las papeletas se significan y corren el riesgo de represalias, entre ellas perder su trabajo los que lo tienen.
Más allá de los escasos 45.000 euros, que magnánimamente ha tenido a bien entregar esta vez a los partidos el hoy más longevo mandatario de África, según quejas opositoras, el censo es el otro gran caballo de batalla.
Y es difícil que nadie renuncie a inscribir a todos los miembros de la familia, niños incluidos, pues las ayudas llegarán después por el número de inscritos, remata Esono, un estudiante en España cuando Obiang hizo su primer experimento electoral el 25 de junio de 1989 y se presentó como candidato único a las presidenciales.
En Malabo, catorce fuerzas políticas suscribieron el acuerdo con el gubernamental PDGE, no sólo para esta campaña sino para ir juntos cinco años, «convenio» que el Gobierno dice haber firmado con los «partidos de oposición democrática«.
Desde Madrid, los partidos de la oposición en el exilio Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko (MAIB) y Unión Popular (UP) denuncian la impunidad en la que vive instalada la familia de Obiang.
El líder del MAIB, Weja Chicampo, y el de Unión Popular, Celestino Okenve, califican la convocatoria de «fraude» e invitan a los electores a no acudir a los actos electorales y permanecer en sus casas en la jornada de votación.
Y precisamente hoy, el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha hecho público el agradecimiento del Gobierno de España a Malabo por «su apoyo contra la declaración en contra de la declaración unilateral de Cataluña».
Tal vez otra baza electoral.
EFE