Obiang se burla de la justicia al volante de uno de sus bólidos

SORPRESA. La justicia suiza había confiscado su Koenigsegg. A través de las redes sociales, el vicepresidente de Guinea Ecuatorial demostró que lo había recuperado.

Por Ian Hamel, desde Ginebra

En octubre de 2019, Le Point Afrique publicaba: «Vendidos en una subasta, ¿se han escapado realmente los coches de Teodorin de los Obiang?» No hacía falta ser un gran adivino para imaginar que Teodoro Nguema Obiang Mangue, apodado Teodorin, vicepresidente de Guinea Ecuatorial, encontraría la manera de recuperar los veinticinco coches confiscados por la justicia suiza. Entre esos coches: un Lamborghini Veneno, un Bugatti Veyron, tres Rolls-Royce, varios Ferraris, un Maserati, un Porsche, un McLaren y un Koenigsegg. El nombre viene de un fabricante sueco especializado en modelos deportivos de alta gama, de los cuales se producen una docena más o menos. Originalmente, Teodorin Obiang era sospechoso por los magistrados de Ginebra de blanqueo de dinero y gestión injusta de los intereses públicos. Sin embargo, oficialmente, los veinticinco vehículos no pertenecían al hijo del presidente, sino al estado de Guinea Ecuatorial. Aunque Teodorin fue el único que se benefició de ellos en las orillas del lago Lemán.

La falsa nariz del Obiang
El poder judicial se vio finalmente obligado a cerrar el caso en febrero de 2019. Sin embargo, para respetar un mínimo de moralidad, el tribunal confiscó los coches y decidió venderlos en subasta. El producto de la venta se iba a donar a un «programa social» en Guinea Ecuatorial. El 29 de septiembre de 2019, esta «venta» aportó 23,4 millones de francos suizos (21 millones de euros). Entre los fanáticos de los autos hermosos, un hombre alemán de treinta años. Sólo él comprará 13 de los 25 coches, incluyendo el Lamborghini Veneno por 7,5 millones de euros y el Koenigsegg por 3,6 millones de euros. Para la prensa suiza, no hay duda de que este joven alemán con barba es la nariz falsa de Teodorin.

Un corte de mangas a la justicia suiza
El diario Le Temps de Lausanne comienza a rastrear vehículos. El 3 de diciembre de 2019, embarcarán en el aeropuerto de Kloten en Zurich a bordo de la compañía luxemburguesa Cargolux Airlines International, con destino a Dubai. El misterio no durará mucho tiempo. El 22 de febrero, Teodorin Obiang publicó en su cuenta de Instagram fotos que lo mostraban al volante del Koenigsegg en las calles de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. Un coche azul y negro con un interior de cuero beige. «¿Aparecerán también los otros 12 vehículos en la cuenta del Vicepresidente Obiang?«, pregunta el periódico suizo, que habla de un «tornillo de mariposa» en dirección a la justicia del cantón de Ginebra. Mientras tanto, al hijo del presidente le han entregado otro «juguete» en Malabo: un Pagani Roadster por 2 millones de euros?

Una mansión con 101 habitaciones
Al parecer, la multa de 30 millones de euros que acaba de imponerle el Tribunal de Apelación de París no parece afectar al ex Ministro de Agricultura y Silvicultura de Guinea Ecuatorial, cuyo salario oficial no supera los 10.000 euros mensuales. En octubre de 2017, en el juicio denominado «bienes mal adquiridos», Teodorin ya había sido condenado a tres años de prisión con suspensión de la pena y a una multa de 30 millones de euros con suspensión de la pena. El 10 de febrero de 2020, el vicepresidente apeló contra la misma pena de prisión por «blanqueo de uso indebido de bienes corporativos«, «blanqueo de malversación de fondos públicos» y «blanqueo de abuso de confianza«. Pero esta vez tendrá que pagar la multa de 30 millones de euros. La fiscalía había solicitado 4 años de prisión con una orden de arresto. Además, se confiscaron todos los bienes incautados en Francia, incluida una mansión de 101 habitaciones en la Avenida Foch de París y 18 automóviles de lujo. Esta vez, incluso con la ayuda de un nominado, Teodorin tendrá dificultades para recuperar sus otros «juguetes«.

Le Point.fr

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Un comentario

  1. Esta noticia está mal redactada.

    Yo habría puesto:

    Teodoro Jr, el ladron, se la mete doblada a los “pobres metales” de su padre al dejarles claro que son “pobres mentales” precisamente porque él es hijo de su padre. Así que se pueden joder si quisieran olvidarse del porqué él es el único que puede robarles sin que nadie le diga nada.

    También les ha dado por culo a los “pobres mentales” de la oposición que pudieron “celebrar” que Suiza pudiera albergar algún tipo de sistema judicial “con ganarías reales”.

    También parece haberle dado por culo a su propio Padre.

    Ahora nos queda ver si la justicia francesa es tan debil y manipulable como la Suiza.

    O peor, que los franceses sean tan “pobres mentales” en su sistema judicial como lo es la justicia en GE que no existe. O la Suiza que sí existe. Pero es débil y plagada de “corruptos pobres mentales”.

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