El hijo tonto del dictador y su más que probable sucesor en los próximos meses, según las últimas deliberaciones de la reunión mantenida en Mongomo a finales del año pasado, acusado de saquear su país y robar más de 100 millones de dólares, goza de una vida fuera y dentro del feudo de su padre que ningún otro ser viviente puede soñar siendo de este mismo país.
Según la fiscalía francesa, Obiang robó casi 110 millones de euros entre 2004 y 2011, cuando era ministro de Agricultura de su padre, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, al mando de Guinea Ecuatorial desde 1979.
El ministerio de Agricultura dio a Nguema el control sobre la lucrativa industria de la madera. Según los fiscales, los ingresos del impuesto fijado a la venta de la madera fueron transferidos a la cuenta personal de Teodorín Obiang.