El respaldo público del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, al general Brice Oligui Nguema, actual presidente de la transición en Gabón tras el golpe de Estado contra Ali Bongo, ha despertado una ola de indignación entre sectores de la sociedad gabonesa. Para muchos, esta postura no solo representa una injerencia en los asuntos internos del país vecino, sino que también reaviva antiguas tensiones históricas entre ambos Estados.
A través de una publicación en redes sociales, diversos ciudadanos gaboneses han expresado su rechazo a la posición de Obiang Nguema, calificándola de «inaceptable y nunca aceptada». Argumentan que su respaldo a Oligui Nguema confirma que este último actúa en contra de los intereses nacionales de Gabón y que su ascenso al poder podría facilitar una mayor influencia de Guinea Ecuatorial en el país.

La polémica se ha intensificado tras unas recientes declaraciones de Teodoro Obiang durante una ceremonia en la ciudad de Ebibeyin, donde se cerraba un acuerdo de electrificación entre Gabón y Guinea Ecuatorial el 22 de febrero de 2025. En su discurso, el tirano de Malabo instó a los gaboneses a considerar a Oligui Nguema como «un hombre excepcional» y a aprovechar la oportunidad de tenerlo como presidente. Estas palabras han desatado un aluvión de críticas en redes sociales.
Tensiones históricas y sospechas de un plan expansionista
Uno de los puntos más delicados que se mencionan en la discusión es la reivindicación territorial que, según los denunciantes, ha existido desde la época del Presidente Francisco Macías Nguema. Se recuerda que Macías, reclamó ciertas islas gabonesas en la década de 1970, avivando conflictos fronterizos entre ambos países. Cabe destacar que estas islas son históricamente guineoecuatorianas, pero han sido usurpadas por Gabón, que mantiene un destacamento militar en ellas.
A esto se suma otro elemento clave: el origen del propio Brice Oligui Nguema. Se alega que su padre fue un guineano que huyó del régimen de Macías, como lo hicieron otros miembros de la comunidad fang Essangui en la zona de las tres fronteras (Gabón-Guinea Ecuatorial-Camerún). Para algunos gaboneses, esto refuerza la idea de una «maniobra» en la que ciertos sectores estarían facilitando la cesión de territorio gabonés a actores externos, comparando la situación con la supuesta injerencia de Ruanda en la República Democrática del Congo.
Es importante recordar que, tras el golpe de Estado de Oligui Nguema, Malabo inicialmente se posicionó en contra de este, manifestándolo a través de numerosos tuits del vicepresidente de su padre, «Teddy» Nguema Obiang Mangue. Además, el padre de Oligui Nguema avaló la decisión de expulsar a Gabón de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC). Por ello, resulta sorprendente que ahora el régimen de Obiang haya decidido apoyar públicamente al golpista gabonés.
El rechazo de la sociedad gabonesa a la postura de Teodoro Obiang también se enmarca en una narrativa que ve a Guinea Ecuatorial como un país en crisis política, económica y social. Algunos comentaristas han ironizado con la idea de que, a la muerte de Obiang, su país quedará en manos de su hijo Teodoro Nguema Obiang Mangue, al que consideran «peor que su padre». En ese contexto, expresan su temor de que haya un intento de «gran reemplazo» en Gabón, donde los guineanos Essangui puedan ganar cada vez más influencia.
Este rechazo se expresa con contundencia: «Los bantúes de Gabón no tienen ninguna intención de dejarse absorber por los sangrientos essangui, aunque sean guineoecuatorianos«.
Las acusaciones de injerencia por parte de Guinea Ecuatorial en los asuntos gaboneses no son nuevas, pero resurgen con fuerza en el actual contexto político. La transición en Gabón, liderada por Oligui Nguema, ha generado tensiones tanto dentro como fuera del país, y el respaldo de Teodoro Obiang no hace sino avivar sospechas y temores entre sectores de la sociedad gabonesa.
La estabilidad de la región está en juego….
Affair à suivre