La sesión de hoy del macroproceso de Mongomo, destinada a la “fase probatoria”, ha permitido comprobar, una vez más, la arbitrariedad y la banalidad del comportamiento de las autoridades guineanas.
Han comparecido el Comisario de policía y el Delegado de Aconibe quienes, al impedir el mitin y la caravana previa que había organizado el partido CI, dieron lugar a los incidentes del 5 de noviembre, los más graves de la campaña de las elecciones legislativas y municipales.
De una manera general, el comisario ha querido explicar su comportamiento basándose en “órdenes recibidas”, fundamentalmente del Delegado, pero también de otras instancias. Según él, la prohibición de los actos de CI se hizo siguiendo instrucciones del Ministerio del Interior y, más en concreto, poniendo en práctica la sentencia judicial que inhabilitaba políticamente a Gabriel Nsé Obiang.
Los abogados defensores le han preguntado por qué el partido de Gabriel Nsé había podido hacer campaña por todo el país y se le planteaban problemas precisamente en Aconibe y más exactamente en el poblado del que es natural. Han recordado al comisario el carácter de las elecciones (municipales y legislativas) a las que no concurría como candidato el señor Nsé Obiang y que la utilización de fotografías suyas dentro de la propaganda electoral no podía en ningún caso ser considerada delito.
Le han preguntado también si podía identificar entre los acusados a las personas que (en teoría) le habían agredido, a lo que ha respondido intentando entregar al tribunal una relación escrita (que llevaba preparada y que no había aportado en su día al sumario) de veinte personas (hombres y mujeres). En esa relación aparece la Secretaria General de CI, María Jesús Mene Bopaboté. Preguntado por qué aparece la señora Mene Bopaboté en esa lista dijo por toda explicación que, el día 5 de noviembre, “había aparcado su coche detrás del suyo”. Al insistirle si tenía alguna prueba de que esta señora le hubiera agredido, no ha dado respuesta alguna.
Sobre las heridas que sufrió figuraba en el sumario un certificado médico en el que se dice que hubo que aplicarle “cuatro puntos”, lo que parece desmentir el carácter grave que quiso atribuirle desde un primer momento la propaganda del régimen.
A lo largo de su interrogatorio ha quedado de manifiesto que las personas que lo desarmaron e inmovilizaron (algunas de las cuales están entre los detenidos) no actuaron con intención de agredirle, sino para impedir que fuera él quien les agrediera. Como es sabido, los incidentes más graves se produjeron cuando el comisario golpeó con la culata de su pistola a uno de los manifestantes, que cayó al suelo ensangrentado e inconsciente. Otros manifestantes le arrebataron la pistola, con la que había hecho un par de disparos al aire y un fusil que había cogido después…
Preguntado si, una vez curado de sus heridas, participó en las torturas que les fueron aplicadas a los detenidos de Aconibe, respondió varias veces diciendo: “No me consta”. Respecto al papel jugado por algunos de sus ayudantes en esas mismas torturas, insistió en que “tampoco le constaba”.
No supo responder a las preguntas sobre porqué no hubo detenciones el mismo día 5 o en días inmediatamente posteriores. Ni pudo contradecir las argumentaciones de la defensa que relacionan esas detenciones con los intentos de modificar las actas electorales de Aconibe una vez que las autoridades comprobaron que en muchas de ellas la victoria electoral correspondía a CI.
El Delegado ha repetido en su comparecencia muchas de las respuestas del Comisario, en especial las que se refieren a su obligación de “ejecutar la sentencia de la Audiencia Provincial de Malabo” relativa a la inhabilitación política de Gabriel Nsé Obiang.
Según varios de los presentes en la sesión, el Delegado ha acudido a testificar “sin tener pleno control de sus facultades”…
En cualquier caso, el Delegado negó estar informado de los malos tratos de los que habían sido víctima la inmensa mayoría de los detenidos en su jurisdicción pese a que poco antes había afirmado que estaba al tanto de “todo lo que pasa en Aconibe”.
La sesión de mañana será la última y en ella, la fiscalía deberá elevar a definitivas sus conclusiones o modificarlas. Las defensas van a pedir la libre absolución de todos los encausados dado que consideran que nada concreto, para ninguno de ellos, ha podido demostrarse en la “fase probatoria” a la que hemos asistido hoy.
Fuente : Asodegue2ªetapa
PDGE, Obiang Nguema y su familia son parte y juez en el injusto proceso de Mongomo; si la comunidad internacional no actua al respecto, esos indefensos ecuatoguineanos, al igual que la admiraba y valiente esposa de D. Gabriel Nzé Obiang, terminarán en Black Beach bajo la suerte de estos asesinos, donde, a parte de tener que privarles injustamente la libertad, les proveerán peor alimentación para que se enfermen, les negarán la asistencia médica, podrían envenenar a algunos de ellos como la señora del líder, entre otros, los estarían maltratando moral, física y psicológicamente durante el tiempo que estén ahí.
Que todas las embajadas de los países democráticos instaladas en Guinea Ecuatorial, la O.N.U., CPLP, U.A., UE, etc., presionen al malvado regimen de Malabo para que ponga en libertad incondicional a esos ecuatoguineanos, POR FAVOR.