Del único país hispanoparlante de África el artista se presenta este jueves en la sala de Teatro Azul.
La programación Azulado de Teatro Azul tendrá este jueves a las 7:30 p. m. la función de la obra El percusionista, del actor, músico y dramaturgo de Guinea Ecuatorial Gorsy Edú. Se trata de una obra de teatro unipersonal interactiva, donde el público desempeña un papel importante y viaja con los personajes, conociendo a través del teatro, la música y la danza, sus historias y su visión de la vida.
LA CRÓNICA tuvo la posibilidad de hablar con Gorsy antes de su presentación de mañana en la noche en la sala de Teatro Azul de la capital quindiana.
En contexto: El Percursionista de Gorsy Edú este jueves en Teatro Azul
Gorsy, háblenos acerca de usted
Nací en Guinea Ecuatorial, en el seno de una familia de artistas, mi infancia transcurrió envuelto en sabidurías ancestrales de mi tierra. Me formé en la escuela de Arte Dramático de Cantabria en España; he trabajado con directores de teatro de este país como Juan Carlos Pérez de La Fuente, Alfonso Zurro, Antonio Mercero, Román Calleja, Hassane Kouyaté y Santiago Sánchez. Fui protagonista de los largometrajes ‘Querida Bamako’ y la ‘Causa de Kripán’ de Omer Oke.
Desde el año 2008 he focalizado mis esfuerzos en promover y difundir el bagaje cultural de Guinea Ecuatorial, el único país hispano-parlante de África, desarrollando una actividad ininterrumpida con diversas propuestas artísticas y pedagógicas en Guinea Ecuatorial, España y América Latina.
¿Cuál es la historia que relata la obra El percusionista?
La historia del espectáculo está resumida en la siguiente sinopsis: Un anciano músico instruye a su nieto, a través de la música le trasmite sabidurías y filosofías ancestrales, el tiempo trascurre en la aldea con el muchacho inmerso en sus tradiciones. Cumpliendo con el dicho africano “los días que hacen crecer a los niños son los mismos que envejecen a los ancianos”, el abuelo cae enfermo y como consecuencia de su vejez comienza a perder la visión. El afán por curarlo hace que el muchacho tome la decisión de dejar la aldea y emigrar a las grandes ciudades en busca del remedio. El muchacho parte hacia Europa –Sí beyeng- un mundo para él desconocido, llevando consigo únicamente el saber de su pueblo encerrado en las melodías y ritmos ancestrales.
Usted también fue dramaturgo, ¿cómo fue ese proceso de creación?
La obra El percusionista nació desde la ilusión de dar a conocer a Guinea Ecuatorial, el único país hispano parlante de África; quería compartir las filosofías ancestrales de mi tierra y reflejar una realidad evidente en todo el mundo, el fenómeno de la emigración, en el sentido más amplio de la palabra. En el proceso de creación me inspiré en los grandes artistas de nuestra tradición oral, donde el eje central de la dramaturgia eran las técnicas esenciales de los Bebum Nvet (tocadores del arpa fang), grandes trovadores que narran epopeyas ancestrales. El montaje del espectáculo se fue construyendo utilizando los recursos artísticos esenciales de nuestra tradición africana: música, danza y la palabra rítmica.
¿Cómo nos puede describir esta puesta en escena?
El empleo de los instrumentos tradicionales en escena adquiere mayor relevancia, ya que pasan a formar parte de los personajes de la obra teatral; cada instrumento adquiere una personalidad dentro del juego artístico. Durante la creación de la obra hubo un periodo de investigación en el que hice un trabajo de recopilación de datos concernientes a nuestras filosofías ancestrales: proverbios, juegos infantiles, acertijos, letanías, dogmas, etc, que constituyen la esencia de nuestra cosmovisión. La puesta en escena está concebida desde el anhelo de viajar con el espectador a través de los sentidos.
Usted ha recorrido el mundo compartiendo el espíritu de África con diversos públicos, ¿cómo ha sido esa experiencia?
En los nueve años de vida del espectáculo me he presentado en 3 continentes: África, Europa y América, lo que más me ha sorprendido y me ha hecho bien al alma es que la reacciones del público son iguales en todos los lugares. Estas reflejan la universalidad de los mensajes de la obra, teniendo como motor esencial la música, que como dicen nuestros ancestros, es el lenguaje de los dioses. El público se identifica con los personajes y siente mucha empatía con las situaciones que transcurren en El percusionista. Las relaciones humanas son similares en todas partes, por lo que los espectadores encuentran familiar tanto la relación entrañable del abuelo y el nieto, como la propia realidad del fenómeno de la emigración, pues el público en algún momento de su vida ha experimentado una situación parecida, despertando en ocasiones en ellos un cúmulo de sentimientos y emociones.
¿Usted invita al público a interactuar con la puesta en escena?
Sí, en esta obra el público desempeña un papel importante. Los espectadores viajarán con los protagonistas, compartiendo sus canciones, su música y su filosofía de vida a través de un excelente juego artístico que los involucra en un universo lleno de ensoñación y magia.
¿Cuál es la invitación para que los quindianos no se pierdan la función de mañana?
Con la ilusión de seguir compartiendo las filosofías ancestrales de mi tierra, invito a todos los quindianos a que no se pierdan la función de El percusionista mañana en el Teatro Azul. Se encontrarán con un espectáculo apasionante, lleno de ritmo y poesía, y según la opinión de miles de espectadores, El percusionista es mucho más que una obra de teatro, es una experiencia muy gratificante.
Germán Rojas Arias
LA CRÓNICA