Después de Obiang

Por Fco ELÁ ABEME

¡DEMOCRACIA! Compatriotas, que Obiang fracase o haya fracasado, no es el drama. Que fracase todo un Pueblo y que quede como si no hubiese pasado y existido, sí es un drama. Y de los grandes.

Por eso defiendo ahora –lo he hecho suemore– que el binomio Obiang-Pueblo debe ayudarse recíprocamente. Me explico:

Obiang –lo que no tiene de tonto le sobra de malicia– ha llegado a un un punto en el que ya no sabe cómo resolver la situación que tiene delante. No sabe cómo resolver su sucesión.No sabe cómo, a quién o quienes confiar el futuro de Guinea. Pero no solo de Guinea, sino de su propia familia y fortuna.

Por propia voluntad y por no atender sino a la vocecita de su mala conciencia, Obiang se ha dado cuenta –muy tarde– que está rodeado por el vacío. Por un abismo insondable e insalvable.

Obiang es consciente de que, a diferencia de otros tiranos. –lo que también es frecuente– no ha creado una obra que le pueda trascender. Obiang alberga serias dudas, incluso, de que su propia familia le pueda trascender, porque ha criado a demasiados monstruos a su alrededor.

Monstruos a los que ha cebado a conciencia, cuando creía que, con ellos, dañaba a los demás, cuando estaba convencido de que, con ellos, sólo dañaba al Pueblo. Pero, ahora, se ha dado cuenta de que tiraba piedras contra su propio tejado de cristal.

Ahora ha echado mano, ¡maldita memoria!, de lo que siempre le he repetido : los tiranos lo saben hacer todo, menos su propio testamento.

Y es aquí donde siento yo el «leiv motiv» de mi reflexión. El otro día decía yo, también aquí, que, de todos los consejos que le he dado a Obiang sólo me ha atendido uno. Y ni creo que le fuera mal. Por lo que le pido que atienda éste. O, por lo menos, antes de rechazarlo, que reflexione sobre el mismo.

Ahora que la margarita se le ha quedado sin pétalos, que no la siga deshojando. Ya nada puede iluminarle. No sé si es Dios o el Demonio, pero sé que uno de los dos «ciega a quienes quiere perder«.

En en estos momentos, en esta encrucijada, ni esposa ni hermanos ni suegras ni primos ni hijos, amigo Obiang.Ahora no le puede ayudar a decidir ni la familia ni los amigos. Sólo le puede ayudar el PUEBLO.

Pero, para que el Pueblo guineano le ayude, debe ser usted el primero que ayude al Pueblo.

Después de usted, solo cabe el PUEBLO. Y al Pueblo guineano le interesa saber si usted, alguna vez, y durando su largo periodo de » mandamás», ha pensado en ÉL. En el Pueblo guineano.

Si es así, si alguna vez usted ha sabido que está al servicio del Pueblo –no que se haya servido del Pueblo, que eso el Pueblo ya lo sabe de sobras– , no lo dude: PIDE EL APOYO DEL PUEBLO GUINEANO, frente a su familia y sus amigos.

Tenga la plena conciencia de que, después de usted, solo cabe la única posibilidad: que el Pueblo se diré de sus instituciones democráticas. Lo contrario, solo garantiza que no le deje en paz ni en la tumba.Obiang, debe usted tener presente que, mientras su familia y amigos están con las navajas abiertas esperando los mondongos de su régimen, el Pueblo vive en vilo, pensando en su futuro.

Nadie de los que le rodean le va a dar una solución. Desenvaine la espada de la decisión y el valor, y corta el » nudo gordiano». Pero lo tiene que hacer ya. Porque ni usted tiene el tiempo ni el Pueblo la paciencia.

Aunque usted no lo crea, su régimen ha dado el crisol en el que se ha ido madurando nuestro Pueblo. Nuestro Pueblo ya es maduro. Y tiene ganas de hacer cosas. Tiene ganas de hablar y labrar su futuro. Nuestro Pueblo está preparado.

Tiene gente preparada. Sólo tiene que preguntarle qué es lo que quiere.Sé que esta decisión le cuesta. Sé que usted piensa que esa decisión va a laminar su «obra«.

No. Los únicos que pueden acabar con su » obra » son su familia y sus amigos.

Le aseguró que: si usted respeta al Pueblo, el Pueblo le va a respetar. Si usted ayuda al Pueblo, el Pueblo le va a ayudar.

De una vez por todas, aunque no sirva de precedente, aunque le cueste el enfado de su familia, esta vez CONDUZCA USTED. NO SE DEJE CONDUCIR.

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