
Camerún convoca al embajador de Teodoro Obiang, Armando Kote, un prófugo de la justicia implicado en oscuros escándalos
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La paciencia de Camerún llegó a su límite. Según se ha podido leer en el rotativo Le Bled Parle citando fuentes de MINREX, el Ministerio de Relaciones Exteriores convocó este viernes al embajador de Guinea Ecuatorial, Armando Kote Echuaca, tras la expulsión masiva y arbitraria de ciudadanos cameruneses de territorio guineano.
La operación de deportación, ejecutada el 21 de abril sin aviso previo a las autoridades diplomáticas camerunesas, fue recibida como una provocación abierta y una violación flagrante de los compromisos de libre circulación en el seno de la CEMAC y la CEEAC.
Armando Kote no es un diplomático cualquiera. Acumula un historial vergonzoso: prófugo de la justicia española por delitos de pederastia cometidos durante su paso como tercer secretario en Madrid, rechazado posteriormente como embajador en Angola,país que no quiso avalar su acreditación, y ahora, inexplicablemente, representante del régimen en Camerún.
Pero los escándalos de Kote no se limitan a Europa. En círculos diplomáticos se le señala como el responsable directo del envenenamiento de un ciudadano chadiano que reclamaba cinco millones de dólares al régimen de Malabo, como «recompensa» por su supuesta participación en el desmantelamiento de la falsa intentona golpista de 2017. El chadiano, que había amenazado con revelar información comprometedora si no recibía el pago, terminó muerto en circunstancias sospechosas, y todos los indicios apuntan al embajador, horas después de haber almorzados juntos.
Durante la reunión en Yaoundé, el ministro camerunés S.E. Mbella Mbella exigió explicaciones y propuso consultas consulares urgentes para evitar una mayor degradación de las relaciones bilaterales.
Por su parte, Kote Echuaca, cuyo expediente personal lo descalifica como representante de cualquier país digno, ofreció disculpas de compromiso, en un intento desesperado por contener el escándalo.
Una vez más, el régimen de Teodoro Obiang muestra su desprecio por los mínimos estándares diplomáticos, eligiendo como emisarios internacionales a prófugos de la justicia y ejecutores de operaciones sucias.