La Euforia con la que se recibió el nombramiento de Rodolfo Bodipo como segundo entrenador de la selección nacional de fútbol de Guinea Ecuatorial,se está diluyendo con el paso del tiempo y se instala la desilusión en el aficionado.
La primera convocatoria de la era Bodido como segundo a bordo de Casto Noppo, habiéndo sido él ,el firmante de la misma, está decepcionando a propios y extraños.
Hace bien poco Bodipo era aplaudido, por casi toda la población, por hacer lo que ninguno de sus antecesores había llegado hacer que es, ir a los puntos más recónditos del país para buscar jóvenes talentos. Era visto como quien traía de nuevo un Nzalang auténticamente “Nacional”, con jóvenes oriundos del país plagando el combinado nacional. Pero, no. No ha se ha dado el caso con la primera convocatoria de la era Bodipo. Incurriendo pues, como otros en el resultado.
“Rodolfo Bodipo , es un resultadista”. Le importa más ganar , aun con extraterrestres nacionalizados.
La ilusión con Bodipo esta en que, aun siendo segundo de un corrupto Casto Noppo, impondría su saber hacer y estar, su carácter así como la experiencia adquirida en la prestigios liga de las estrellas, Liga española, como profesional.
Ganar partidos amistoso u oficiales no debería primar con el nuevo cuadro técnico a corto plazo, sino el tener y formar un grupo de jóvenes con el cúal trabajar para mediano y largo plazo.
Da ilusión convocar a un joven de 17 años, de los hermanos Obama, formado en las divisiones inferiores de El Atlético Madrid, pero cae como un jaro de agua fría para el aficionado de Nzalang Nacional traer para la misma convocatoria unos nacionalizados como el brasileño, Diouzer, el colombiano Bermudez y al hispano caboverdiano, Rui.
Bodipo ha decepcionado; pueden ganar o perder, pero desde ahora, la desilusión va abriendo camino y se teme que, se instale definitivamente.