¿Y por qué no dicen nada?: La vocación de perpetuarse

Por: Fernando ABAGA EDJANG, (Simple Ciudadano de a  Pie, expresándose estrictamente a título personal)

Voy a empezar esta segunda entrega con un comentario que ha hecho un ciudadano a la primera entrega de esta trilogía y que se ha identificado como SIMA.  Se trata de un comentario interesante y elocuente, que copio y pego a continuación:

Muchísimas gracias ABAHA EDU por recordarnos algunas verdades de los tiempos atras, no sabia que aún hay gentes como ud.en nuestro querido país, esta es una buena historia qué bueno es poner esto en un libro donde generaciones lo pueden leer. Pero la forma que lo enfoque no es la mas adecuada, estoy seguro de la misma forma que no conoces quien es Obiang es lo mismo que te paso con Macias, no todos los que trabajan en el régimen de Obiang cometen maldades con su propia consentimiento, de igual el gobierno de Macias. Muchos ordenes algunos verbales, y otros con amenazas de muerte, tu estas exiliado o no pero no estás en el pais ni sufres lo que aquél que tiene familia lo pasa y no tiene otra salida a mas que aguantar. ABAHA estas sembrando el odio, rencor y re sentimiento. con esto no llagamos a nada, Dos personas pueden vivir, comer, juntar etc. juntos sin acuerdo.

El objetivo por ahora es TEODORO OBIANG NGUEMA, y si tu llagas a perseguir estos dos pájaros alavés te quedaras como un LORO. Ej. de la P.O.C que no siquieron el mismo objetivo, y el escudo de nuestra BANDERA su lema es UNIDAD PAZ JUSTICIA esto si estos asesinos no lo practicaron en su día, pues que tu lo empieza a poner en marcha para recordar a nuestros HEROES por lo ultimo sé por que estos asesinos no responden lo que tu quieres escuchar.que Dios le cuide y que te bendiga.

 

En primer lugar, quiero recordar a SIMA que no podemos cambiar el pasado.  Este pasado constituye nuestra historia.  La historia la hacen los hombres y las mujeres.  Aunque no se escribiera, se pasaría de generación en generación en forma de testimonio oral.  Intentar ocultarla debajo de la alfombra y pretender que nada ocurrió es cobarde.  Quiero recordar a SIMA que la aportación más importante que ha hecho Francia a la historia universal es la archiconocida Revolucion Francesa periodo incluye el llamado el “Reino del Terror” y el uso extensivo de la Guillotina, con la decapitación de miles de franceses.  Otro logro de ese periodo no fue otro que la famosa “La Marseillaise”, el himno nacional de Francia.  Los franceses se sienten muy orgullosos de la Revolución Francesa y, por supuesto, de la Marseillaise y asumen los errores del pasado, de los que han aprendido mucho para crear una sociedad mejor.  Por lo tanto, tenemos que hacer frente a nuestra historia con coraje, estudiarla, conocerla y aprender lecciones de ella, para no repetir los errores del pasado.  Avanzar ignorando u ocultando el pasado es una receta para repetir el pasado y solo los impenitentes pretenden ocultar la historia.  En este obligado proceso de aprendizaje, no cabe la “Defensa de Núremberg”, es decir: “no todos los que trabajan en el régimen de Obiang cometen maldades con su propia consentimiento, de igual el gobierno de Macías. Muchos ordenes algunos verbales, y otros con amenazas de muerte”, según SIMA.  Por el contrario, hay que asumir la responsabilidad por los actos ejecutados y las consecuencias que se desprendan de ellos. Y una de esas consecuencias es “el odio, rencor y re sentimiento”.  Estos sentimientos – “el odio, rencor y re sentimiento” – ya están bien arraigados en los corazones de cientos de miles de guineanos que perdieron a sus seres queridos o han sufrido en carne propia los zarpazos de la dictadura.  Lo ideal es que los actos que alimentan esos sentimientos no hubieran tenido lugar.  En Guinea Ecuatorial reinaría la paz, la tranquilidad, la armonía y Guinea Ecuatorial sería un país estable y próspero.

Además, que Bonifacio Nguema Esono y Felipe Ondo Obiang no puedan replicar al testimonio de Ponciano Mbomio Nvo porque “lo que aquél que tiene familia lo pasa y no tiene otra salida a mas que aguantar” es totalmente falso.  Es una excusa para justificar el silencio.  Si bien es cierto que tanto Macías como el Fundador son los máximos responsables de los crímenes cometidos y que se siguen cometiendo,  no es cierto que sean los únicos responsables.  El poder absoluto no existe: Como ya dijo Montesquieu, todo déspota necesita de colaboradores, de manos ejecutoras que se encarguen de hacer el trabajo sucio. Estas manos ejecutoras son tan responsables como el dictador que da las ordenes y, como se ha dicho, no vale “La Defensa de Núremberg”.

Al leer el artículo histórico de Ponciano Mbomio Nvó, se me vino en la mente una historia que me contó un Hombre del Poder antes de mi salida del país.  Y es que dicha historia guarda unos rasgos similares al tema que nos ocupa.  De hecho, tiene la misma lógica. Ocurrió a mediados de 1994, si mal no recuerdo.  Fue la primera vez que el Fundador decidió meter a su “gobierno” en una maleta y llevarlo a Bata para “desarrollar la parte continental del país”, según se dijo oficialmente. Durante el tiempo que estuvieron en Bata los ministros pasaban todo el tiempo en los bares, pues, ni tenían despachos ahí ni nada que hacer.  En realidad, la verdadera razón por la que el Fundador les llevo ahí era otra.

En 1993, Felipe Ondo Obiang, entonces presidente del parlamento, y acompañado de varios “políticos”, realizó una gira por Estados Unidos y Europa. Vino de ahí convencido de que el mundo había cambiado, que ya no era prudente hacer las cosas como las venían haciendo desde los tiempos de Macías.  A su regreso, compartió su experiencia con el Fundador, aconsejándole  hacer cambios políticos.  La estrategia sería la siguiente: El Fundador se apartaría del poder pasándolo a otro de Mongomo con suficiente credibilidad y que podría ser aceptado por gente de otros distritos.  Este nuevo presidente, también natural de Mongomo, procedería inmediatamente a negociar con los actores políticos, haciendo concesiones políticas pero conservando el poder y la riqueza y bienes adquiridos.   Ondo Obiang temía que, como el Fundador estaba políticamente deteriorado con un importante déficit a nivel de credibilidad, tanto a nivel interno como externo, un cambio político brusco con el poder todavía en las manos del Fundador tendría como resultado la pérdida del poder por el distrito de Mongomo.  Y con ello, dicho distrito perdería lo que habría acumulado hasta ahora en términos económicos y materiales.

Dada la envergadura del tema, se decidió discutirlo en Mongomo, con todos los barones de ahí.  Esta es la razón por la que el Fundador llevó a su gobierno a Bata con la excusa de “desarrollar la parte continental del país”.  Durante el tiempo que duró su peregrinación en Bata con su “gobierno”, el Fundador pasaba más tiempo en Mongomo, a donde se trasladaba todas las noches.  Tras duros debates, se decidió poner el tema a votación, es decir quién sería el nuevo presidente de Guinea Ecuatorial después del Fundador, más concretamente la persona a la que el Fundador traspasaría el poder.  Se presentaron tres candidatos: Felipe Ondó Obiang, Alejandro Evuna Owono Asangono y Damián Ondó Mañe.  Hubo un empate entre Ondó Obiang y Evuna Owono Asangono en el primer puesto mientras que Ondo Mañe quedaba eliminado. Dado el empate entre los dos primeros, se acordó dar la prioridad a Ondó Obiang por su edad, experiencia y credibilidad.   El Fundador aceptó los resultados así como que debería empezar a ejecutar lo acordado en breve.

Sin embargo, ya de regreso en Malabo y como es su costumbre, el Fundador ya no quería cumplir lo acordado, el tiempo pasaba y sus correligionarios se impacientaban.  Es así que, Ondó Obiang solicitó una audiencia con el Fundador, que le fue concedida.  En dicho encuentro, caracterizada de mucha tensión, Ondo Obiang recordó al Fundador lo acordado en el cónclave de Mongomo y le exigió el cumplimiento inmediato de lo acordado.  Sin embargo, el Fundador se encolerizó y lanzó contra Ondo Obiang un vaso lleno de un brebaje alcohólico sin determinar, que estaba bebiendo pero no dio en el blanco.  Ondo Obiang salió de ahí muy decepcionado,  y presentó su dimisión como presidente del parlamento.  Y así nació FDR, cuyos verdaderos objetivos, según se me contó, se desprenden de lo relatado: mantener el poder en Mongomo en el nuevo contexto internacional actual.  Es decir, una estrategia política inspirada en las grandes ideas de Giuseppe Tomasi di Lampedusa: “Cambiarlo todo para que nada cambie”.

Traigo a colación esta historia, a la que no di crédito cuando se me la contó,  por su similitud con el famoso “Tribunal de la Santa Inquisición”, tanto en sus objetivos – la toma del poder y su conservación en el distrito de Mongomo – como su composición: todos sus miembros son de Mongomo.  Se trata de una idea claramente diabólica, con unos objetivos diabólicos concebida por unos individuos también diabólicos.  Curiosamente, aparecen los mismos protagonistas de los hechos de 1976 que nos narra Ponciano: El Fundador, Ondo Obiang, Nguema Esono.

Además de los factores externos presentados anteriormente, aquí está la raíz interna de nuestro fracaso como Estado: la usurpación del poder por un grupo de desalmados del distrito de Mongomo que, desde principios de la independencia, se encargó de matar a toda la clase política, intelectual y empresarial del país, bajo la sombra de Macías, aprovechando su carácter impulsivo, irreflexivo e ingenuo.  Y cuando llegó el tiempo, cuando Macías estaba totalmente quemado, aislado y vulnerable, lo derrocaron y lo mataron también, como habían venido haciendo.  Y así, finalmente, consolidaron el poder en sus manos después de once años de maquinaciones, conspiraciones, asesinatos, de limpieza étnica (Bubis, Ndowes, Annobones, Bisios) y tribal (Fang de otros distritos).

Pero, ¿de dónde surge esta diabólica idea, de trasladar el poder a Mongomo para dominar al resto del país y explotarlo despiadadamente y con la rapacidad que estamos observando?  Veamos.  Macías, natural de Mongomo, gana las elecciones de 1968 gracias al apoyo de Atanasio Ndong Miyone, natural de Rio Benito, con el masivo apoyo de los distritos de Mikomiseng y Ebibeyin.  Se sabe que Macías, natural de Mongomo, no gozó del apoyo de su distrito.  Lo que quiero reflejar aquí es que en aquellos tiempos el tema distrital y tribal no tenían mucha importancia en la toma de decisiones políticas, tanto por los políticos como por la población en general, especialmente a la hora de echar el voto.  De hecho, hasta la liquidación de lo que quedaba de la clase política por el “Tribunal de la Santa Inquisición”, Macías seguía estando rodeado de gente de todas partes.  Y ¿cómo surge el tema distrital como principal factor en la historia política de Guinea Ecuatorial, un país de escasamente 250.000 habitantes en aquellos tiempos, hasta tal extremo de que, al trasladar su residencia en Mongomo, Macías ya estaba rodeado casi exclusivamente de gente de su distrito, que no le apoyó en las elecciones de 1968 y sus gobiernos pasaban a formarse casi exclusivamente por gente de ese distrito?

Muchos se sentirán molestos a leer este artículo.  Muchos dirán que en la estructura del poder actual hay gente de todos los distritos.  También dirán que varios oriundos de Mongomo están siendo perseguidos y apuntaran al hecho de que dicho distrito está bajo un asedio constante por las huestes del Fundador.  Es cierto todo esto, como también es cierto que el poder real descansa en ese distrito.

Ignacio Milam Tang, natural de Evinayong, no es igual a Demetrio Elo Ndong Nsefumu, natural de Mongomo, siendo ambos Hombres del Poder dictatorial.  Los Hombres del Poder procedentes de otros distritos son meros comparsas, simples oportunistas y bandidos que se han vendido por un plato de lentejas a cambio de ciertos privilegios pero sin poder real en sus manos.  Y no lo ocultan, de hecho, no vacilan en confesarlo cuando las circunstancias se lo permiten.  Además, están tan vigilados como los dirigentes de la oposición y están sometidos a frecuente humillación. Otro aspecto importante que conviene destacar es el hecho de que el poder de Mongomo descansa en la fuerza de las armas.  El ejército está controlado por Mongomo.  Toda la cúpula del ejército lo forman hijos de ese distrito.  Esta es la innegable realidad.

 

En mi artículo “UNA APROXIMACION PROGRAMATICA AL TEMA ETNICO” retomé lo que yo llamoEl Modelo de los Círculos Concéntricos”.  En dicho artículo decía lo siguiente: “Hace unos años presenté un modelo de cómo funciona el régimen del Fundador, en forma de círculos concéntricos, como un cebolla.  Dichos círculos están determinados por las siguientes variables y en este orden: Etnias, provincias, distritos, clanes, pueblos, familias.  Estos círculos determinan la distribución de derechos, privilegios, oportunidades y prebendas.   Definidas las variables, veamos cómo funciona el sistema.  En primer lugar, el régimen favorece a la etnia del Fundador, es decir la etnia Fang, en detrimento de todas las demás etnias. En términos generales, en el régimen del Fundador los Fang están en mejores condiciones respecto de las demás etnias. Excluidas las demás etnias, la provincia pasa a ser el factor más importante para distribuir los privilegios, las oportunidades y las prebendas entre los Fang.  Así es que los Fang de la provincia del Fundador, Wele Nzas, son más favorecidos que los Fang procedentes de otras provincias.  Excluidas las demás provincias, la atención pasa al distrito como factor de exclusión, donde los oriundos del distrito del Fundador, Mongomo, pasan a ser el mayor beneficiario de los privilegios, derechos, oportunidades y prebendas en detrimento de los demás distritos…” También aclaraba que “…no todos los Fang del distrito del Fundador están en mejores condiciones que todos los Fang de otros distritos…De hecho, a través de lo que se llamaría “el sistema  captación de energúmenos” establecido por el Fundador, hay muchos Bubis que están en mejores condiciones que muchos Fang.  Del mismo modo, hay muchos elementos de Mikomiseng, mi distrito, que están en mejores condiciones que muchos individuos del distrito del Fundador…”

Fuera del continente africano, Brasil tiene la mayor concentración de negros en el mundo.  Según el censo de 2010, Brasil tiene una población de 200 millones de habitantes, de los cuales 97 millones se identifican como negros o mulatos mientras que los blancos, que no hace mucho eran la mayoría, son ahora 91 millones.  O sea, actualmente, la población brasileña, por primera vez, es mayoritariamente negra.  A pesar de esta realidad, el gobierno brasileño, blanco en su casi totalidad, sigue resistiéndose a hacer los cambios necesarios para dar más espacio a los negros.  Pues, Brasil es el último país en donde se abolió la esclavitud.  Es así que los negros siguen siendo marginados en Brasil muy a pesar de la realidad demográfica que se presenta aquí.  Y cuando se plantea el tema, los blancos se refieren a Pele como evidencia de que los negros no son discriminados.  Y ¿cómo se mantiene una situación en que la mayoría está discriminada y excluida de la vida política y económica nacional?  Tal situación solo puede mantenerse cuando la población discriminada “acepta” su condición o se resigna a ella.  Porque una rebelión a lo grande montada por los 97 millones de negros haría saltar por los aires a dicho país.  Y ¿por qué “aceptan” su condición o se resignan a ella?  Por una falta de consciencia sobre el poder latente que descansa en sus manos y un limitado conocimiento de su capacidad para cambiar las cosas.  En efecto, las tasas de analfabetismo son muy altas en la población negra.  Sin embargo, la consciencia está naciendo ahora entre la población negra brasileña con la revalorización de la raza negra entre los negros, que empiezan a estar orgullosos de su identidad y su raza negra.  Hay que prestar atención a la evolución socioeconómica y política de Brasil en los próximos años.  Importantes transformaciones están a la vuelta de la esquina.

Aplicado al caso nuestro, el dominio de Mongomo sobre el resto del país se ha mantenido hasta ahora porque el resto del país lo ha tolerado, lo ha “aceptado”, se ha resignado a ella.  No en vano ha sido asesinada tanta gente: para impedir cualquier atisbo de disidencia.  Pero, la chocante realidad es que la población de Mongomo no representa más que un 3 por ciento de la población total de Guinea Ecuatorial. Visto de otra manera, de cada habitante de Mongomo hay unos 40 habitantes que no son de ahí.  Aunque estuviesen todos armados como se rumorea, se puede cambiar este estado de cosas en menos que canta un gallo.  Pues, una población que solo representa el 3 por ciento de la población no puede frenar una embestida guerrillera en toda regla procedente de todos los distritos.  Y si no se ha hecho es porque el resto del país simplemente ha “aceptado” de alguna manera este estado de cosas.  Nada más. No es por las pistolas con las que nos amenazan día y noche.  Somos mucho más que ellos, y los que “están con nosotros, son más que los que están con ellos”.

Y hablando de las armas, debe quedar claro que no es difícil cambiar las cosas por esa vía.  En primer lugar, cuando Yoweri Museveni inició su ofensiva para tomar el poder en Uganda y echar del poder a Milton Obote, solo contaba con unos 28 hombres pobremente armados.  Charles Taylor empezó su rebelión con unos 50 hombres.  Y tenemos el caso reciente de Seleka que, en marzo de 2013, echó del poder a Bozize en la República Centroafricana.  Y ¿cómo pudieron esos señores alcanzar el poder habiendo empezado con unos medios tan modestos?  La repuesta es fácil: los regímenes en plaza estaban podridos y eran rechazados y odiados con pasión por el pueblo.  Pues, es ese pueblo que esconde a los guerrilleros, les da de comer, les pasa la información y, ofrecen a sus hijos para engrosar las filas de los rebeldes.  Y ¿las armas, de donde procedían si los líderes guerrilleros no disponían de dinero? Pues, en el continente africano, las armas son más fáciles de conseguir que unos buñuelos.  La primera vez que trabajé Liberia, (1999 – 2000) fue durante el poder absoluto de Charles Taylor. En aquellos momentos existía una empresa maderera llamada OTC, a la que Taylor había concedido en exclusividad casi todos los bosques del país para explotar la madera.  Esa empresa, que se había constituido en un estado dentro de un Estado, según se decía, con su prisión y todo, había sido formada por los que ofrecieron armas a Taylor durante la guerra civil y a crédito, para ser pagados una vez conseguido el poder.

Con lo planteado en los dos  párrafos anteriores, no estoy abogando ni propugnando el uso de la violencia como método para derrocar el régimen distrital existente en nuestro país.  Todo lo contrario, soy de aquellos que rechazan la idea de una guerra civil en Guinea Ecuatorial.  Y no es solo cuestión de principio, sino porque he visto con mis propios ojos lo que una guerra civil puede hacer en un país.  Como he dicho arriba, llegué a Liberia solo dos años después del fin de la primera guerra civil de diez años (los liberianos lo llaman “First World War”).  El que tenga curiosidad y estómago, que eche un vistazo al libro “The Mask of Anarchy”, escrito por Stephen Ellis.  Además, ¿Sería una guerra entre quien y quién?  ¿Cómo se determinaría la victoria?  ¿Habrase visto semejante estupidez, semejante abominación?  Pero, esta no es más que una visión Panglosiana (del Doctor Pangloss) del asunto.  Pues, el rechazo de la violencia debe ser compartido por todos, lo cual no es el caso.  Lo que se observa en el país es el uso unilateral, sistemático y vicioso de la violencia para perpetuar el estado actual de cosas muy a pesar de las quejas, las denuncias y el llanto del pueblo de la República de Guinea Ecuatorial.

De todos modos, lo único que intento hacer aquí es poner en perspectiva unos datos elocuentes sobre nuestra realidad.  En efecto, la población de Mongomo no es peor ni mejor que nadie.  Se trata de gente generalmente normal y sencilla como en todas partes.  En general, se trata de gente que solo quiere llevar una vida  normal y tranquila, dar de comer a sus familias y mandar a sus hijos a la escuela.  Sin embargo, como está ocurriendo a lo largo y ancho del continente africano, la población de Mongomo ha sido manipulada por sus desalmados dirigentes políticos, dotándoles de privilegios en detrimento del resto del país, inculcándoles la idea de que Guinea Ecuatorial es su propiedad privada a la vez que se les induce  a adoptar comportamientos muy arrogantes y de prepotencia, tratando a sus propios hermanos como si fuesen sus esclavos, todo ello amparados en las armas, de las que han hecho uso ampliamente, bajo la protección del Presidente Fundador y sus correligionarios.  Dada la ignorancia que reina en nuestro país, muchos de Mongomo se han acostumbrado a dichos privilegios, que actualmente defienden con uñas y dientes, como si fuese algo natural.  Es un fenómeno que se observa en todo el continente africano.  Son tan desalmados los políticos oportunistas que no se detienen ante nada para alcanzar y conservar el poder.  Hemos visto cómo en Congo-Brazzaville, en 1993, se llegó hasta el extremo de inventar una nueva tribu con el nombre de Nibolek. Nibolek lo forman las primeras silabas de los nombres de las regiones que apoyaban al presidente Sassou Nguesso. Se trata de Niari, Bouenza, Lekoumou. Tambien hemos asistido en 2007 a los vergonzosos enfrentamientos tribales entre los Luos y los Kikuyos provocados por los desalmados políticos en Kenia.  Y si los desalmados políticos que han montado el drama que tenemos en Guinea Ecuatorial hubieran sido de otro distrito o de otra etnia, los hijos de ese distrito o de esa etnia estarían haciendo lo mismo que hacen ahora los de Mongomo. No hay nada biológico ni cultural en ello.  Es la ignorancia.

La ignorancia es el gran problema de nuestro país.  La ignorancia infunde el miedo, obliga a la aceptación de situaciones insoportable así como la resignación a un estado de cosas que se puede cambiar con relativa facilidad.  A pesar de sus diminutas dimensiones, nuestro país está profundamente dividido.  Cada uno va por su lado y no hay una visión conjunta, es el todos contra todos.  No hay solidaridad, no hay compasión.  En nuestro país la sangre corre por todas las partes.  Es la obra de unos impenitentes monstruos que viven entre nosotros.  Dicen que son guineanos, pero llevan matando a guineanos desde que nuestro país accediera a la independencia.  Y quieren seguir haciendo lo mismo.  Tenemos que impedirlo a cualquier precio.  ¡BASTA YA!

La tercera entrega de esta Trilogía profundizara un poco el análisis para desembocar en el ocaso de este régimen distrital.  También se presentaran algunas recomendaciones concretas para diferentes grupos de ciudadanos, incluyendo al mismísimos miembros del “Tribunal de la Santa Inquisición”, todo ello para que podamos, algún día, cerrar este capítulo triste de nuestra corta historia como país, para que finalmente, “Caminemos pisando la senda de nuestra inmensa felicidad” en un país en que reine “La Paz, Unidad y Justicia”..

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