¿Un verdadero intento de golpe o una simple paranoia de un dictador?

Las autoridades de Malabo no fallan. Acusan a Francia de estar involucrada o al menos estar de acuerdo con los presuntos líderes golpistas que casi brutalmente pusieron fin al poder del presidente Teodoro Obiang a finales de diciembre pasado. Por lo tanto, después de haber revelado previamente el nombre de un ciudadano francés que habría recibido la friolera suma de 1 millón de euros para reclutar mercenarios, aún no han dado en el blanco señalando a otros tres franceses que habrían participado en la trama. Según el embajador de Guinea Ecuatorial en Francia, estos tres hombres, según los investigadores, se encontraban en África Central, no lejos de la frontera con Guinea Ecuatorial, en el momento de los hechos.

El problema es que uno de los principales incriminados que pertenecía al servicio secreto francés, incluida la DGSE, dijo que nunca había estado en Guinea Ecuatorial, y ni sabría dar la ubicación del país en Mapa. La pregunta que se puede hacer frente a esta controversia que continúa creciendo, es si los hechos alegados contra Francia son probados o si es más bien una simple paranoia del líder más antiguo del continente.

La sabiduría africana dice que el gato le diga al perro que, es porque el perro tiene los ojos que luce  tiene que ir al monte que el hombre le ordena que vaya allí. La supuesta interferencia de Francia en los asuntos internos de los Estados africanos es demasiada y no es más que un secreto a voces.

El régimen de Malabo ha creado las condiciones propicias para el golpe de estado

Dicho esto, incluso si Francia tuviera todo el perfil del culpable, no necesariamente es el patrocinador y el ejecutor del frustrado golpe de Estado de diciembre de 2017. Las acusaciones hechas por las autoridades ecuatoguineanas pueden ser una estrategia de liquidación de cuentas y esto, debido a los problemas judiciales del hijo del presidente Teodoro Obiang en el caso de las propiedades mal adquiridas. El sátrapa buscaría vengar a su hijo. En cualquier caso, podemos creer que este juicio contra Francia es una maniobra de distracción destinada a desviar la opinión interna e internacional de la extrema longevidad del dictador en el poder, y el mal gobierno que le ha caracterizado todas esas décadas de acaparamiento de poder.

Pero todo esto es especulación y cualquiera que sea el lado donde se encuentre la verdad, el régimen de Malabo debe decir que la única manera de protegerse contra los golpes de estado es la alternancia en el Poder.

Al negarse a ir en la dirección correcta, creó las condiciones propicias para el golpe de estado que algunos calificarían de saludable. El viejo sátrapa de Guinea Ecuatorial tiene que darse cuenta de que si no encuentra una manera de irse, la gente encontrará la manera de sacarlo.

Sin embargo, uno podría lamentar, si esto se verificara, el hecho de que París atentara contra el poder de Obiang. El África central está inmersa, principalmente, bajo las aguas de la dictadura y Francia, como todas las demás democracias occidentales, juega impotente cuando a veces no alienta a los dictadores.

En cualquier caso, la única manera correcta y legítima de superar estos sátrapas es ayudar a la formación de nuevas élites políticas para que puedan tomar el poder a través de la lucha política y los medios legales en lugar de fomentar golpes de estado.

Fuente : Le pays / Tito Bomaba para Radio Macuto