Desde las redacciones de nuestros respectivos medios nos dirigimos a nuestros lectores, oyentes y a todos los guineoecuatorianos por medio de este comunicado conjunto para solicitar la ayuda y la colaboración de todos cuantos quisieran o pudieran implicarse en la causa que esta vez nos convoca. Sucede que uno de los nuestros, un hijo de Guinea, que responde al nombre de Javier Ebuka Batua, se encuentra en una situación crítica en lo que a su salud se refiere. No puede moverse. No puede valerse por sí mismo. Su movilidad depende del tiempo del que dispone su madre para asistirle. Y su madre, por obligación moral, pasa buena parte de su tiempo trabajando lo indecible para sufragar los gastos relacionados a la salud de Javier (pruebas médicas, medicamentos, tratamientos, etc.)
Así pues, con este comunicado pretendemos apelar a la solidaridad de todos ustedes para reunir la cantidad de dinero necesaria para adquirir una silla de ruedas eléctrica que ayudaría a nuestro hermano y connacional, Javier Ebuka, paliar, en parte, su reducidísima movilidad y ganar algo de calidad de vida, con la dignidad que ello conlleva.
Confiamos en que la generosidad de muchos guineanos hará posible la consecución del objetivo propuesto. A continuación les facilitamos la carta que llegó a nuestras redacciones dándonos a conocer los hechos. También ponemos a disposición de ustedes los canales a través de los cuales pueden ustedes colaborar con tan noble causa.
“Necesito de vuestra ayuda porque vi la gran ayuda que hicisteis por aquella chavala de la prótesis. Y como podéis entender para mí no es fácil vuestra ayuda.
Os explico un poco el caso. Javier Ebuka Batua es un chico combe. Creo que es un amigo común de todos los malabeños. Él estaba trabajando para la primera dama, Constancia Mangue, cuando en pleno trabajo le subió la tensión con tal que mala suerte que estuvo en coma durante dos semanas. Eso ocurrió en Bata. Al cabo de dos semanas lo mandaron, a su suerte, a Malabo.
Entre varios amigos se hace una colecta y se le traslada a España para que pueda tratarse.
Ahora vive en Toledo con su madre, Celestina Batua, quien trabaja sólo para pagar los medicamentos y las pruebas médicas de su hijo Javier. El chico está padeciendo todo tipo de penurias. El suyo es un verdadero calvario. No puede levantarse de la cama.
Nosotros hacemos lo que podemos por él, pero he visto necesario pedir vuestra ayuda para la adquisición de una silla de ruedas eléctrica, a fin de que pueda, al menos, salir a la calle. Por ese motivo me pongo en contacto con ustedes. La idea es que a través de vuestras páginas se puede difundir la noticia y conseguir ayuda.
Osa facilitaré, con su consentimiento, fotos e informes médicos.
PD.: Especificar que se trata de una silla de ruedas eléctrica, pues ésta le permite moverse y valerse, más o menos, por sí mismo.”
Atentamente,
REDACCIONES DE RADIO MACUTO,
DIARIO ROMBE Y LA VOZ DE LOS SIN VOZ.
El número de cuenta, BBVA, por el que se le puede echar una mano a Javier, se ha de señalar que, la titular es, su madre, Celestina Boneke Batua