Que Dios nos ignore

En este sitio, me gusta llamarlo sitio porque eso de República de Guinea Ecuatorial sigue sin convencerme, festejamos ayer el natalicio del único y mejor hombre de esta tierra; reconvertido recientemente en Padre y Artífice de la Guinea Ecuatorial moderna. Por lo visto, estos 49 años de independencia ya han sido suficientes para diferenciar una Guinea moderna de otra que no se sabe cómo estos expertos la han calificado.

El cumpleaños de Su Excelencia es una fiesta general en este sitio (podría decir nacional, pero tengo mis reparos). Lo cual significa que es un día feriado; tanto la supuesta administración pública, como las empresas privadas permanecen cerradas. Y el precinto se extiende incluso a negocios particulares y vitales como abacerías, tiendas y, por su puesto, los mercados también echan el cerrojo. En definitiva, todo el sitio se paraliza.

La jornada empieza con una manifestación pacífica que arranca desde el centro de cada localidad a las 06:30 h. Con esa manifestación se felicita a Su Excelencia por su cumpleaños. Están invitados todos los funcionarios y todos los trabajadores de las empresas importantes. Cuando decimos invitados, en realidad decimos obligados o coaccionados a ir. Faltar a este tipo de citas, si se es un funcionario o un trabajador de una empresa pública o de una entidad autónoma o de una empresa privada con fuerte presencia de hermanos militantes de los iluminados, es arriesgarse a perder el empleo o a recibir alguna penalización directa o indirectamente.

Después de la manifestación pacífica, se acostumbra a ir a la santa catedral para celebrar una misa de acción de gracias a Dios por bendecirnos con el mejor hombre. Y este año había mucho por lo que dar gracias. Literalmente se ha ido a la catedral en casi todo el sitio por primera vez en la historia, ya que tenemos dos nuevos obispos. De las siete provincias que somos sólo Annobón y Bioko Sur siguen sin obispado. También había que dar gracias porque hemos conseguido un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y, por último, había que dar gracias por lo de siempre: que su excelencia nos perdona la vida.

Como un día feriado que recae en un lunes, hemos disfrutado de un largo fin de semana, por lo que ayer nos fuimos de aquí para allá con los amigos, siguiendo las rutinas establecidas: tomar pepe sup y acompañarlo de melamba. Ya caída la tarde, mi mujer me llama avisando de que uno de los niños está con fiebre. Me voy corriendo a casa y me encuentro con que no hay luz. Así que, hemos pasado la noche a oscuras, a merced del calor y de los mosquitos y con el niño con fiebre. Pero no pasa nada, no es ninguna novedad, seguro que en este sitio, miles de familias están en la misma situación todos los días; ya que desde hace unos meses, todos los días algunos barrios están a oscuras.

Cuando fuimos ayer a la manifestación pacífica y luego a la misa de acción de gracias a Dios por bendecirnos con el mejor hombre, ya sabíamos que esta noche podíamos dormir a oscuras. Por eso espero que Dios no nos haga ni puñetero caso porque no sabemos lo que hacemos o por aplicar aquello de que las confesiones bajo coacción no son válidas.

 

Junio de 2017

 

Mene

 

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