Por José Eugenio Nsue
Nos pareceremos a los agoreros, los que analizamos el día a día de nuestro país y las actuaciones de sus gobernantes, y puede que nos consideren unos aguafiestas, portadores de desgracias o unos pesimistas recalcitrantes que disfrutan con las desgracias del pueblo.
Pues, tengo que decir a todos los que piensan así de nosotros, que están muy equivocados; nada más lejos de como nos sentimos los que queremos de verdad nuestro país, queremos vivir en la tierra que nos vio nacer junto con los nuestros y con las ganas de aportar nuestro grano de arena y contribuir a su reconstrucción y desarrollo, cada uno con lo que ha cosechado durante su exilio. Nos duele mucho la situación del país, por cómo va y lo que hacen los que lo malgobiernan.
No hace falta ser un adivino, vidente o perteneciente al oráculo de Delfos para inequívocamente predecir el resultado de cada una de las decisiones que toma el régimen dictatorial de los Obiang y últimamente, su actual máximo dirigente, el emperador Tontorín, porque, como dijo Albert Einstein: «la locura es hacer lo mismo una y otra vez, pero esperando resultados diferentes «. En efecto, los Obiang sufren de esquizofrenia, están locos y su locura ya no tiene remedio por eso hacen lo mismo una y otra, y otra, y otra vez sin saber si con la esperanza de obtener resultados distintos: el padre, Obiang, durante más de 46 años en el poder, ha estado nombrando ministros a los mismos y el mismo número, dando las mismas ‘sabias orientaciones’, imponiendo y dictando las mismas leyes y normas; en todo ese tiempo, los resultados han sido los mismos. La madre – Presidenta, ídem; la misma forma de ser y proceder: apropiación indebida, utilización de los bienes del Estado (aviones, puertos, inmuebles construidos con el erario público…) como personales o privados, imposición de familiares en la administración y el Gobierno sin méritos ni formación, intromisión en los asuntos oficiales del Estado como si fuera un miembro más, la utilización de los fondos del Estado como propios, etc, etc; el resultado, el mismo: ruina total. Ahora le ha tocado el turno al hijo – Presidente, que lleva unos dos años al frente de la nación en los cuales, él se ha arrogado todos los poderes y facultades; lleva años intrometiéndose en todas las cuestiones y asuntos sin solucionar nada; nos salió con ordenar comisiones de investigación anticorrupción en las entidades públicas o empresas estatales con la excusa de perseguir la corrupción; humilló públicamente a unos cuantos ‘intocables’ como algún que otro hermanastro, mandó a encarcelar a otros directores de poca monta sin juicio y sin condena y jamás se atrevió con los ministros de su padre a los que llama en sus caras corruptos, ni a sus tíos maternos, ni a sus hermanos; prometió acabar con la delincuencia, las extorsiones de los agentes y fuerzas de seguridad contra la población, dar trabajo a los jóvenes que están sin empleos, exigir que las grandes empresas del país que habían estado defraudando sin pagar los impuestos, pagaran cantidades altísimas… a día de hoy, nada se ha recaudado, no se ha solucionado nada, todo lo contrario, todo empeora; la corrupción va en aumento, las extorsiones de los militares no cesan, el desempleo ronda el 70% de la población en la edad de trabajar y como consecuencia, la pobreza, los robos y las agresiones son la tónica general.
Desde el año pasado a finales, el Putin nacional nos hartó en sus redes sociales con anuncios de haber suscrito un acuerdo comercial con Yugoslavia para que sus industrias alimenticias abastecieran a los comerciantes mayoristas del país para así abaratar los precios y se otorgaba el mérito de haber resuelto el problema de desabastecimiento de los mercados nacionales. No hace dos meses, el país sufrió una escasez sin precedentes de arroz, el principal alimento del 99% de la población de todo el país; a pesar de que fueron algunas empresas, como Los Martínez Hermanos, que buscaron por su cuenta dicho producto, algunas partidas llegaron en mal estado y vendieron a la población gato por liebre, el Meteentodo Nacional, volvió atribuirse el tanto por haber llevado un barco con ese alimento de primera necesidad.
Ahora, dos meses después, la Prensa del sindicato del crimen organizado, PDGE, y el boletín oficial de Guinea Ecuatorial, la cuenta de tiktok de Teddy Nguema (@teonguema) nos salen con otra soflama según la cual: » El Gobierno establece mecanismos para abastecer los mercados de cara a las fiestas navideñas «. Leyendo esa enésima ocurrencia de Meteentodo, encontramos con lo siguiente: «Nueva reunión liderada por el Vicepresidente de la Nación, S. E. Nguema Obiang Mangue, con los representantes de las empresas de comercio mayoristas que operan en Guinea Ecuatorial. Y es que, ante la preocupación por el aumento en los precios de los alimentos, el Ejecutivo ha dispuesto la creación de mecanismos que permitan abastecer los mercados antes de las fiestas navideñas y dar solución a la rotura de stock de arroz en el país… Al mismo tiempo ha sugerido a la firma Martínez Hermanos crear una fábrica de bebidas en el país para diversificar la oferta de cervezas, incluyendo nuevos sabores«.
Eso demuestra que ese sujeto, el Vice de su padre y actual todopoderoso nacional no tiene remota idea de lo que hacer, tampoco quiere contar con las opiniones e ideas de los que sí saben y pueden aportar soluciones. En la ridícula mencionada reunión, no se cita ni un solo mecanismo concreto para abastecer los mercados, todo son conjeturas, performance, parole, parole, parole con un único objetivo: hacer creer a los pobres mentales que Nguema Obiang está trabajando por el pueblo solucionando sus problemas cuando la realidad es totalmente distinta, las evidencias saltan a la vista.
Lo peor aún es que se atreve a decir a una empresa privada, Martínez Hermanos, que tiene su política comercial, habrá hecho estudio de mercado y sabe qué productos importar, que haga ¡¡UNA FÁBRICA DE BEBIDAS!!, para no depender demasiado del exterior. Para los Obiang, la principal y la más urgente necesidad en el país son las bebidas, el alcohol. Después para controlar a la población y evitar difundir las miserias diarias del país, ha ordenado cerrar las redes sociales con la excusa de cuidar a los menores de edad contra imágenes y contenidos pornográficos y violentos. Su última o penúltima ocurrencia, es informar que ha traído a los egipcios para construir 100.000 ¿viviendas urbanizadas? para los pobres a razón de 2.000 dólares americanos, ¿y por qué no en euros o francos cefas?
En un país en el que no se fabrica ni siquiera simples cerrillas o papel higiénico, no se enlatan ningún tipo de conservas, sardinas; somos incapaces de fabricar lápices, bolígrafos, libretas, folios, ya no hablamos de sillas y pupitres para que nuestros hijos puedan estudiar en condiciones; fomentar arrozales, crear industrias y/o pisciculturas, explotaciones agrarias y ganaderas para abastecer a la población y dotar al país con productos de primera necesidad, a pesar de contar con más de 80 miembros del Gobierno; lo que se le ocurre al máximo mandatario del país es solicitar una fábrica de cervezas de diversos sabores.
A pesar de ese ninguneo, tomadura de pelo e inoperancia manifiesta del sujeto, los hay quienes le siguen aclamando y llamándole: Hermano Mayor y considerando a toda la familia como SALVAPATRIA. ¿Se puede ser más explícito como pedir para un país en ruina y carente de todo lo básico, donde las personas empiezan a buscar entre la basura algo que comer, una fábrica de bebidas? O sea, para los Obiang (Padre, Madre y el Heredero), entre los alimentos, el material escolar, los medicamentos y el alcohol; lo que necesitan los guineanos para subsistir, es el alcohol, son las bebidas. Cuanto más alcohol se consume la población, más feliz y trabajadora se convertirá. No es de extrañar por qué los militares se caen de pie por las calles de lo borrachos que van porque trabajan duro y son felices.
Así quieren al país que les ha dado tanto. Seguid cantándoles, alabándoles y rezando por ellos para que Dios los mantenga en el poder y al frente del país hasta la eternidad.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?