Las generaciones Z y Cristal de Guinea Ecuatorial,enfadadas por el futuro oscuro que les espera

A pesar de las peripecias que ya se venían sufriendo, Z y Cristal están en constante preocupación por la decadencia de país que les dejarán sus abuelos y tatarabuelos, los cuales han gestionado de mala manera la riqueza que aseguran que les pertenece a todos y todas por derecho de ancestralidad

Gonzalo Abaha Nguema Mikue,
día mundial contra la trata de personas.

Sin derechos, sin condiciones de vida favorables. Así lo expresan varias de las personas jóvenes de nuestra sociedad, jóvenes de entre los 15 hasta los 40 años, gimiendo de dolor por la dura vida que les toca vivir cuando llegue el día de partida de sus abuelos y tatarabuelos que han sido o siguen siendo eternos ministros, senadores y diputados en los cargos, muchos en la sombra, los cuales no han tenido remordimiento en gestionar a su antojo y sin criterio los fondos que son de todos y todas, abusando de las reservas que deberían ser herencia de las siguientes generaciones. Apenas, ellos y ellas viendo a madres en vertederos buscando algo más que no sean las latas. Triste realidad, la libertad de expresión coaccionada y reprimida por los eternos, todo se habla a regañadientes para que ni las paredes puedan enterarse.

La corrupción resulta ser el nuevo discurso, una tarea que es según el dicho español “un pozo sin fondo”, no hay credibilidad y los jóvenes no muestran interés ni confianza en nadie que se dedique a la política, todos con las manos sobre la cabeza, esperando un milagro imposible para que en un abrir y cerrar de ojos la situación de Guinea Ecuatorial sea como el paraíso, algo que ya de por sí resulta ser imposible. Aseguran vivir la suerte y sorprendidos de seguir despiertos a la mañana siguiente. Conocen todos los sucesos del día a día ya sea dentro o fuera de palacio e instituciones que deben garantizar sus derechos de ciudadanía, esperan que las desgracias e injusticias cesen, ninguno está ciego, todo está a la luz de todos y todas. Preocupados por el mundo competitivo al que se verán enfrentados pese a tener una educación de pésima calidad, las personas con formación sin oportunidad de emplearse, envueltos en un círculo en el que para alcanzar el poder son necesarias las prácticas, rituales y sacrificios[1] humanos.

Pasar días sin comer ya venía siendo la tónica, aparentar estar alegre ya era de carácter obligatorio, y lo máximo que se llega a decir después de un “qué tal estás” es “aguantando”. Eso hacen los jóvenes, aguantar todas las irresponsabilidades e incoherencias de las instituciones, que no han hecho más que lastimar el futuro de la juventud, defendiendo un pan que jamás se tiene y si es que se tiene, el pan es o sería para unas cuantas personas dedocráticamente. Muchos aseguran vivir en la colonia, escaso ejercicio de los derechos fundamentales y de la ciudadanía, esta vez una colonia impuesta por los mismos negros hacia sus hermanos negros, apartando la cultura de la mancomunidad.

Las generaciones Z y Cristal son de esas que viven del Android, que conocen las actualizaciones por Tik Tok, que buscan y aspiran a que el nivel de vida sea favorable para todas las personas, ya sea en educación, sanidad y demás beneficios. La visión es diferente entre generaciones, abuelos y bisabuelos aspiraban a una Guinea Ecuatorial de estatus quo, bloqueada solo para su generación, mientras que las generaciones Z y Cristal aspiran a una Guinea Ecuatorial con cero corrupción y calidad de vida como Suiza, valorando los principios africanos a través de la filosofía ubuntu “yo soy, porque todos somos”. Rascacielos a lo Qatar, libertad de expresión como en España, rigor y legalidad en el trabajo como en China. Poder y nacionalismo puro a lo Estados Unidos, y demás características que sí invitan a la mejoría, dejando de lado todo lo negativo de aquellos países.

Z y Cristal son a las que no necesariamente debes mostrarles la parte positiva de un hecho con una carente mejoría, del famoso dicho o guineanada “no ves que por lo menos tenemos… anteriormente con Macías no teníamos”, el “por lo menos” pero no funciona para esas generaciones, lo necesario es hacer la comparación con algo óptimo. Si los abuelos y tatarabuelos pusieron una carretera, es necesario para la siguiente generación realizar autopistas, eso sí lo consideran progreso, y no mitigar la falta de la carretera con la comparación de “por lo menos… antes no”. Las generaciones Z y Cristal piensan en iniciar un camino hacia la transparencia en el que exista una libertad de expresión, donde todo no sea “circo y pan”. Que la Constitución, nuestra Carta Magna de Akonibe, no sea un papel mojado y asaltado constantemente, aspiran al imperio de la ley con una garantía de los derechos fundamentales.

La generación pide diálogo, lo cual muchos han asegurado que la popularidad de la persona que esperaban para el cambio, ha sido defraudada primero con el caso de Emilio Nsué, y ahora con el caso Annobón, muchos no han mencionado el nombre de la persona por seguridad. Se han cansado de ver pasar el peligro con la tónica de “si dices algo te llevan al calabozo”. Muchos quieren apoyar y aportar ideas, pero la ignorancia y el miedo acechan la integridad física, Z y Cristal aseguran no olvidarse de las humillaciones de abuelos y tatarabuelos que los consideran “renacuajos malagradecidos” y otros al pensar que su capacidad es la de “ser técnico de zapatería o técnico de limpieza” y no dado a ser doctores o tener másteres.

Las generaciones Z y Cristal cuestionan la tradición pura que según escuchan se basaba en la solidaridad, honor y el principio del bien común. Piden derechos fundamentales y legalidad lo antes posible.


[1] Prácticas, rituales y tráfico de órganos en Guinea Ecuatorial. https://radiomacuto.org/en-guinea-ecuatorial-la-juventud-y-la-infancia-ya-no-son-la-esperanza-del-manana-sino-la-comida-del-hoy-canibalismo-y-antropofagia/

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