«La oposición miente»

Por Francisco Ela Abeme

Frente al posicionamiento de la oposición –incluso cuando va más allá de su verdadero cometido, haciendo propuestas– los forofos del régimen de infáusto presente no han encontrado otro argumento más demoledor, que el de la descalificación: la «OPOSICIÓN MIENTE».

Si estos palmeros fueran capaces de aguantar un asalto de un debate serio, un debate, planteado desde el respeto y con argumentos, para que el Pueblo soberano saque sus conclusiones, yo les invitaba a sostenerlo sobre las siguientes cuestiones:

1. El enriquecimiento de los prohombres del régimen.

2. La sanidad pública en Guinea Ecuatorial.

3. La educación y la formación en Guinea Ecuatorial.

4. La política de la vivienda en Guinea Ecuatorial.

5. La defensa y seguridad.

6. La convivencia de nuestros Pueblos.

7. La logística del abastecimiento de alimentos, agua corriente (potable) y luz eléctrica al Pueblo.

8. Fronteras y soberanía.

9. La gangrena de la corrupción política.

Estos nueve temas complejos, que no constituyen, ni mucho menos, un «numerus clausus«, y que pueden ser ampliados o resumidos, serán los temas de debate.

No se trataría de ver si el gobierno ha estado fino, sino de ver si ha estado.

Examinaríamos lo que se ha hecho o no se ha hecho; lo que proponen al respecto el gobierno y la oposición.

En este sentido, veríamos si es lógico –como lo entiende el régimen– que el hecho de ocupar un cargo público lleve aparejado el poseer una fortuna exorbitante.

En la época colonial, cuando éramos tratados como seres inferiores, una elemental sanidad, sobre todo, a partir de la llegada de Franco al poder, una sanidad de atención primaria nos permitió combatir con eficacia: la lepra, el pián, la sarna, la tiña, la piorrea, la hernia de pelotas, la elefantiasis, las ulceras, las filarias, el glaucoma, las lombrices intestinales y, sobre todo, el azote endémico, el paludismo.

Esta sanidad –elemental y eficaz– era gratuita para el guineano. Te pasaban la consulta, análisis de sangre, heces y orinas incluidos, te daban la receta, con la que acudías a la farmacia del hospital, y el auxiliar de farmacia te proporcionaba los fármacos, con las pertinentes indicaciones.

¿Cuál es la razón por la que hoy el Pueblo guineano carece de esta sanidad de atención primaria? ¿Por qué la poca sanidad y mala le sale tan cara? ¿Hay sanidad pública en Guinea?

Vamos a abrir este debate y dejarnos de majaderías. Cuando están en juego los destinos de un pueblo, el debate no puede ser simplista: el presidente se muere…»la oposición miente»; el gobierno guineano es una cleptocracia…»la oposición miente»; la sanidad y la educación están mal…»la oposición miente».

No es así como debaten los países organizados

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