El líder del principal partido opositor de Guinea Ecuatorial, Ciudadanos por la Innovación (CI), Gabriel Nsé Obiang Obono, pidió hoy «justicia a la comunidad internacional» por la sentencia judicial que ha obligado a la disolución de la formación y ha condenado a 36 militantes a 26 años de prisión.
«Pedimos y denunciamos ante la comunidad internacional que la ilegalización es una cuestión política porque el Gobierno no quiere oposición», dijo en conversación telefónica a Efe Obiang, quien pidió la intervención extranjera.
El juicio a 146 militantes y seguidores de CI comenzó hace dos semanas en Mongomo, en el este del país, y este lunes el juez instructor del caso decidió absolver a la mayoría de los acusados, pero condenar a 36 por cargos de sedición.
Los hechos imputados acaecieron en la localidad de Aconibe, en el sudeste del país, el pasado 5 de noviembre, cuando, según la oposición, la Policía dispersó con disparos al aire a decenas de militantes de CI que llevaban a cabo actos electorales en los días previos a la celebración de los comicios legislativos, impidiéndoles la entrada a la ciudad.
En aquellas elecciones, CI fue el único partido opositor que obtuvo cargos electos, con un diputado en el Congreso -los 99 restantes son del gobernante Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE)- y una concejala en el Ayuntamiento de la capital, Malabo, que no han podido tomar posesión al estar en prisión.
Cinco días después de la votación, celebrada el 12 de noviembre, la Policía detuvo a casi dos centenares de opositores acusados de haber agredido a las fuerzas de seguridad y haber provocado daños durante la campaña electoral.
Nsé Obiang explicó hoy a Efe que no había justificación para que no les dejasen entrar a Aconibe y que, si fuese ilegal, habrían impedido la campaña electoral.
«Esta sentencia no se dictó ajustándose a la ley electoral», consideró el líder de CI, quien subrayó que se trata de una medida «política para disolver el partido».
La sentencia del juzgado va a ser recurrida, según la oposición, ante la Corte Suprema, aunque el abogado del partido, Fabián Nsue, ya avanzó que no tienen esperanza de que prospere, puesto que viven en una dictadura.
La tensión se disparó en Guinea Ecuatorial a finales de diciembre pasado, a consecuencia de un supuesto golpe de Estado frustrado, denunciado por el Gobierno de Teodoro Obiang, en el poder desde que derrocó en 1979 en un golpe militar a su tío Francisco Macías.
El ministro de Estado de Seguridad Nacional ecuatoguineano, Nicolás Obama Nchama, afirmó que un grupo de mercenarios del Chad, Sudán y República Centroafricana entraron el pasado 24 de diciembre en varias localidades ecuatoguineanas para atacar al presidente.
EFE