
La mentira es Obiang, Obiang es la personificación de la mentira
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Por Celestino Okenve
El 27 de septiembre pasado (2018), el dictador Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, pronunció un discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Como siempre, alabó su «ensayo democrático» diciendo que mantenía un diálogo con la oposición, que había realizado varias mesas de diálogo, que la democracia era una realidad tangible en Guinea y el país estaba en la senda del desarrollo.
La verdad es que no esperábamos otra cosa. Cada vez que Obiang abre la boca, se siente forzado por su biología a mentir. No lo puede evitar. Sabe que sabemos que miente. Todos los que le escuchan saben, sabemos, que miente y de forma descarada. Y sin embargo lo hace una y mil veces, lo hace siempre, lo hace sin control. Obiang es un mentiroso compulsivo. La mentira es Obiang, Obiang es la personificación de la mentira.
Desde la distancia, un siquiatra podría diagnosticar el mal que padece Obiang. Nosotros sufrimos su enfermedad, además de otros males que padece como la ausencia de empatía. De Obiang se ha dicho todo. Abundar más es perder el tiempo. Seguir denunciando los atropellos de la dictadura solo debe servir para recoger la historia de horror y estupideces que padecemos, las crónicas de un mundo que no es de este mundo. Hay que documentar todos los atropellos, robos y despilfarros.
Nada de este régimen funciona, todo el dinero se ha ido y no queda nada que podamos valorar como útil para la población. Absolutamente NADA. Obiang sigue esperando un milagro que no llegará. Los ingresos de la Hacienda pública permanecen bajos y no permiten hacer frente a los compromisos adquiridos por el dictador en miles de proyectos inútiles.
Obiang pretende acallar su soledad sonora con viajes a China, Marruecos, Turquia y Nueva York, para dar la mano a cualquiera y salir en la foto. Los chinos no le solucionaron el problema, los turcos tampoco. Se ha hablado de que quiere crear una moneda fuera de la CEMAC para salir de la crisis económica que se instancia en una crisis de liquidez. La falta de dinero (que salió del país gracias a los graves errores económicos) lo quiere solucionar fabricando moneda propia y al mismo descubrir a sus subalternos que han acumulado mucho dinero y cree que ponen en peligro su monarquía. No parece posible esta medida en estos momentos. El franco CFA seguirá. Y el dictador seguirá contra las cuerdas.
En su viaje a Nueva York el día 23 de septiembre, utilizó el B777-200 de matricula CS-TQX de la compañía Ceiba. Con ello dejó en el suelo a los pasajeros del vuelo del martes que iban a viajar de Malabo a Madrid. Y los del miércoles que iban a viajar de Madrid a Malabo se encontraron con un vuelo alquilado a Prestige (EC-LZO) con un B767 que salió a las 6 pm (las 7:11 reales) cuando el vuelo debía salir a las 8:30 de la tarde, perdiendo el vuelo al no ser avisados. Como me pasó a mi, que he tenido que tomar otro vuelo, el del sábado, pagando una penalización injusta e ilegal.
Siempre que Obiang se mueve, tiene que destrozar algo. Y siempre que va a la ONU, dice mentiras, sin rubor, sin vergüenza. Las audistas llevan un tiempo maldiciendo al déspota y a sus colaboradores. Que sigan maldiciendole. Yo le maldigo por todo el daño que nos ha hecho. Y no es suficiente. Hay que echarle del poder. Es una gran carga que los guineanos no podemos portar.
Fuente : Guinea.net