(Por el equipo de redacción de Perth Herald Tribune, Australia)
Cuba no ha cambiado después de la muerte de Fidel Castro. En contra de la opinión de muchos en Occidente, el régimen comunista atenaza a los disidentes y a cualquier cubano que exija el fin de su cruel política represiva, según señaló en nuestra entrevista el fundador y coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer. Al Sr. Ferrer le preocupa la falta de una condena firme por parte de la Unión Europea y EEUU hacia este régimen, que inflige torturas físicas y psicológicas a los cubanos consagrados a la causa de la democratización de su país.
Las respuestas del Sr. Ferrer nos traen a la memoria a Anna Walentynowicz, madre del movimiento polaco Solidaridad. Con compasión y sabiduría, el líder cubano se esfuerza por trazar el camino hacia el triunfo total de la democracia en Cuba. El Sr. Ferrer abiertamente instruye a sus compatriotas en la práctica de métodos pacíficos de lucha por los derechos humanos, tal como hizo Walentynowicz. Al igual que la dirigente polaca, el Sr. Ferrer cree en el poder de la verdad y trabaja para llevarla a cada hogar cubano. Como Walentynowicz, el Sr. Ferrer enseña que nuestras acciones deben estar encaminadas al bien común de Cuba más que a la promoción personal. Al igual que Walentynowicz, el Sr. Ferrer no teme expresar lo que siente ni las consecuencias de atender al prójimo.
El fundador de la UNPACU es un verdadero líder que sufre junto a las personas amenazadas, rechazadas y perseguidas de su país, y les anima a continuar su lucha, de victoria en victoria, hasta lograr la libertad y la democracia en Cuba. Su dedicación a la causa de la libertad y la verdad debe ser un ejemplo para todos los luchadores por la libertad en el mundo.
Perth Herald Tribune quiere expresar su gratitud a los amigos cubanos en el exilio que nos pusieron en contacto con el líder de la UNPACU. Queremos agradecer especialmente al Sr. Bernardo Toar por hacer posible esta entrevista. También queremos agradecer al Sr. José Daniel Ferrer por sus valientes declaraciones.
¿En qué punto concreto se encuentra Cuba en el camino hacia la democracia?
Cuba vive momentos muy difíciles. Después de la muerte del dictador Fidel Castro, el régimen ha aumentado su represión contra los opositores pacíficos, los defensores de derechos humanos, periodistas independientes, grupos religiosos, trabajadores autónomos y pueblo en general.
A pesar de esta política represiva, ha habido un incremento de manifestaciones de descontento popular y de deseo de cambio por todo el territorio nacional en 2015 y parte de 2016. Se está dando un creciente proceso de pérdida del miedo que el régimen nos ha impuesto durante más de medio siglo de terrorismo de estado. Por ello, el régimen ha aumentado el hostigamiento y la represión contra toda voz crítica. En los últimos doce meses, decenas de activistas han sido sometidos a torturas físicas y psicológicas, así como a tratos crueles, inhumanos y degradantes en las muchas prisiones de todo el país.
La dictadura ha incrementado el número de detenciones violentas. Ha multiplicado los asaltos con fuerzas especiales, donde roban nuestros medios de trabajo, incluyendo ordenadores, impresoras, cámaras de video y teléfonos móviles. Nos roban hasta nuestros bienes familiares. Incluso los alimentos y medicinas de nuestras familias son incautados arbitrariamente. En febrero pasado, murió en dudosas circunstancias, en una prisión de La Habana, el preso político Hamell Santiago Maz, de 45 años de edad.
¿Ha tenido el aumento de la persecución a los opositores políticos después de la muerte de Fidel Castro una respuesta satisfactoria por parte de la comunidad internacional?
Las políticas inhumanas del régimen castrista no han sido suficientemente condenadas por la comunidad internacional. En consecuencia, la dictadura ha intensificado su agresión contra los ciudadanos, lo cual ralentiza el proceso de democratización. El actual dictador, Raúl Castro, enfermo y envejecido, hace todo lo posible para mantener esas políticas, que están diseñadas para retrasar la transición a la democracia.
La democracia llegará a Cuba, a pesar de todo. El futuro sucesor de Raúl Castro no podrá contener durante mucho tiempo a un pueblo que desea salir de la miseria y la opresión que han sufrido casi seis décadas. Nuestra lucha continúa, y entre la población se fortalece la idea de que este sistema debe ser cambiado.
¿Cuál es la situación personal de los disidentes cubanos después de la muerte de Fidel Castro?
Después de la muerte de Fidel Castro, el régimen ha recrudecido la represión contra los disidentes. Vivimos una oleada represiva superior a la de 2003, cuando 75 disidentes fuimos condenados a muchos años en prisión. Con la desaparición física de Fidel Castro, su hermano menor temió de inmediato que los cubanos exigieran su libertad más abiertamente. Por tal motivo, intensificó los controles, el acoso y otras formas de represión contra los disidentes a fin de evitar un aumento de las protestas populares. La vigilancia policial está hoy más generalizada, el acoso es más frecuente y la probabilidad de acabar en prisión es mucho mayor que antes de que muriera el fundador del régimen.
¿Es esta situación lo contrario de los peores momentos de Fidel Castro o un nuevo tipo de situación?
Es difícil comparar porque los momentos son diferentes. Mientras tuvo el apoyo soviético, el régimen fue mucho más cerrado y represivo que después de la caída del bloque comunista. En los primeros años de la llamada revolución, miles de cubanos fueron fusilados o enviados a prisión y asesinados allí. Los misiles nucleares soviéticos garantizaban la total impunidad del régimen.
Desde diciembre de 2014, EEUU y la Unión Europea han estado dialogando con el gobierno cubano sobre derechos humanos. Como resultado de esas conversaciones, el régimen ha obtenido concesiones de Occidente, que a nuestro juicio son inmerecidas. Quiero enfatizar que el comportamiento de Raúl Castro es mucho más agresivo y represivo que el de su hermano, a pesar de tales concesiones y probablemente debido a ellas.
¿Cómo afecta esta política actual del gobierno de Raúl Castro el trabajo de la UNPACU?
Los miembros de la UNPACU, junto a las Damas de Blanco, son los activistas más perseguidos en Cuba en estos momentos. En los últimos meses, el régimen castrista detuvo a más de cuarenta de nuestros activistas, además de perpetrar ataques contra más de cien de nuestros hogares. La policía viola nuestros derechos al confiscar arbitrariamente nuestras pertenencias.
Como todos en Cuba, tenemos que violar regulaciones injustas y acudir al mercado negro para sobrevivir. La policía política intenta aislarnos socialmente amenazando a quienes se relacionan con nosotros con atacar sus negocios, cancelar sus licencias de trabajadores autónomos, o encarcelarlos por supuestas actividades ilegales. Del mismo modo, los esbirros del régimen amenazan a cualquier persona que se relacione con nuestra organización con el despido de sus trabajos, con negar a sus hijos el derecho a realizar los estudios universitarios que deseen, y con prohibir a cualquier familiar que viaje al exterior o que venga de visita a Cuba. Igualmente, el régimen nos impone la prohibición arbitraria de viajar tanto dentro de nuestro propio país como al extranjero. Incluso ha enviado brigadas militares especiales con armas largas para arrestar a nuestros activistas y robar los productos destinados a actividades infantiles.
Los activistas de UNPACU se involucran en labores humanitarias, incluso ayudando a víctimas de desastres naturales. ¿Cómo reacciona el régimen ante esto?
Cuando el huracán Sandy golpeó varias regiones de las provincias orientales en octubre de 2012, en la UNPACU pudimos ayudar a cientos de personas afectadas. Gracias al apoyo material de cubanos en el exilio, pudimos brindar nuestra asistencia, con cuidado, con discreción, evitando la persecución del régimen. Sin embargo, cuando llegó el huracán Matthew en octubre de 2016, el régimen nos reprimió con saña cuando intentábamos ayudar a las víctimas. Nuestros activistas fueron detenidos e incluso llevados a prisión. Nuestros hogares fueron asaltados y robados por las fuerzas represivas, con la intención de impedirnos ayudar a las víctimas de ese desastre natural en los municipios de la provincia de Guantánamo.
Además de ese trabajo humanitario, durante casi cuatro años nuestros activistas han organizado actividades deportivas y recreativas en sus comunidades.
¿Ha cambiado la forma en que el régimen reprime las actividades de la Unión Patriótica desde sus inicios?
Desde el inicio, cuando creamos la UNPACU el 24 de agosto de 2011, nuestro movimiento se convirtió en uno de los blancos principales de los ataques de la dictadura. En poco tiempo pasamos a ser el principal objetivo a destruir, debido a la nueva dinámica de lucha que nuestra organización está desarrollando en esta sociedad totalitaria. Como dije antes, nuestra lucha combina el activismo político con el trabajo social, incluyendo actividades humanitarias, deportivas y recreativas. En menos de un año, estos nuevos métodos de oposición trajeron consigo un gran incremento de nuestra membresía.
El mismo día en que comenzaba un congreso del Partido Comunista, en abril de 2016, nuestro movimiento realizó la movilización más numerosa de la oposición pacífica en Cuba. La UNPACU logró organizar esta movilización con éxito a pesar de la represión. Más de mil personas de la provincia de Santiago de Cuba participaron en dicha movilización.
En una nación democrática e incluso bajo un régimen autoritario, este tipo de movilización no tendría importancia. Pero bajo el régimen totalitario de tipo estalinista que rige en Cuba, la misma tuvo un impacto significativo, tanto para la población como para la dictadura. El régimen decidió prohibir esta forma de activismo social, que hasta entonces había sido un poco más tolerado que nuestro activismo político.
Antes habíamos sido perseguidos, pero la represión nunca había alcanzado los niveles de ahora. La creciente represión ha afectado negativamente nuestra lucha en favor de la democracia. Muchos cubanos no pueden superar el miedo y, a pesar de sus elogios por nuestros esfuerzos, temen involucrarse en nuestra lucha por una Cuba libre y en favor de los más necesitados.
¿Cómo tratan las autoridades castristas a los disidentes y otros cubanos que en estas circunstancias deciden luchar por sus derechos?
¡Fatal! Cualquier persona, incluyendo a los disidentes, que reclame respeto para sus derechos es perseguida, acosada, encarcelada y torturada física y psicológicamente. No nos sentimos seguros en nuestros hogares, que con frecuencia son asaltados por las fuerzas represivas del régimen. Nuestras llamadas telefónicas son rutinariamente vigiladas. A varios miembros de la UNPACU nos han bloqueado el uso de la telefonía móvil. También registran nuestra correspondencia. Acosan a nuestros familiares, incluyendo a los niños. El régimen hace todo cuanto se le ocurre para convertir la vida de quien niega su obediencia en un infierno.
¿Cuán libre es el flujo de información en la Cuba de 2017?
El régimen tiene el monopolio sobre los medios de comunicación masiva y toma medidas represivas contra aquellos que difunden información fuera del control estatal. Pero cada día son más los cubanos que tienen acceso a información audiovisual e impresa de fuentes independientes radicadas dentro y fuera de la Isla. A las fuerzas represivas les resulta imposible impedir el flujo de información real.
La miseria generalizada y la interminable lucha constante por la inmediata subsistencia afectan negativamente el flujo de información entre las personas. La Internet es de muy mala calidad y muy cara. Muchas personas la utilizan principalmente para comunicarse con familiares en el extranjero y algunos jóvenes la utilizan para buscar amigos en las redes sociales. No hay acceso a Internet disponible en los hogares, tal como se conoce en el mundo libre.
¿Qué papel juega la propaganda comunista en la Cuba de hoy?
La mayoría de los cubanos están cansados de la propaganda comunista; la esquivan todo lo que pueden. Incluso aquellos que aparentemente apoyan al régimen la ignoran cuanto pueden. Pero es casi ineludible ya que está presente absolutamente en todas partes. Hay propaganda comunista en los jardines de infancia, en las escuelas primarias, secundarias y secundarias, en las universidades, en la radio, en los periódicos y revistas, en la televisión, en los centros de trabajo, en las calles, en los hospitales, en todas partes. Después de la muerte de Fidel Castro, la propaganda y el culto de su personalidad resultan mucho más repugnantes.
Si los cubanos esquivan la propaganda comunista, ¿cuál es su objetivo? ¿Cuán eficaz es desde el punto de vista de un disidente?
Los objetivos de la propaganda son justificar el fracaso del sistema, culpar a EEUU por nuestros problemas internos, engañar al pueblo haciéndole creer que el mundo “capitalista” vive peor que nosotros, desalentar a los descontentos, satanizar las democracias multipartidistas y la economía de mercado. Aunque la propaganda del régimen es cada vez más inefectiva, sigue siendo uno de sus mejores instrumentos, junto la represión, para dominar a los ciudadanos.
Una mentira que se repite con mucha frecuencia puede termina siendo creída o puede sembrar dudas entre personas que no cuentan con otras fuentes de información. Por tanto, es sumamente importante disponer de accesos a fuentes alternativas de información y educación que transmitan información veraz y objetiva para los cubanos.
¿Qué importancia tienen los canales informativos independientes como Radio Martí para los disidentes y el pueblo cubano?
Toda fuente de información honesta y objetiva es crucial para los disidentes y el pueblo en general. Radio Martí siempre ha sido muy odiada por la dictadura. El régimen gasta una gran cantidad de recursos intentando interferir sus emisiones, y bloqueando sitios web en nuestro ya muy limitado acceso a Internet, sólo disponible para un bajo porcentaje de cubanos. Los canales de televisión y otros medios de comunicación independientes que informan sobre la realidad cubana han desempeñado un papel fundamental en el cambio de mentalidad y la pérdida de miedo que está teniendo lugar en la población.
En una sociedad como esta, donde nuestra gente sufre la miseria más profunda y la gran mayoría gasta sus energías en busca del sustento diario, es necesario llevar información a cada hogar y crear mecanismos atractivos para que la gente se interese por lo que pasa dentro de nuestras fronteras y en el exterior. Esa ha sido una de las prioridades de UNPACU, y una de las razones por las que el régimen persigue nuestros medios informativos y la producción y reproducción de nuestros contenidos audiovisuales.
¿Cómo pueden los ciudadanos de los países democráticos de todo el mundo ayudar a los luchadores por la libertad de Cuba?
Pueden mostrar su apoyo en las redes sociales, enviar cartas de solidaridad a los activistas perseguidos y las familias de los presos políticos, así como enviar cartas a los funcionarios del régimen condenando sus políticas represivas.
Si alguien que venga a la Mayor de las Antillas nos quiere ayudar, puede visitar a los familiares de los opositores y decirles que no están solos. También podrían traer algunos DVD’s o unidades de memoria flash con materiales audiovisuales descargados de YouTube y otros sitios web, incluyendo documentales, noticias, libros sobre democracia, derechos humanos, lucha no violenta y cualquier otro tema relacionado con nuestro trabajo. Aquellos que estén en condiciones de hacerlo y lo deseen podrían traer una computadora, una impresora, bolígrafos, hojas para escribir, medicamentos, un teléfono celular, una cámara fotográfica, pulóvers con nuestro logotipo o mensajes como, por ejemplo, “Soy australiano y apoyo a los opositores cubanos”.
Sería muy útil que las personas de otros países escribieran a sus respectivos gobiernos para pedirles que apoyen nuestra lucha y manifiesten su solidaridad con los presos de conciencia y los cubanos perseguidos por razones políticas. El número de cosas que se pueden hacer desde el exterior para ayudar a quienes luchamos por la libertad de Cuba es ilimitado.
¿Qué importancia concede Ud. al activismo en las redes sociales en favor de los derechos humanos, los disidentes, los presos políticos y el pueblo cubano en general?
El activismo en las redes sociales a favor de los derechos humanos, los disidentes, los presos políticos y el pueblo en general es de vital importancia. Sin este activismo no podríamos realizar nuestro activismo directo con la población, calle por calle, barrio por barrio, en el campo, los pueblos y las ciudades. Las redes sociales hacen posible que personas interesadas en temas cubanos por todo el mundo se mantengan informadas sobre lo que acontece en nuestra tierra, a la vez que contribuyen a proteger a los opositores, los periodistas independientes y los defensores de derechos humanos.
El ámbito principal de nuestro activismo es el que hacemos en contacto directo con la población. Un número creciente de cubanos participa en este tipo de activismo. Este activismo cara a cara implica mayores riesgos, pero crea fuertes vínculos fraternales entre los luchadores. Dicho activismo y el que se realiza en las redes sociales deben ir de la mano; deben estar estrechamente relacionados.
¿Qué podrían los activistas por la democracia cambiar o incorporar en su lucha en aras de la libertad de Cuba para mejorarla y fortalecerla?
A pesar de lo agresiva que se muestra la tiranía y del silencio cómplice de muchos gobiernos democráticos, vivimos momentos favorables para fortalecer nuestra lucha.
No obstante, tenemos serios problemas que no acabamos de resolver, tal como la falta de una unidad de acción real en Cuba y en el Exilio. Parece que todo el mundo quiere actuar independientemente según sus propias ideas. La tiranía se aprovecha de esta situación. Los cuerpos de inteligencia y contrainteligencia del régimen se burlan de nosotros por no tener mecanismos eficaces para contrarrestar sus infames y burdas acciones. La UNPACU ha hecho muchos esfuerzos en este campo, pero no ha encontrado la necesaria voluntad y conocimientos en otros grupos. Por ejemplo, varios agentes que hemos expulsado de nuestras filas por cooperar con la tiranía han acabado ingresando en otros grupos sin un liderazgo efectivo, que muchas veces dependen de organizaciones patrióticas exiliadas que desconocen muchos aspectos de nuestra realidad interna. Un alto porcentaje de los necesarios y escasos recursos destinados a la causa por la libertad y la democracia de Cuba cae en manos de supuestos opositores que no son más que agentes al servicio de la dictadura.
Tampoco hemos logrado una efectiva comunicación y colaboración con gobiernos amigos como el de EEUU para evitar que la tiranía se burle de ellos y de nosotros, tal como viene haciendo. La dictadura ha utilizado con muy buenos resultados el Programa de Refugiados Políticos de la Embajada de EEUU.
Otra lucha incesante de la UNPACU es contra el escapismo. Muchos cubanos optan por la vía rápida de alcanzar la libertad en otras tierras. En la UNPACU respetamos el derecho de toda persona a emigrar, pero promovemos el compromiso con la lucha. La UNPACU reconoce el sacrificio de quienes no desmayan en la lucha dentro del territorio nacional por una Cuba libre y próspera.
Por último, debemos hacer grandes esfuerzos para cambiar esa mentalidad de promoción. Muchos quieren ser “generales” y pocos quieren ser “soldados”, “sargentos” o “tenientes”. Este es un mal que afecta a los cubanos desde nuestras luchas por la independencia en el siglo XIX.
¿Qué tácticas son las más eficaces en su activismo? ¿Cómo contribuyen esas tácticas a los objetivos de los luchadores por la libertad de Cuba?
Hemos vivido más de medio siglo bajo un régimen de partido único, un régimen de corte estalinista, que ha dañado demasiado a nuestra sociedad. Los cubanos en mayor o menor medida hemos padecido o padecemos de indefensión, apatía, desesperanza, pereza y desconfianza en nuestras propias fuerzas. Muchos sólo quieren alcanzar la libertad en otros países o que otros se sacrifiquen por ellos.
Nuestras tácticas resultan eficaces en la medida en que se ajustan a nuestra realidad y a la manera de pensar de nuestros compatriotas. La UNPACU combina el activismo político con una amplia labor social, incluyendo la asistencia humanitaria, el deporte, la cultura y las actividades recreativas. Estamos contribuyendo a que la gente pierda el miedo al Estado que ha controlado totalmente sus vidas durante décadas.
Estamos consiguiendo que nuestros compatriotas recuperen la confianza en sí mismos. Queremos que sepan que si el régimen les cierra las puertas y los acosa por su activismo, nuestra organización les abrirá las puertas, los apoyará y acompañará. Queremos que sientan que no están solos.
En los estados de Europa Oriental de finales de los años 80 que estaban bajo la bota comunista, e incluso en países como Filipinas amenazados por el comunismo, siempre hubo un fuerte deseo de libertad e independencia. Se organizaron manifestaciones en las calles entre otras formas de oposición no violenta. Siempre había una llama de libertad ardiendo en los corazones de elementos activos de esas sociedades. ¿En qué disposición de ánimo se encuentra la nación cubana después de casi seis décadas de totalitarismo castrista para llegar a una situación similar?
Es cierto que no hemos logrado alcanzar niveles de activismo y protesta como los de Polonia con el sindicato Solidaridad, pero tenemos más activismo opositor que otros países comunistas de Europa del Este en fechas muy cercanas al colapso del comunismo. Por desgracia, el deseo de escapar de esta isla esclava sigue siendo muy fuerte.
Durante estas seis décadas de gobierno comunista, el deseo de libertad ha sido grande en Cuba. En la primera década del castrismo, muchos cubanos se levantaron en armas contra la tiranía. Con el apoyo material y el asesoramiento de la URSS, el régimen pudo ahogar todo acto de rebeldía. Cada vez que la dictadura sentía que las cosas estaban al borde de un estallido social, ha facilitado éxodos masivos hacia suelo norteamericano.
Cada día, más cubanos comprenden que sólo luchando por nuestros derechos y libertades lograremos una Cuba democrática, justa y próspera. La represión actual asusta a muchos, pero no mata nuestro deseo de libertad. Este anhelo seguirá creciendo hasta conseguir la libertad de nuestra tierra.
¿Cómo podría el movimiento disidente de Cuba aprovechar este anhelo de libertad para cambiar el estado de ánimo del pueblo cubano?
El movimiento opositor puede mejorar progresivamente el estado de ánimo de la población aunando esfuerzos y ampliando el activismo político y social en todo el país, sumando cada vez más ciudadanos, con el apoyo del exilio cubano y de las naciones democráticas.
Si todos los grupos opositores, de la Isla y del Exilio, trabajaran unidos con las estrategias y tácticas que ha venido desarrollando la UNPACU, el número de opositores públicos sería cinco y hasta diez veces mayor, y las protestas serían mucho más numerosas. La clave está en combinar inteligentemente el activismo político y social bajo una sola bandera en toda la nación. Por supuesto, el régimen no se cruzaría de brazos y atacaría con todas sus fuerzas. Pero la oposición tampoco se paralizaría; continuaría adelante con fuerzas renovadas hasta alcanzar la libertad.
Los recuerdos de la Cuba existente antes de la revuelta castrista van desapareciendo gradualmente, ya que quedan muchos testigos vivos de esa parte de la Historia. Varias generaciones de cubanos han sido educadas bajo la propaganda del Partido Comunista. Según entiendo, la Iglesia Católica y otras iglesias tampoco constituyen oasis de pensamiento libre, como lo fueron en algunos países de Europa Oriental antes de 1989. En su opinión, ¿cuáles son las fuentes de la futura renovación democrática de Cuba?
Es cierto que la labor de las iglesias de Cuba no puede comparar con la de la Iglesia Católica polaca antes de 1989. Sin embargo, la Iglesia Católica de Cuba ofrece programas donde se imparten temas relacionados con los derechos humanos y los principios democráticos y se prepara a los jóvenes para el futuro.
En medio de la persecución policial, los grupos independientes hacen un esfuerzo encomiable para preparar a la gente la conquista de la libertad y la vida en una democracia. Muchos cubanos tienen familiares en EEUU, y de estos les llegan noticias e ideas que refuerzan la percepción de que la democracia es el mejor de los sistemas políticos. Incluso los cubanos que están siendo enviados por el régimen a trabajar en el extranjero en las llamadas misiones por lo general regresan con una noción más clara sobre la diferencia entre un régimen dictatorial y un gobierno democrático.
Por mucho que la dictadura se esfuerce por evitar la influencia del mundo libre, éstas continúan llegando a nuestro país todos los días. Los demócratas cubanos, con el apoyo de demócratas de otras naciones, debemos seguir ampliando nuestros proyectos encaminados a educar la población, especialmente los jóvenes, acerca de la democracia y su importancia.
¿Cómo visualiza el futuro de Cuba en los próximos cinco años?
Veremos cómo el régimen continúa reprimiendo y empobreciendo a la nación. Pero también veremos una cantidad cada vez mayor de personas venciendo el miedo y dispuestas a luchar por sus derechos y libertades de forma más organizada. Veremos al régimen haciendo grandes esfuerzos para mantener el control de la sociedad, el cual irá perdiendo paulatinamente. Habrá más manifestaciones por nuestros derechos y libertades. Raúl Castro y los pocos de la vieja guardia que siguen vivos desaparecerán eventualmente, y sus sucesores podrían intentar implantar un sistema al estilo chino o ruso, en el mejor de los casos.
Los demócratas cubanos continuaremos luchando y, en la medida en que tengamos el apoyo del mundo democrático, alentaremos a la gente a luchar hasta alcanzar la verdadera democratización de nuestro país. Los cambios políticos que tengan lugar en Venezuela y América Latina, así como la postura de EEUU y la Unión Europea, jugarán un papel fundamental en los próximos cinco años. También podrían ocurrir cambios repentinos en ese período. En el caso peor, las fuerzas más retrógradas de la dictadura podrían llevar este país a un baño de sangre, lo que podría provocar una intervención militar bajo el mandato de la ONU. Estados Unidos, respondiendo a demandas de una solución a esa crisis humanitaria por parte de su numerosa comunidad cubana, podría llegar a intervenir igualmente.
Al final, con mayor o menor costo, tendremos una Cuba libre y democrática que condenará por siempre este oscuro período de castrismo, que está durando demasiado.
¿Existe consenso dentro de la dirección de la oposición cubana sobre el camino a seguir para democratizar el país?
Si en algo estamos de acuerdo la mayoría de los opositores cubanos es en que la lucha no violenta es el camino a seguir para alcanzar la democratización de Cuba. Las estrategias y tácticas pacíficas a emplear en este conflicto no parecen convencer a todos, y no hay consenso sobre cuáles de estas estrategias pueden ser más útiles. El acuerdo sobre las estrategias y tácticas a utilizar por todos los que estamos en esta lucha es un asunto pendiente de la oposición cubana. Se han dado pasos muy positivos en este sentido, pero queda mucho por hacer.
¿Tiene Ud. intenciones de negociar derechos y libertades con el régimen comunista, como hizo el movimiento polaco Solidaridad en la llamada Mesa Redonda?
Esa sería la mejor salida para solucionar nuestros graves problemas, pero el régimen no muestra la más mínima señal de que esté dispuesto a negociar. Por lo tanto, debemos seguir trabajando para conseguir la fuerza necesaria para obligar al régimen a sentarse a la mesa de diálogo y, si no están dispuestos a una solución negociada, los sacaremos del poder con la energía de un pueblo que busca un futuro mejor.
¿Ve Ud. alguna fuerza reformista dentro del régimen comunista de Cuba que pueda iniciar un cambio de la situación política desde la cúpula?
En toda dictadura, especialmente en esta fase en la que nos encontramos, siempre hay líderes con mentalidad reformista. Debido a las acciones de la línea dura de los regímenes dictatoriales contra los reformistas, estos disimulan al máximo sus ideas. En Cuba, hemos sido testigos de lo sucedido con líderes considerados reformadores en otros tiempos.
Los reformistas deben estar esperando mejores momentos, es decir, la desaparición física de Raúl Castro o su incapacidad para gobernar. El papel que jueguen los reformadores dependerá en gran medida del escenario regional e internacional. Dependerá de la política europea y estadounidense, así como de la permanencia o caída de regímenes como el de Venezuela en América Latina.
¿Cuáles son sus expectativas con respecto al nuevo enfoque de la administración norteamericana en su relación con Cuba?
En diciembre de 2014, saludamos sinceramente la nueva política anunciada por la administración del presidente Barack Obama, pensando que la misma podría contribuir a nuestros esfuerzos. Sin embargo, el régimen la recibió como un peligro para su estabilidad, ya que la gente se mostraba más dispuesta a expresar su verdadero sentir y, en consecuencia, decidió arremeter contra nosotros los opositores. Lamentablemente, la administración estadounidense no ha condenado firmemente este incremento de la represión castrista. En consecuencia, los ataques contra los demócratas cubanos son cada vez más intensos.
El gobierno de EEUU ha cambiado, pero el nuevo presidente aún no ha formulado su política hacia Cuba.
Creemos que EEUU, Canadá, la Unión Europea y otras naciones democráticas deben mostrar más solidaridad con el pueblo cubano y la oposición que lucha por sus derechos. Deben condenar abierta y firmemente los abusos del régimen castrista.
¿De dónde saca fuerzas para esta lucha continua enfrentando tanta oposición y represión?
Muchos cubanos están totalmente de acuerdo con nuestras propuestas, pero si no mostramos fuerza, imaginación y habilidad para eludir los obstáculos y la represión de la tiranía, muy pocos apoyarán nuestros proyectos, por muy justos y necesarios que sean. La UNPACU tiene un programa político. La UNPACU ofrece soluciones a muchos problemas que afectan a los cubanos, informa a las personas sobre sus derechos, les anima a organizarse y a defender estos derechos, y sirve al pueblo cubano en todo lo que puede. La UNPACU lo mismo da de comer a una anciana abandonada, que busca medicina para los enfermos, o prepara un concurso de música contestataria o una actividad deportiva. Nuestro movimiento organiza protestas pacíficas contra los desalojos forzosos y se manifiesta contra el desabastecimiento de agua. La UNPACU está convenciendo a la gente de que las victorias en pequeñas batallas nos llevarán al triunfo en una batalla mayor, que será la completa democratización de nuestra sociedad.
En 2012, el régimen, con abundantes recursos en sus manos, quiso competir de forma desleal, recurriendo siempre a la fuerza, con las actividades infantiles y juveniles organizadas por nuestra organización. En varias ocasiones, muchos niños y jóvenes que habían participado en actividades organizadas por el régimen decidieron pasarse a las nuestras. Después de eso, mucha gente, incluyendo militantes comunistas, estuvo comentando sobre los ridículos métodos empleados por la dictadura para competir con la UNPACU. Por ello, la dictadura decidió restringir nuestras actividades, pero no nos cruzamos de brazos y seguimos buscando alternativas y desarrollando nuestro activismo, aunque sea en condiciones más difíciles.
¿Qué pasaría si la dictadura castrista decidiera realizar reformas limitadas que no condujeran a la democracia sino a un régimen autoritario maquillado o decidiera usar la fuerza contra los ciudadanos?
Nuestra intención es conseguir la libertad y la prosperidad para nuestro pueblo de la manera menos traumática posible. Pero en la medida en que el régimen obstaculice el proceso de cambios que nuestra gente necesita, estaremos dispuestos a incrementar nuestros esfuerzos en aras de la libertad.
http://www.unpacu.org/mi-denuncia-semanal-a-la-dictadura-castrista-19-de-septiembre-de-2016-por-jose-daniel-ferrer-coordinador-general-de-la-unpacu/
Este artículo se publica como parte de la campaña “Mi Denuncia Semanal a la Dictadura Castrista”, promovida por la UNPACU (Santiago de Cuba) y el Foro América Unida (Santiago de Chile) con el fin de crear consciencia sobre la situación del pueblo cubano en todo el mundo.
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