La frontera terrestre que separa Camerún y Guinea Ecuatorial continúa cerrada. La decisión de cerrarla se adoptó tras la detención, el 27 de diciembre de 2017, de mercenarios en la ciudad de Kyé-Ossi, sobre los que recaen sospechas de intento de golpe de Estado contra el presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang Nguema.
Estos mercenarios, de orígenes chadiano y centroafricano, fueron detenidos por la policía camerunesa cuando probablemente preparaban una acción militar contra el régimen de Malabo. Diversas redadas llevadas a cabo por el ejército camerunés alcanzaron incluso las ciudades de Abang-Minko’o y de Ambam en Camerún a la búsqueda de posibles cómplices del plan urdido contra el presidente de Guinea Ecuatorial.
Desde entonces, las actividades comerciales en la ciudad fronteriza de Kyé-Ossi, en el lado camerunés, funcionan a marcha lenta, dado que la medida de cierre tomada por Guinea Ecuatorial, dura ya casi dos meses. Un verdadero suplicio para los comerciantes de esta ciudad, cuya actividad comercial es tributaria de la apertura con Guinea ecuatorial.
La libre circulación entre ambos países miembros de Cemac ha recibido así un duro golpe. Sin embargo, en octubre de 2017, Guinea Ecuatorial había adoptado la decisión de suprimir los visados para las estancias cortas (tres meses) para los originarios de la zona Cemac. Una medida que pretendía facilitar los intercambios entre las poblaciones de esta subregión.
Fuente : Journal du Cameroun