La estafa del Director de ENPIGE

 

El director del Ente Público de Gestión Inmobiliaria de Guinea Ecuatorial (ENPIGE), se hace de oro a base del esfuerzo y sacrificio del ciudadano que quiere adquirir una vivienda mínimamente decente.

José Antonio Osa Monsuy, como se le conoce al muy señor, vende las viviendas sociales a 3 millones de XCfa de más para que un ciudadano puede optar a una de ella, mientras que en la propia oficina la respuesta a los abonados  es que “no hay casas”;y eso que, muchos de los abonados, los que ya pagaron por sus viviendas, llevan esperando desde el año 2010. Han pasado 7 años, que se dice pronto; algunos, incluso, han fallecido durante la espera.

Fortuna total, lo que tiene Osa Monsuy

Radio Macuto ha sabido que, Osa, estos días, está repartiendo por su cuenta las viviendas situadas en las inmediaciones del peaje de Sipopo.

Estas casas que, de inicio costaban 1500000 XCfa son adjudicadas por Osa a 4.500.000; se hace por tanto, con 3000.0000, las cuales van a su cuenta personal; y para más inri, nunca pone el número de la vivienda que le corresponde  a la persona adjudicada. O sea, pagan un dinero sin saber siquiera qué vivienda les corresponde.

Mientras tanto, Osa Monsuy está construyendo una mansión cerca del “Cine Rial”; justo colindando su obra con la casa de Anatolio Ndong Mba.

A parte de los requisitos oficiales, Osa dispone de los suyos a cumplir para que te toque la suerte de entrar a formar parte de la lista de la gente que se puede encontrar registrados en su talonario clandestino. Como requisito primordial para Osa, se ha de poner 3 millones por encima de los 1.5 millones, en efectivo o ingresar en una cuenta de BANGE como se puede apreciar en este cupón:

Este es uno de los llamados «espabilados» de Guinea Ecuatorial;todo conseguido a base de estafas millonarias que nadie investiga o en su caso, es el coto privado que le han asignado las instancias superiores de los atracadores, a mano armada, del país

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Un comentario

  1. TODOS SOMOS EL DIRECTOR DE ENPIGE

    Publicamos en las redes sociales el pasado 02 de noviembre de 2017 un artículo de opinión titulado “El que calla otorga”, sobre la Sentencia del Tribunal Correccional de Paris del 27 de octubre de 2017. En ese artículo dijimos, y citamos textualmente los dos primeros párrafos: “Qui tacet consentire videtur. Durante largos años, nosotros, los ecuatoguineanos del interior, hemos dejado que nuestros hermanos de la diáspora opinen sobre la realidad que vivimos. ¿Cuál ha sido el resultado? Que cegados por el sesgo cognitivo han actuado con pleno desprecio a la verdad, confundiendo e interpretando maliciosamente informaciones reales con hechos creados para denigrar la imagen de nuestro País, de sus Instituciones legítimas y de las personas que las encarnan, desacreditándolo ante la opinión pública internacional. Durante largos años, nuestros hermanos de la diáspora han ocupado la cancha de los medios de comunicación internacionales y ahora ocupan las desviaciones que permean las redes sociales.

    Ante esta situación, el silencio de nuestros intelectuales del interior delata una cierta apatía e indiferencia ante la avalancha de críticas contra nuestro modelo de sociedad que tan buenos resultados nos ha dado durante los últimos treinta años. Que no lo vea el que no quiere verlo, pero la realidad y los hechos están a la vista de todos. Por lo que, ya es momento de tomar partido, aquí y ahora, creando una conciencia ideológica o una educación de la conciencia cívica y nacionalista. Ya es momento de teorizar los principios ideológicos de nuestro Partido, el PDGE, inculcándolos a los jóvenes. Haciéndolo así, desaparecerá el oportunismo político y prevalecerán sus principios ideológicos que son nuestra garantía de futuro”.

    Dicho esto, no podemos ni debemos dejar de comentar el artículo infame publicado con el pomposo título “La estafa del Director de ENPIGE”, por el desgarro que nos produce leer esta vileza y miseria humana que vehiculan ciertos individuos en las redes sociales. Por favor, que tengamos una mínima decencia intelectual. Como ciudadanos de a pie, nos consta que las viviendas de las que hacen referencia cuestan 40.000.000 XAF y no 1.500.000 XAF, con una entrada de 2.500.000 XAF. La cuota mensual fijada por la entidad bancaria que concede los créditos hipotecarios es de 200.000 XAF mediante una orden de transferencia permanente. ¡Qué vergüenza, qué manipulación más burda de la realidad! Usted habla de las viviendas situadas en las inmediaciones del peaje de Sipopo y presenta una Nota de Ingreso de las viviendas de Buena Esperanza, que evidentemente tienen otra modalidad de adquisición en la que el comprador tiene que pagar una cuota mínima mensual mediante Nota de Ingreso a la cuenta del Tesoro Público. Además, el comprador tiene la posibilidad de ingresar la cantidad que quisiera según sus circunstancias económicas del momento. Sin duda alguna, es el caso de la Nota manipulada y pegada a las redes.

    Sin mucho miedo a equivocarnos, ENPIGE es uno de los Entes que funcionan bien, en el marco de sus competencias. Y nuestros detractores internos y externos asestan sus golpes a lo que va bien para debilitarnos. El problema de la vivienda social es mucho más complejo y, por lo tanto, no se debe jugar con la opinión pública al respecto, usando la imaginación para inventar no sabemos qué historias sin fundamento. Aquí aconsejamos a los ciudadanos de bien la lectura del Arte de la Guerra del chino Sun TZU.

    Y por último, aconsejamos también la lectura de un artículo titulado “Psicología de la Envidia” del argentino Dr. Saúl F. SALISCHIKER. Como ven, uno de los detonantes de este panfleto es la envidia, es esa foto pegada en las redes, en medio del panfleto, donde aparece una casita en construcción supuestamente propietaria de la pareja Osa Monsuy. Una pareja formada, por cierto, por dos personas responsables, trabajadoras y ejecutivas de alta dirección. ¡Qué pena!

    Malabo, 11/03/2018. Telesforo Abeso

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