Por Crispin Mba
Una sabiduría popular dice que “cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar” es un refrán que enseña que cuando ves que algo acontece a tu alrededor, lo mismo te puede pasar a ti, así que debes estar preparado o tratar de evitarlo.
Todos los miembros del Gobierno de Guinea Ecuatorial, los acérrimos defensores del PDGE, que no lo defienden porque le aseguran la vida, sino que le ofrece todas las oportunidades para robar ingentes cantidades de dinero del pueblo de Guinea Ecuatorial para llevarlos a terceros países. Pero todo miembro corrupto de esa estructura extremista y fanática debe saber que, en cualquier momento le puede brotar por su costado un cogollo aún más corrupto y fanático y otro y otro y así hasta que los intereses de los propios corruptos se colisionan y surgen ajustes de cuentas.
Lo estamos viendo con la Compañía Ceiba Intercontinental SA, alimentada por una cadena de prácticas corruptas se ha convertido en una lucha fratricida entre los miembros más ladrones del gobierno de Guinea Ecuatorial. Lo veremos el día en que la otra banda de ladrones de GETESA (Guinea Ecuatorial Telecomunicaciones SA ) sean investigada.
Si dejas a diez corruptos en una habitación y te vas a cenar, a la vuelta, se habrán separado en tres facciones, cada facción buscará siempre ser los más corruptos y originales. Los ladrones o corruptos llámalos como más te apetezca, son fanáticos de los que pueblan el arco ideológico del gobierno de Guinea. Masacran, amenazan, extorsionan, acogotan, asfixian insultan a un pueblo cobarde que nunca se atreve a poner pie en pared; torturan, exilian y hasta asesinan a todo aquél de quien sospechan ser enemigo de esta macabra causa. Y no digamos si sospechan o detectan algún tipo de titubeos en el seno de la misma autocracia. Ahí se comportan como auténticos criminales de la revolución chechena.
Tanto es así que en esta semana asistimos a una parodia en el que arrestan a Ruslán Obiang Nsue hijo de Teodoro Obiang Nguema por robar y vender un avión ATR y hacerse con el dinero de la venta del avión. Tanto que el mismo presunto malhechor, en vista de cómo se ponían las cosas, tuvo que grabar un video, con la imagen de su padre al fondo, para advertir que está siendo linchado públicamente y puede dejar arder la casa de la cera e implicar a muchos presuntos delincuentes más, afirmando que él no está sólo y él es una cuádrupla pieza de una larga escalón de presuntos bandidos concentrados en la administración pública guineana. La manifestación paralela donde explica su “obra de misericordia” da una lacónica idea de la esquizofrénica corrupción que padecen la casi totalidad de los carcamales que ostentan responsabilidades en Guinea Ecuatorial.
Ruslán Obiang Nsue se ha tragado un sapo con todas las patas, pero a quien se catalogue como presunto delincuente nunca tiene suficiente. El pronóstico de la dictadura es que antes de que se divida o se fraccionara Guinea Ecuatorial en dos, se fraccionaría primero la propia dictadura, que ya está dividida en varias fracciones como lo estamos viendo en este asunto de Ceiba Intercontinental SA. Conseguirán odiarse todos entre ellos y en todas las direcciones.
No hay que ser aséptico, todos los guineanos, a excepción de los que roban a Guinea Ecuatorial, tienen un inmenso interés en que los presuntos ladrones y corruptos que malversan el dinero del estado guineano acaben en la cárcel y que devuelvan el dinero. Pero es de justicia y credibilidad en que los culpables de malversación de caudales públicos paguen las consecuencias y que sean castigados por la ley. El ajusticiado Ruslán Obiang Nsue, como a tantos que pululan en el gobierno de Guinea, personas con nulos valores de honestidad, han vivido una larga década de barbecho judicial sin que alguien les haya afeada la conducta, ni tan siquiera hayan puesto sus nombres y apellidos a sus fechorías como está ocurriendo ahora.
El pueblo de Guinea Ecuatorial está hastiado de ver cómo sus gobernantes les roban y cómo la corrupción causa grandes estragos de pobreza en un país que puede dar de vivir holgadamente a sus hijos. Aunque Teodoro Nguema Obiang Mangue ha iniciado una pugna para “limpiar”, según él mismo, a los corruptos del gobierno de Guinea, pero su credibilidad por parte del pueblo se choca con muchos elementos contradictorios que no vamos a tocar en este artículo. Pero queremos creer que Nguema Obiang va en serio, aunque sea simplemente establecer un patrón de conducta por la cual, quien roba al pueblo de Guinea Ecuatorial sea identificado públicamente. Así, por ejemplo, cuando te subes en un avión y alguien se queda sentado en la primera clase y tú te vas a la clase económica, sabrás que el que está sentado allí en la primera clase no está sentado allí por sus méritos económicos, sino por ladrón. Y eso es crear conciencia.
No hay que enmendar la plana a los corruptos, simplemente hay que meterlos en la cárcel y que devuelvan lo robado al pueblo de Guinea Ecuatorial. No se puede tolerar que alguien robe a su propia casa y esos bienes los regale a terceros países. Hay que acabar con esa idea tan extendida de que, si eres de la familia del presidente Obiang Nguema o amigo o perteneces al PDGE (Partido democrático de Guinea Ecuatorial) y delinques, siempre vendrá alguien a socorrerte y reclamando compasión. Así el gobierno de Guinea Ecuatorial y el Partido en poder acaban convirtiéndose en un grupo que fomenta la delincuencia, la corrupción y lo protege. Alguien tiene que desmarcarse honestamente de eso, porque es el único camino razonable para la supervivencia de este país.