Un reportero de Radio Macuto se topó con «Hombre lujo» en las calles de Malabo y constató que «ni muletas le han podido dar en el hospital; ya es un soldado inútil»
Sobrevivió de las embestidas de los perros de raza de Coo, ahora intenta salir adelante con las embestidas de la sociedad y del cuerpo castrense que la misma Coo y su marido han creado, apoyado sobre unas «muletas» de madera hechas por un carpintero que ha tenido «compasión a la familia».
Un policía militar, procedente del cuerpo de la marina, es lesionado mientras prestaba sus funciones en el recinto presidencial y es abandonado a su suerte en el hospital; por donde no se albergaba ninguna esperanza que saliera con vida.»Resucitado», como dicen sus compañeros de filas, tampoco es atendido por nadie; deambula en las calles de Malabo como un zombi. Eso, en un país donde han creado una dirección dentro del ministerio de la defensa, encargada del personal jubilado y los mutilado; dirección que lleva el tétrico Cayo Ondo Mba Angue. Mientras, nos llenan el país con mercenarios que cobran millones al mes.
Así es como Teodoro trata a los que se sirve de ellos para reprimir a la población guineana.
Dicho sea de paso, los mutilados del ejército de Guinea Ecuatorial no son por una afrenta militar en las fronteras que los países vecinos no hacen más que achicar;ni mucho menos de intentar recuperar la isla de Mbañe que flota sobre un yacimiento pretrolifero; sino por banalidades .
La nota buena, según un confidente es que, «han dado la orden de dejar en libertad al militar que disparó a los perros y salvó la vida a Hombre lujo«; quien en un principio fue brutalmente torturado y encarcelado en Black Beach por ese hecho.