Guinea Ecuatorial es un país contradictorio donde todos son doctos, nada funciona y nadie dimite
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Por José Eugenio Nsue
Si no fuera porque ahí hemos nacido y crecido, ahí descansan los restos de nuestros progenitores y nuestros seres queridos, ahí viven o malviven aún familiares, amigos y compañeros a los que queremos mucho y echamos de menos por eso deseamos de corazón que este país prospere, se democratice y sea homologable al resto de los países civilizados, estaríamos entreteniéndonos con los actores políticos de este país por los disparates y los desaguisados que nos tienen acostumbrados; el país sería un caldo de cultivo para las películas de Berlanga, Cantinflas, Alfredo Landa o el mismísimo Woody Allen. Guinea Ecuatorial es digno de un profundo y serio estudio psicoanalítico por los prestigiosos psiquiatras del mundo.
El régimen y sus colaboradores, para mantener a la población en la ignorancia, incomunicada y sobre todo amedrentada permanentemente, han bloqueado todo acceso a la información; está totalmente prohibido en el país otros canales, cadenas de televisión, radios y prensa escrita que no sean de ellos; y en esos, toda crítica o voces de quienes no forman parte del círculo y su órgano propagandístico, PDGE, está vetada.
Con este apagón informativo y mediático han conseguido construir una leyenda, unos bulos, para entretener a la sufrida población haciéndola creer la sarta de mentiras, engaños y patrañas que cuentan los aduladores y panfleteros del reino; le hacen creer que Guinea es un país homologable (igual que los demás países); ahí se vive en paz, hay libertades, las instituciones además de democráticas, funcionan y son útiles para la sociedad; la familia presidencial desvive por y para Guinea y para los guineanos; la gente es feliz y goza de buena salud, dispone de excelentes y gratuitos servicios (educación, sanidad, transporte, etc); el país es autosuficiente y cuenta con una clase intelectual envidiable. En definitiva, en Guinea Ecuatorial: PROGRESO ENTOYANG (ya ha llegado el progreso), cuando la realidad que se vive es totalmente distinta; Guinea Ecuatorial carece de todo absolutamente, no produce nada; es un Estado dependiente. Por no producir no produce ni la yuca, la malanga o el cacahuate que son los alimentos básicos de la cocina del país; todo se exporta, no hay un solo servicio gratuito, hasta para interponer una demanda, pedir una ambulancia (si hay) o poner una denuncia en una comisaría, hay que pagar; el nivel y la calidad de la enseñanza están por los suelos; ni una sola institución del Estado, órgano, incluido el mismo Gobierno funciona, es útil.
A pesar de esta realidad irrefrenable, aparecen sujetos que se jactan y vanaglorían de ser expertos y poseedores de infinidad de títulos; los guineoecuatorianos padecen de titulitis, su saber se limita en palabrerías cuando los hechos demuestran todo lo contrario. De repente una fiebre de intelectualidad se ha apoderado de los miembros del régimen y administración de los Obiang donde curiosamente resulta que los que realmente mandan, tienen el poder son todos unos mintundis, analfabetos funcionales, pero al mismo tiempo son los que dan sabias orientaciones, desacreditan a los Magistrados y presiden honoríficamente hasta las instituciones académicas y profesionales, mientras que los que se creen sabedores y los que sí saben aunque no sé vanaglorían de ello quedan subordinados y al servicio de aquellos.
Sin vergüenza, pasan de bares en bares, por los supermercados, en casas de las amantes, en los canales de televisión, en emisoras de radio propiedad del régimen, o allá donde hay una aglomeración de ciudadanos y pueblerinos proclamando su intelectualidad, su sapiencia y, a la vez, desacreditan a todos los que ni conocen, ni están en su órbita, simplemente porque no les baila el agua ni forman parte de su organización criminal, el PDGE. Se olvidan que obras son amores y no buenas razones; aunque el saber no ocupa lugar, está claro y más que demostrado que el conocimiento es poder (Thomas Hobbes), además el conocimiento, la ciencia, la tecnología, el saber en general transforma el mundo, cambia la mentalidad y las vidas de las personas y desarrolla las sociedades; resulta que para nuestros ‘ intelectuales ‘ sabelotodo, no consiguen transformar, cambiar, desarrollar y hacer progresar ni el país, ni a las instituciones, ni a la sociedad guineana; Guinea Ecuatorial cada vez va a peor, nada funciona y nada hace vislumbrar que ella cuenta con tantos doctos como predican, hasta lo están reconociendo los mismos miembros preeminentes del régimen como Sergio Abeso y Filiberto Ntutumu que forman parte en el desmantelamiento y la quiebra del Estado guineano.
Lo más aberrante es que aquellos que son los responsables y los causantes de la involución, el subdesarrollo y el abanderado del país, a pesar de haberles confiado las máximas responsabilidades; lejos de dejar huellas a sus pasos, construir, ordenar, cambiar a la sociedad para bien, se dedican a criticar, despotricar y arremeter contra las instituciones de las que forman parte, contra las políticas del régimen y el sistema que apoyan, han diseñado, comulgan, defienden y con los que se sienten orgullosos. Si tanto saben y conocen, si no les hacen caso ni les dejan demostrar y desarrollar lo que saben, si no les gusta lo que ven, lo que viven y lo que les mandan hacer, ¿por qué no dimiten para así dejar claro que a pesar de haberlo intentado, no han podido demostrar sus conocimientos en el país ya que sus dueños, Obiang y familia, no lo permiten?
Así que para todos esos iluminados que se creen insignes intelectuales en un país donde el 40% de las personas que apenas sabe leer, no comprende lo que lee, no hay industrias, fábricas, granja ni explotaciones agropecuarias. Guinea no produce nada, es un Estado dependiente; un país donde la policía y gendarmería actúan de fiscales y magistrados; sus atestados e informes son sentencias condenatorias y mandan a la prisión a las personas; la familia presidencial (Obiang, sus consortes, vástagos, hermanos, cuñados, primos y sobrinos) son alta magistratura y jueces de última estancia; sus órdenes son de obligado cumplimiento y contra ellas no caben ni recursos ni apelaciones, se acatan y punto mientras que los Fiscales, Jueces y Magistrados se limitan a firmar y a obedecer; el que quiere actuar conforme a las leyes y con criterio es cesado fulminantemente; y aun así, nadie dimite.
Si hay un país en el mundo que bajo ningún concepto puede hablar del saber ni sus paisanos alardearse de expertos, intelectuales y doctorados, es Guinea Ecuatorial; ahí no hay vestigio de intelectualidad, ni el uso del raciocinio; sigue siendo una selva.
Otra prueba de que ahí falta de todo, no hay expertos nacionales de talla es la continua contratación de bufetes de abogados foráneos (americanos y franceses) para defender los intereses de Guinea, por ejemplo en el conflicto con Gabón por el islote de Mbañe, o para tratar de defender a Tontorín en sus fechorías que habitualmente comete en todo el mundo. Si el país contaba con abundantes expertos en todo, ¿por qué ir a buscarlos fuera; por qué evacuar a ministros y familiares del rey Obiang para ser tratados fuera del país? ¿Significa que no hay guineanos expertos, cualificados, preparados, verdaderos intelectuales y capaces?: claro que los hay pero son los aborrecidos del régimen que prefiere la mediocridad e ignorancia para perpetuarse en el poder.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?
Cuando las mentes que rigen un pais son del coeficiente de los primates no se puede tener esperanzas para el colectivo débil, es una gran pena.
Se denominan seres, pero en realidad son animales vestidos de pantalones o faldas, según desde el punto de observación de cada persona.