Guinea Ecuatorial celebrará el día 12 elecciones legislativas y municipales en las que se prevé que la formación del presidente del país, Teodoro Obiang Nguema, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), reedite la aplastante victoria que consiguió en 2013.
Bajo el lema «Hacer el bien, evitar el mal», el PDGE busca revalidar los 99 de 100 escaños que consiguió en la Cámara de Representantes del Pueblo y los 74 de 75 que conquistó en la Cámara Alta.
El partido de Obiang, que concurrirá en coalición junto a otros 14 partidos, se presenta como «la opción para la continuidad del progreso y la paz que necesita Guinea Ecuatorial» y denuncia «las acciones y argumentos de violencia que presentan otras formaciones políticas».
Mientras tanto, el líder opositor Andrés Esono, de la Convergencia para la Democracia Social de Guinea Ecuatorial (CPDS) recordó en una entrevista concedida a Efe el pasado 4 de noviembre que estos comicios son «la última oportunidad para echar del poder de forma democrática» al partido gobernante.
Esono lamentó la «falta de acceso a los medios de comunicación» para su campaña, pero mostró su confianza en poder «movilizar a la población» para lograr el cambio político en su país.
El CPDS formó en marzo la coalición Juntos Podemos junto a la Unión de Centro Derecha (UCD), encabezada por Avelino Mocache, inspirado por la experiencia de otros países africanos «donde los dictadores han ido cayendo y la oposición se ha unido».
Los rumores que llegan desde la oposición sobre el delicado estado de salud de Obiang alimentan las dudas sobre si estas serán las últimas elecciones del presidente, el mandatario africano que más tiempo lleva en el cargo, al que accedió en 1979 tras un golpe de Estado en el que derrocó a su tío, Francisco Macías Nguema.
Una de las principales figuras de la oposición, el fundador del Partido del Progreso, Severo Moto, afirmó ayer que Obiang fue operado en agosto en el área oncológica de un hospital de São Paulo (Brasil), y desde entonces «se sabe poco de él».
En declaraciones a la prensa en Toledo, Moto pidió a sus conciudadanos que se abstengan de votar en las elecciones y afirmó que le consta que «la comunidad internacional, en principio, no va a aceptarlas, viendo cómo se preparaban, e incluso han recomendado no celebrarlas».
La mayoría de expertos apunta como sucesor de Obiang a su hijo y vicepresidente, Teodoro Obiang Nguema Mangue, conocido como «Teodorín», recientemente condenado en Francia a tres años de cárcel exentos de cumplimiento y a una multa de 30 millones de euros por blanqueo de capitales, sentencia que posteriormente recurrió.
Otras fuentes de la oposición apuntan a otro de los hijos del presidente, Gabriel Mbega Obiang Lima, actual ministro de Minas, Industria y Energía -que controla el petróleo, principal fuente de ingresos del país- y revelan un posible conflicto con su hermano por la sucesión en el poder.
Precisamente el petróleo, cuyos precios todavía no han recuperado los niveles previos al descalabro de finales de 2014, ha provocado que la situación económica de Guinea Ecuatorial haya empeorado sensiblemente, al caer su PIB entre ese año y 2016 en un 52,6 %.
Las previsiones del Banco Mundial (BM) al respecto no son nada halagüeños: se estima que la economía ecuatoguineana se contraiga un 5,9 % en 2016, un 7 % en 2018 y un 6 % en 2019, lo que sumaría siete años seguidos de una recesión que arrancó en 2012.
Pese a esto, la población del país no se ha visto beneficiada del gran progreso económico que el país registró en los años dorados del petróleo: pese a que el PIB pasó de apenas 1.000 millones de dólares en 2000 a los 22.390 de 2012, el índice de desarrollo humano apenas ha avanzado, y Guinea Ecuatorial se mantiene en el puesto 135 del mundo.
Asimismo, no se observan señales de descenso en la represión contra opositores bajo el mandato de Obiang, reelegido para el cargo en 2016: el último ataque directo a la libertad de expresión se produjo hace escasas semanas con la detención y encarcelamiento provisional del dibujante Ramón Esono, que había publicado un cómic satírico sobre el presidente.
Tampoco en materia de corrupción se presentan grandes avances: el país, uno de los más corruptos del mundo según los últimos informes de Transparencia Internacional (TI) en los que figuró, ya ni siquiera entra en los informes de esta organización.
EFE