Por Charlotte Van Ouwerkerk
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) celebra a partir del lunes nuevas audiencias sobre el contencioso que opone a Francia con Guinea Ecuatorial, que acusa a París de haber violado la inmunidad diplomática del hijo del presidente guineoecuatoriano.
Las relaciones entre ambos países son tensas desde que la justicia francesa inició en 2016 un proceso contra Teodorin Obiang, hijo del presidente Teodoro Obiang y, él mismo, vicepresidente ecuatoguineano, acusado de haber saqueado las arcas del Estado y de haber comprado propiedades suntuarias en los lugares más caros del mundo.
Teodorin Obiang fue condenado por la justicia francesa, el pasado octubre, a tres años de prisión en suspenso y a 30 millones de euros de multa, igualmente en suspenso, dentro del “affaire” de los “bienes mal adquiridos”.
Según la justicia francesa, el hijo de Teodoro Obiang, un presidente que dirige Guinea Ecuatorial con mano de hierro desde el 1979, ha creado fraudulentamente en Francia un patrimonio de varias decenas de millones de euros, en el que destaca un palacete particular de 4.000 metros cuadrados situado en el distrito 16 de París, uno de los barrios más lujosos de la capital.
Teodorin Obiang pudo ser juzgado por el tribunal correccional de París al no al haber exigido la CIJ que se suspendieran los procesos judiciales franceses en su contra, pese a existir una demanda en este sentido por parte de las autoridades guineoecuatorianas. Malabo denunciaba que se estaba produciendo una violación de la inmunidad del vicepresidente.
Zonas de sombra
Francia ha mantenido que la Corte Internacional de Justicia no era competente en los temas de los “bienes más adquiridos”, basándose en la Convención de Naciones Unidas contra la delincuencia internacional organizada.
La delegación francesa intentará el lunes demostrar sus tesis sobre la falta de competencia de la CIJ y la parte ecuatoguineana le responderá el martes. La segunda vuelta de las alegaciones tendrá lugar el miércoles y el viernes.
A instancias de Malabo, el juez de la CIJ encargado del sumario, El Abdulqawi Ahmed Yusuf, pidió a Francia en 2016 que se garantizase hasta el final del proceso la protección de los locales parisinos situadas en la muy chic Avenida Foch y que según Guinea Ecuatorial acogían la sede de su misión diplomática.
Durante los debates en la CIJ, Guinea Ecuatorial se había declarado “profundamente ofendida por la manera injusta e insultante” en la que había sido tratada en Francia.
Francia, por su parte, aseguró que Malabo había intentado “disfrazar un edificio privado como un bien público de uso diplomático”.
En enero, las relaciones entre ambos países se vieron perjudicadas otra vez cuando el ministro ecuatoguineano de Asuntos Exteriores, Agapito Mba Mokuy, afirmó que el intento de “golpe de Estado” que Malabo dijo haber desbaratado en diciembre se había organizado en Francia.
El ministro excluyó, sin embargo, cualquier implicación de las autoridades francesas en este asunto quemuestra numerosas zonas de sombra.
Fuente: Agencia France Press
Comunicado de La CIJ, Dic 2017 by tiempos canallas on Scribd