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La felicidad y el guineano están reñidos,son incompatibles

El Estado que no educa, ahora también prohíbe celebrar

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Según se ha podido leer en un extenso y solemne comunicado emitido por la Comisión Ejecutiva Nacional de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), el partido celebró una reunión simultánea en sus sedes de Malabo y Bata con un único punto no declarado en el orden del día: rendir homenaje incondicional a su Secretario General, Andrés Esono Ondo, y silenciar las críticas que ha recibido en las últimas semanas, especialmente de los exmilitantes de la formación.
El documento, firmado por los principales cargos del partido en ambas ciudades, centra su atención en lo que CPDS describe como una “campaña de injurias y calumnias” contra su líder, impulsada por antiguos compañeros “que se consideran estar por encima de las decisiones mayoritarias y democráticas del partido”. El tono no deja lugar a dudas: la dirección de CPDS ha optado por el cierre de filas, el blindaje personalista y la persecución del disidente, en lugar del debate, la autocrítica o la apertura democrática que alguna vez defendieron.
El país se hunde, pero CPDS aplaude a su jefe
Sorprende, aunque ya no tanto, que en medio de un panorama nacional marcado por la represión política, el empobrecimiento progresivo a mucha velocidad de la población y la migración forzada de miles de jóvenes, el CPDS decida emplear su tiempo y recursos en redactar un manifiesto de autodefensa interna. La prioridad del partido no parece ser el régimen de Teodoro Obiang ni su aparato represor, sino las voces críticas que, desde dentro y fuera del país, se atreven a cuestionar el rol cada vez más decorativo de CPDS en la política nacional.
En lugar de responder políticamente a las acusaciones, algunas muy graves, como la falta de democracia interna o la supuesta connivencia con estructuras del régimen, el comunicado opta por el victimismo y anuncia que se emprenderán medidas disciplinarias y hasta acciones judiciales contra quienes “atenten contra la imagen del partido”. El mensaje es claro: si se te ocurre hablar, prepárate.
Una estructura sin reflejo social
La lista de firmantes incluye a figuras que, aunque ostentan cargos rimbombantes dentro del partido, tienen escasa o nula proyección social más allá de los muros de la sede. La presencia de tantos “secretarios de esto y lo otro” contrasta con la ausencia de posicionamientos públicos sobre los problemas reales del país: cortes de electricidad, abusos policiales, represión judicial, o la falta total de libertades civiles.
Esta desconexión entre el partido y la sociedad no es nueva, pero sí cada vez más evidente. De haber sido un símbolo de oposición legal dentro de Guinea Ecuatorial, CPDS ha pasado a convertirse en una entidad preocupada por su propia burocracia interna y las heridas del ego de su Secretario General. Es como si el partido hubiese renunciado voluntariamente a la ciudadanía para quedarse a vivir dentro de su sede.
Reacciones en redes
Tras la publicación del comunicado, varios opositores han reaccionado con ironía o molestia. Algunos lo han calificado como “bochornoso”, otros como “una declaración de guerra contra la libertad de expresión interna”, y no faltaron los que recordaron que la militancia crítica fue la que mantuvo vivo al partido en los años duros, cuando la dirección brillaba por su silencio.
Entre los más críticos se encuentra un exdirigente
“Andrés ha convertido el partido en una secta. El que no lo aplaude, es expulsado. Ya ni siquiera intentan disimularlo”, dijo.
«Andrés ha optado resolver los problemas del partido con expulsiones a los que protestan contra las actuaciones arbitrarias. Esta injusticia ha hecho que buena parte de jóvenes del partido se rebele. Todos los expulsados son jóvenes, esto tiene una lectura especial«.
¿Queda algo del CPDS de antes, aparte de las siglas? Algunos creen que sí, aunque sepultado bajo capas de miedo, sumisión y estructura vacía. Otros ya lo dan por muerto. Lo único cierto es que, en un país sin libertades, es triste ver cómo un partido opositor decide parecerse cada vez más a sus verdugos.
No se puede tapar el Sol con un sólo dedo…Andrés no es víctima de esta situación, sino cómplice porque fue avisado en cada momento, desde 2018 hasta hoy; no asumió el papel de un dirigente político serio… Cree que un partido político se dirige con manipulación a la base… Cria cuervos, y te sacarán ojos.
Para que CPDS vuelva a funcionar, Andrés debe dimitir porque su gestión es desastrosa. Y no tiene cara para hablar entre los demás dirigentes de partidos políticos de la Comisión de Vigilancia y Seguimiento del Pacto Nacional Partidos Politicos-Gobierno.