Al medio centenar de detenidos en Guantanamo, entre taxistas y jóvenes estudiantes confundidos con los primeros, les están torturando física y psicológicamnte con el objetivo de firmar un documento que dice que fueron instigados por la oposición para convocar y ejecutar la huelga.
La ciudad de Malabo amaneció sitiada, militares fuertemente armados en todas las esquinas y se está cumpliendo a rajatabla la orden dada por el ministerio del interior:
«Remolcar todos los coches con los colores de taxi de Malabo aparcados o circulando en las vías públicas»
Mientras, la alcaldesa de la ciudad María Coloma Edjang dice estar «sorprendida del comportamiento del colectivo de los taxis«. Y su solución a la crisis es «poner al servicio del pueblo, los autobuses municipales» que, nadie sabe dónde están, ni los han visto.