Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que los comicios legislativos y municipales que se celebrarán mañana domingo en Guinea Ecuatorial se llevan a cabo en un contexto de violación de derechos civiles básicos, como el de expresión o el de asociación, y de ausencia de libertad política.
En una entrevista con Efe, la encargada de campañas para los países anglófonos y latinos en África de AI, Marta Colomer, señaló que el Gobierno que lidera desde 1979 el presidente Teodoro Obiang Nguema recurre al «miedo» y a la «intimidación» contra los opositores y activistas de derechos humanos.
«Al no haber libertad de expresión ni libertad de asociación, la gente de los partidos de la oposición, los defensores de los derechos humanos, no se pueden expresar libremente. Y hay un clima de miedo, hay temor a poderse expresar y poder concurrir libremente a este tipo de elecciones o simplemente a hacer el legítimo trabajo de defensa de los derechos humanos», subrayó.
A modo de ejemplo, Colomer señaló el caso del ilustrador Ramón Esono Ebalé, autor de obras críticas con el Gobierno, que fue encarcelado tras volver a Guinea Ecuatorial para renovar su pasaporte.
«Le han hecho un montaje y ahora está detenido, lleva más de dos meses en la cárcel sin cargos, lo que es totalmente inconstitucional. Le están acusando de falsificación de moneda aunque no tiene ningún sentido porque esta persona no vivía en el país (…) Esta persona había ido el 29 de agosto (a Guinea Ecuatorial) a renovar su pasaporte«, apuntó.
«Ese tipo de acciones lo que envía es un mensaje a todos los otros defensores de derechos humanos, a activistas, a miembros de la oposición de ‘si vosotros no os comportáis como yo digo, si vosotros hacéis uso de vuestra libertad de expresión esto es lo que os puede pasar’. Esto es una preocupación para Amnistía Internacional, ya sea en un contexto electoral o no«, agregó.
Para Colomer, aunque los derechos humanos sean algo «indivisible», un desbloqueo de las libertades civiles y políticas es el primer paso para que la situación de los ecuatoguineanos pueda mejorar también en materia económica y social.
«Estamos hablando de un sitio donde la gente no se puede organizar, donde están completamente vigilados, donde la gente tiene miedo de expresarse… a partir de ahí los otros derechos económicos y sociales no se pueden alcanzar. Yo creo que el primer llamamiento sería asegurar que haya una libertad de expresión y de asociación efectiva y que la gente se pueda organizar y expresar«, opinó.
Amnistía Internacional también considera fundamental que la comunidad internacional ejerza presión para que cambie el escenario ya que «internamente» es «muy difícil», dadas las restricciones de libertades y la pervivencia del régimen desde hace casi cuatro décadas.
«Hablamos de una sociedad y de unas organizaciones a las que, desgraciadamente, el sistema ha debilitado y a las que pone muchas dificultades a pesar del coraje de la gente del país«, indicó.
Colomer recalcó que no se puede «ver que todo esto está pasando, que meten a gente inocente en la cárcel simplemente por hablar» y aun así «dar la espalda y mirar a otro lado» o seguir «haciendo negocios con este tipo de países».
«Yo creo que tanto España, los países de la región, la Unión Africana o la Unión Europea no podemos estar mirando a otros lados», completó.
Guinea Ecuatorial celebrará este domingo unos comicios municipales y legislativas en los que se espera que se reedite la aplastante victoria que el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) de Obiang consiguió en 2013, que le permitió colocarse en 99 de los 100 escaños de la Cámara de Representantes del Pueblo y con 74 de los 75 de la Cámara Alta.
Los grupos opositores que concurren denuncian tanto la falta de libertades políticas y derechos civiles en el país como graves irregularidades en el censo, organizado por la Junta Electoral Nacional (JEN).
Otros llaman a la abstención ya que consideran que los comicios no tienen validez al existir partidos no autorizados a concurrir y porque muchas de las figuras contrarias al régimen de Obiang viven en el exilio.
EFE