Vinicius ha metido la pata. El racismo y la xenofobia no se combaten con el victimismo


Por José Eugenio Nsue

Hay una canción en francés, creo que es del grupo T.P. Orchestre Poly – Rythmo, titulada o cuyo estribillo dice: «trop parler, c’est maladie» (hablar demasiado es una enfermedad). Es lo que padece Vinicius Jr.

Cuando el año pasado él se estalló en el estadio de Valencia, Mestalla y en Mallorca, Son Moix por los gravísimos insultos racistas que recibía y puso en evidencia el racismo y la xenofobia que había y sigue habiendo en la sociedad española a veces de forma sucinta, a veces de forma indisimulada como el trato de no pocos policías nacionales, autonómicos y municipales o locales; los cánticos e insultos que se escuchan en todos los estadios contra los jugadores negros, en los aeropuertos, Centros comerciales, colegios e institutos, etc, etc; muchos le apoyamos, nos solidarizamos con la causa que denunciaba y la hicimos nuestra porque éramos también víctimas de similar trato; hasta yo, aunque es antiestético autocitarse, no queda más remedio, hice algunas consideraciones en mis habituales reflexiones de domingo semanales. En aquellas reflexiones, además de denunciar y criticar el racismo institucional que hay desde el Gobierno español hasta los medios de comunicación públicos y privados pasando por las instituciones públicas y privadas, así como en el resto de las entidades. Me preguntaba, cómo era posible que 600 años después del descubrimiento de América y las subsiguientes colonizaciones que más bien fueron verdaderos expolios hasta hoy, no ha habido un solo ministro negro, andino, azteca, maya o inca; no hay un solo presentador o director de algún telediario o programa de televisión, radio o periódico, algún empleado bancario negro; dobde ser profesor de un instituto, universidad, enfermero, médico o sacerdote negro, sigue causando extrañeza y es noticia; donde hay un solo, más bien una sola policía nacional negra (por su puesto, mi sobrina y después de unas oposiciones como tiene que ser), un solo diputado en la Asamblea nacional. ¿Qué pasa, que de repente todos los negros españoles nos habíamos vuelto tontos e incapaces de sacar una carrera, ejercerla u ocupar una cargo de responsabilidad? Donde muchos profesores y maestros siguen preguntando, como a mis hijos todos nacidos en España y nunca han pisado el país de los padres, que de dónde eran y cuando respondían que de Madrid y de Lanzarote, les seguían preguntando que de dónde eran como si de Madrid o Lanzarote no podía ser un negro originario; y donde en los estadios, un buen número de energúmenos insultaban, gritaban y hacían gestos simulando a simios contra los jugadores negros mientras la prensa la prensa y los opinadores mediáticos seguían negando que hubiera racismo y xenofobia en España. Terminé invitando a la prensa reconocer lo evidente y demostrable de que en las Instituciones y en la sociedad españolas, existía y existe el racismo implícito y soslayado como en todas las sociedades del mundo; para acabar con esa lacra había que reconocer, admitir, repudiar y combatirla; al Gobierno, que no sólo predique con palabras biensonantes, hablar de tolerancia, convivencia y la integración, cuando la realidad es totalmente distinta; que predique con hechos para que se vea una verdadera integración.

De ahí a decir que España es racista y si no se acababa con el racismo español, no había que traer el Mundial de fútbol acá, es pasarse no uno, no dos, ni tres pueblos, sino precipitarse en el Agujero Negro. Solo los necios son aquellos que atribuyen a todo un país, una nación o una raza actitudes, comportamientos concretos; que si los negros huelen mal, los moros son ladrones y violadores, los colombianos son narcotraficantes como Escobar y sicarios, los dominicanos son violentos y andan formando bandas delincuenciales, los españoles son racistas…

España tiene más de 47 millones de habitantes, el porcentaje de los racistas y xenófobos no llega, de momento, a 20% (calculando los votantes de los extremistas) y ni aun así, todos tampoco son racistas y xenófobos; en España juegan en Primera, Segunda y Tercera División más de 100 jugadores negros. Concretamente en el Real Madrid que muchos envidiosos y enajenados dicen que es un equipo franquista y racista, tiene ahora en su plantilla a más de 9 jugadores negros: Militao, Mendy, Alaba, Rüdiger, Kamavinga, Tchouaméni, Rodrygo, el mismo Vinicius y ahora Mbappé y Endrick; antes, habían jugado en este equipo: Javier BALBOA, Samuel ETOO, Karembeu, Jérémi Djitap, Roberto Carlos, Seedorf, Makelele, Ronaldo, Lass DIARRA, Casemiro, etc, etc; todos sufrieron los mismos insultos, desconsideraciones, mofas, menosprecios hasta de sus propios compañeros, pero aguantaron como pudieron y supieron que eran más los que les querían que aquellos ignorantes y payasos que creen que el ser negro es un insulto, agravio, ser inferior hasta para aquellos que no pueden hablar donde habla un negro, no puede vivir donde vive un negro jugador de Real Madrid y no puede hacer ni la millonésima parte de lo que hace un negro en cualquiera de sus profesiones. Hacer de eso un drama, es darle municiones e importancia a esa escoria que son los racistas y xenófobos.

¿Por qué Vinicius Jr no se ha preguntado, cómo es posible que en el mismo equipo que juega él, también juegan: sus paisanos Militao, Rodrygo, Endrick; todos negros y además, también juegan otros negros como Rüdiger, Mendy, Kamavinga, Tchouaméni y Mbappé y no se meten con ellos igual que como él? ¿No puede ser que él sea el problema? Si fuera yo el padre, tío o amigo de la familia de Vinicius, ya se lo habría hecho ver.

Vinicius me ha decepcionado y defraudado. Yo sé y estoy seguro que Vinicius es uno de los tres mejores del planeta actualmente; yo le tengo especial cariño, una alta estima y consideración al igual que a todos los jugadores del Equipo de mis amores. Le estoy y estaré muy agradecido por las tantísimas tardes y noches de gloria y de extasis que nos ha dado a los madridistas de todo el planeta; pero pienso que debe, tiene que cambiar y mucho su comportamiento y actitud. Real Madrid es un club señorial, lleno de historia y valores; los que juegan en el, deben reunir si no todos sus valores: respeto, educación, modalidades, solidaridad, tesón, esfuerzo, sacrificio, constancia y superación; por lo menos unos cuentos.

¿Qué cree Vinicius Jr., que los que vivimos y trabajamos en España negros, no somos iguales de víctimas, menospreciados, insultados, ninguneados y hasta ninguneados por los propios compañeros de profesión o de trabajo por el simple hecho de tener la piel negra? En mi centro, somos más de 100 docentes; porque 4 ó 10 no me saludan y me miran con menosprecio en las CCP. Claustros o por los pasillos, ¿voy a decir que mi centro es racista? Me parece infantil. Creo que lo que Vinicius tiene en sus piernas, es lo que le falta en su cabeza. Me duele decirlo y reconocerlo; pero, como a un hijo, aunque le hayas parido, criado y educado; si te sale rana o pájaro; hay que reconocerlo.

Vinicius, para los madridistas, nos está saliendo rana, y con su bocaza, está poniendo en peligro su ganado zBalon de Oro, ganado en la pasada temporada.

Yo sí que pido perdón a España por las desdichadas y desafortunadas declaraciones de mi niño, admirado y mimado hijo, Vinicius. España ni es es racista, ni se merece quitarle la final del Mundial. España no es racista, aquí se vive muy bien, todos los que llegan hasta yvse esmeran un poco logran dus obejtivos; España es un país libre y democrático, a pesar de Pedro Sánchez. Hay españoles racistas como en todos los países y cada vez muchos, pero eso no quiere decir que no se pueda celebrar el Mundial 2030 en nuestro país. Ojalá se juegue la final en el Templo del fútbol mundial, el Olimpo del fútbol; en el imponente y majestuoso estadio, Santiago Bernabeu; y pueda yo vivirlo. INSHA ALLAH.

Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?

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