Rufino, el director de la sección de Becas de GEpetrol, dice que «yo llame a mi familia».
Un estudiante guineoecuatoriano de último año de carrera por la Adventist University Of The Philippines becario de GEpetrol está atravesando una situación vergonzosa y humillante; postrado en la cama desde hace 6 meses tras sufrir un accidente que casi le sesga la vida
Luis Maria Ndong Etetere en su último año de carrera, tenía un trabajo de clase y tuvo que salir del campus universitario porque la reprografía estaba averiada; mientras esperaba el bus, ya de vuelta, fue arrollado por una moto que embistió la parada. Muchos resultaron heridos, pero´él llevó la peor parte: Un corte en la cabeza de 25 puntos de sutura, múltiples contusiones y fractura de una pierna.
«Dicen mis compañero, porque yo perdí la noción de todo , que por muy poco y no lo cuento. Cuando me trasladaron al hospital todos ya decían que estaba muerto»
GEpetrol y su sección de becas estuvieron al corriente desde el principio y se supone son ellos los que asumen todos los gastos. Lo más sorprendente es que envíen becarios a países estos y ni siquiera se preocupan de contratar un seguro médico o algo que pueda estar subsanando estos casos sin que tengan que volver a llamar al país.
«No, no tenemos seguros «, dice Ndong Etetere
El criterio para que Luis María optara a la beca era que es huérfano de padre y madre, aparte del nivel de la formación académica. Los compañeros de Luis, hicieron todo lo posible para que Rufino , el encargado de la sección de Becas solventara el pago de las facturas hospitalarias y como respuesta dijo que llamara a su familia.
¿A qué familia debe llamar Ndong Etetere, la que hoy es difunta o es que le han creado otra familia tras darle la beca precisamente por ese hándicap?. Lógico, si el propio Teodoro Obiang ya dijo que, «deben preguntar a los difuntos de qué mueren»
Una vez fuera del peligro y todavía con la escayola puesta Luis María es sacado del hospital de la localidad de Santa Rosa, siendo llevado a la residencia de estudiantes. En el hospital le requisaron el pasaporte y la tarjeta de estudiantes con la condición de ser devueltos una vez que él o los que le mandaron ahí pagaran las facturas o en su caso llamarían a los de Inmigración para que fuera deportado.
Santa Rosa es una ciudad de la provincia de La Laguna en Filipinas, con 266.943 habitantes según el último censo registrado.
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