Suplicio

Suplico a los seres de la obscuridad.

Suplico al silencio, al más  allá de la obscuridad,

al espacio infinito, al amanecer que nos dio vida.

Perfecta es la mente que inspiro nuestro ser.

Ser lleno de angustia.

Angustia amarga que nos mantuvo  en velo,

en esa noche de luna,

noches de canto y tertulia,

en la hoguera de la selva,

 donde escuchábamos en silencio,

 los pasos del antílope,

que nos guiaban hacia el más allá de nuestros sentidos.

Sentidos armoniosos con el son del batido del corazón.

Corazón dolorido,

ensangrentado,

 mirando y esperando la llegada de ese amanecer que se hizo raro.

Pepín Copariate