Por Andrea Chamorro
En los últimos meses, Guinea Ecuatorial ha atraído el interés de Rusia, hecho que explica el reciente despliegue de combatientes de Africa Corps en el país. Bajo el control férreo de Teodoro Obiang, quien lleva 45 años en el poder, Malabo busca nuevos aliados para diversificar su red diplomática y económica y lograr protegerse ante la posibilidad de golpes de Estado. En septiembre de 2023, el presidente de Guinea Ecuatorial se reunió con Vladimir Putin en su residencia. El país posee enormes ventajas estratégicas, como su riqueza petrolera y su fácil acceso al mar.
Ciertamente, el continente africano se ha convertido en un campo de vital importancia, clave para las grandes y medianas potencias, y Rusia ha logrado destacar por su estrategia para ganar influencia. La retirada francesa del Sahel ha generado un vacío de influencia en la región que Moscú ha ocupado en gran medida; ejemplos de esto son los recientes acuerdos de cooperación firmados con Santo Tomé y Príncipe, así como su creciente acercamiento a Guinea Bissau.
Actualmente, Rusia demanda una gran cantidad de materiales debido al esfuerzo bélico que mantiene en la guerra de Ucrania, al tiempo que trata de evitar las sanciones y busca forjar nuevos aliados en las instituciones internacionales con las que formar un bloque de presión.
Los recursos petroleros convirtieron a Guinea Ecuatorial en un actor regional relevante, con una de las mayores rentas per cápita de África. Sin embargo, las crisis a nivel global, la mala gestión y el agotamiento de los yacimientos han provocado una considerable desaceleración de la economía. Por ello, el gobierno ha intentado aumentar las exportaciones a países como España y Estados Unidos, además de potenciar el descubrimiento de nuevos yacimientos.
No obstante, los nuevos lazos de cooperación son sumamente bien recibidos, ya que, al mismo tiempo, Obiang convocaba a las petroleras rusas para debatir las posibilidades de explotación y exploración de nuevas reservas.
La cooperación entre Rusia y Guinea Ecuatorial, sin embargo, no se ha limitado al ámbito económico. A finales de agosto de 2024, se reportó la llegada de decenas de combatientes rusos pertenecientes a Africa Corps, una nueva entidad creada en 2023 bajo la supervisión del Ministerio de Defensa, a Malabo, capital guineoecuatoriana. Posteriormente, el 8 de septiembre, un segundo contingente llegó a la ciudad de Bata, estimándose que alrededor de 100 efectivos han sido desplegados en el país.
Los motivos para que el gobierno de Malabo haya buscado este tipo de apoyo en Moscú pueden resultar difíciles de discernir porque la situación interna de Guinea Ecuatorial está cubierta bajo un manto de hermetismo promovido por el gobierno. Sin embargo, y aunque no atraviesa una crisis de inseguridad como las de República Centroafricana o los países del Sahel, las omnipresentes amenazas de la piratería y el riesgo de que se produzca un golpe de Estado quizá sean alicientes lo bastante grandes como para fomentar esta decisión.
Las fuerzas paramilitares rusas en África continúan en un estado de reconfiguración tras la revuelta de Yevgeny Prigozhin y su posterior muerte en agosto de 2023. La compañía Wagner, principal representante de las PMC rusas en África, ha sido parcialmente absorbida por Africa Corps, aunque dentro del contexto africano Wagner continúa existiendo de forma más limitada. Actualmente, Africa Corps también está desplegada en los países del Sahel, donde convive con remanentes de Wagner, mientras que elementos de esta otra organización también continúan manteniendo una cierta presencia en Libia y República Centroafricana.
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