Por José Eugenio Nsue
Un dicho africano dice que si un loco te encuentra en el río bañándote desnudo, coge tu ropa y se echa a correr y tú sales corriendo detrás de él; los que os ven, creerán que el loco eres tú. Eso es lo que me pasa con mi tocayo José NVE ELÓ; si cada vez que suelta cada burrada salgo a responderle, nos pareceríamos y hasta uno podría creer que el pirado soy yo.
Lo decidí por lo que había soltado aquella vez cuando llegó a afirmar que «jamás habrá en Guinea un Presidente bubi, ndowé, annobonés o todo fang que no sea de Mongomo, porque el ejército entero y su cúpula eran de Mongomo, los que tienen las armas y municiones son de Mongomo; como fuera de él (el mismo NVE ELÓ) que obedecerían los militares antes que cualesquiera de otras regiones o etnias, cualquiera que osase o se atreviera a ser Presidente, no duraría un telediario«. Me extrañaron aquellas manifestaciones de su parte porque se le creía un guineano instruido, demócrata, defensor de la legalidad, además de llevar residiendo en una sociedad plural, libre y democrática durante mucho tiempo por lo que, defender las idiosincrasias africanas para favorecerse uno y aprovechar el armamento del ejército nacional en pro de una región concreta o familia para mantener su hegemonía y privilegios, me pareció arcaico y desfasado. Desde entonces, le descarté del grupo de los verdaderos luchadores y defensores de una Guinea Ecuatorial libre, pacífica, igualitaria, próspera y democrática; y eso que antes gozaba de mi estima, llegué a ensalzarle cuando se dirigió a los de su región en términos iguales que los que no somos de ahí; puro espejismo, teatro, un error de percepción.
Más que contestarle por su penúltima patraña, dislate, que viene de soltar recientemente donde dice que iría a exterminar a los familiares de los que se atrevan matar a uno de Mongomo: «mataré a 50 personas del que mate a uno solo de Mongomo; si en su pueblo no llegan a 50, iré al pueblo de sus tíos de ese hasta completar los 50«; «los bubis ya saben lo que somos capaces los de Mongomo…«; a los que me gustaría dirigirme son a los cuerdos que quedan en ese distrito, que deben de haber; ¿por qué os calláis cuando unos exaltados, bocazas y cobardes utilizan el nombre de todo un distrito para pregonar y exaltar ideas nazis, terroristas, violentas y criminales contra el resto de la población de la República de Guinea Ecuatorial? ¿Por qué no decís nada y miráis por otro lado?
Es revelador el hecho de que muchos de Mongomo hablan sin disimulo ni duda permanentemente de matar, castigar, maltratar, encarcelar, demostrar quiénes son y de dónde son, con quiénes tratan…, sus expresiones favoritas en fang, son: «MA YE WA LER«; «HUE EYÈN«; «YE WA YEM EMBOT WA KOBO AÑÈ«; «YE WA YEM ZÁ ANE MA» (‘te voy a demostrar’; ‘vas a ver’; ‘¿sabes con quién tratas?’; ‘¿sabes quién soy yo?’); todas expresiones amenazantes, altaneras, provocativas demuestran lo impunes que se sienten y lo consentidos, protegidos y favorecidos que son .
No hace demasiado, escuchamos cómo una mujer joven (de Mongomo) amenazaba de muerte a un hombre en una red social; decía que podía pagar 50.000 francos cefas para que le maten y no iba a pasar nada: «mientras los de Mongomo siguen mandando, yo no tengo miedo«; un joven de Sang Ayong (Mongomo) amenazando a su hasta entonces amigo por ser de la oposición: «soy del PDGE aunque mil años, aunque obre mal«, «si le digo que tú eres de Oveng, te acusarían y detendrían; a ver a quién vas a acudir«, «si sois del poblado de Oveng, no todos son de ahí; yo soy de Sang Ayong Esangui; gracias a esa persona (Obama Nchama, ministro de seguridad), no existiría, tampoco viviría como persona; si me manda de ir a matar a alguien en Oveng, voy y lo mato, y si me manda matarte a ti, no lo pienso, te mato«; otro de Mongomo: «soy de Esangui Ebang, natural de Mongomo, Provincia de Wele Nzas. El Estado de Guinea Ecuatorial tiene 25 generales; de entre esos, 16 son de mi pueblo; y de esos 16, 5 son mis tíos; de entre esos 5, 2 son hermanitos de mi padre por eso te digo que el toque de queda no me dice nada, somos los que mandamos y gobernamos Guinea. Todos los sectores, ángulos, diámetros, este país es nuestro; si quieres que venga a encontrarte, voy; ¿qué llamas tú toque de queda? Molestan a la gente…» Así podemos seguir con cientos de miles de manifestaciones y actuaciones prepotentes, ostentosas de personas de Mongomo actuando al margen de la ley.
Hasta el mismo Obiang Nguema, el culpable del subdesarrollo y la vida de ratas que viven los guineanos, promotor y patrocinador del regionalismo, ha reiterado y dicho abierta y públicamente que con él «los de Mongomo son los que más se están beneficiando y son los que más se han enriquecido»; su heredero, el Vicepresidente, ha ido más lejos al expulsar sin contemplaciones de las academias militares a los reclutas que no son de Mongomo. A pesar de que como lo demuestra estadísticamente Fernando ABAGA EDJANG NCHAMA (brillante economista): Mongomo con una población del 3% manda e impone al 97%, en cambio tiene el 95% de militares de los ejércitos de tierra, mar y aire, y casi el 100% de los oficiales («no es el fruto del azar sino el resultado de una forma de pensar colectiva con unos objetivos claros», sentencia con razón).
Cuando aquellos de Mongomo con dos dedos de frente, cuerdos, con sentido común , además de espíritu patriótico, democrático y de justicia, ven estas injusticias y escuchan esas manifestaciones y no salen al paso para desmarcarse (he leído y aplaudido el artículo de Pedro Nolasco hace poco titulado: ‘los exabruptos’), de esa forma de obrar y discriminar de Obiang y familia, y el trato, humillaciones y amenazas de los mongomeños o mengobenses hacia el resto de los guineanos, ¿será que aplican el dicho de que a palabras necias oídos sordos y se olvidan ese otro que dice que quien calla otorga?
El silencio, el mutismo y el hermetismo de todo Mongomo tanto los que propician, fomentan la marginación y la exclusión del 97% de los guineanos, como los que lo ejecutan y se benefician para luego restregárselo, así como los que callan y miran por otro lado, demuestran que se trata de una estrategia y un propósito diseñados y admitidos por todos; nunca me he explicado el porqué mueren callados todos los prohombres de Mongomo que habiendo formado parte de los dos regímenes de sus paisanos, colaborado y beneficiado; algunos amagan con salir y condenan esos regímenes, hasta se exilian y se hacen «opositores y combatientes«, en cambio nunca explican al pueblo lo que hicieron, lo que vieron y lo que se les mandó; tampoco entiendo el silencio de esos que hasta ayer estaban sirviendo, aprovechando y colaborando con el actual régimen; por lo que fuere, caen en desgracia o son perseguidos, se hacen críticos y opositores, pero al mismo tiempo permanecen mudos, no sueltan prenda para explicar al mundo lo que se cuece en ese bunquer del régimen.
No obstante, a pesar de que las cuentas les siguen saliendo a los de Mongomo ya que siendo el 3% de la población, en cambio están siendo capaces de neutralizar, arrodillar, humillar y esclavizar al 97% del resto durante más de 55 años; eso no significa que así será per seacula seaculorum; a parte de que no hay imperio que dure cien años, las generaciones cambian y los milagros existen. Ni José NVE ELÓ es su padre, ni heredó su inteligencia y habilidades; ni yo soy mi padre; ni ninguno de los guineanos es igual que su padre; así que, seguid provocando y amenazando con seguir diezmando y sometiendo a todos los distritos, etnias y tribus; igual podéis llevar una sorpresa. Es más; creo que a José NVE ELÓ le debe sonar el dicho: «perro que ladra no muerde«. Vengo oyendo sus bravuconadas y amenazas de ir a matar y vengar a los que asesinaron a su padre; a Tontorín, que no iba a gobernar; a los de su distrito que colaboran con el régimen, que iba a por ellos para exterminarlos hasta la quinta generación; a CORED de Salomón ABESO, a las audistas y a todo aquel que le contradiga, que va a ir demostrarles quién era él; que sepamos, ninguno de ellos le ha pasado nada. Si no ha podido vengar a los que mataron a su padre tal y como había prometido (serían una veintena como mucho), ¿será capaz de matar a un millón de guineanos? ¿No será que estaba alucinando por alguna indigestión?
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?