Oportunidad

Por Octavio Ndong Nsue

El pueblo de Guinea Ecuatorial, vive desde hace cuatro décadas, la opresión sin precedentes en su reciente historia de un país joven, lleno de provenir por un régimen macabro implantado a la fuerza de armas en la segunda re-edición de la dictadura comandada por el General Presidente Obiang Nguema Mbasua después de haber depuesto a su predecesor, Macias Nguema Biyogo, mediante un Golpe de Estado, el 03 de agosto de 1979.

Desde entonces, el régimen totalmente antidemocrático y represivo que rige, hasta la fecha los destinos del país, no ha respetado ni siquiera sus propias promesas, tanto que reanudó en su día de pasar el poder a la población civil, como propiciar un ambiente de libertades. Todo lo contrario, anclado en su estrategia de llevar a cabo en el país africano, lo que denominó «Ensayo Democrático» dándose a entrever con ello que, el país sufre carencias en su mentalidad para asimilar a corto plazo, los principios democráticos e intentar justificar por ello, aludiendo la idiosincrasia en la tradición africana y los traumas acumulados por la nación en el régimen recién depuesto que, facilite la transformación adecuada a una nación a la altura de otros países decentes.

Los habitantes de Guinea Ecuatorial, no han conocido en su historia, lo que se podría suponer una normalidad socio-cultural y democrática, mínimamente valoradas en su indefinido ensayo.

Sin embargo el régimen que dirige el de oriundo de Akoakam, no ha cesado en su empeño de dar continuidad a su artimaña, aprobando leyes y reformas constitucionales de manera oportuna para distraer una vez más al Pueblo y a la Comunidad Internacional que, juntos le someten a más de una presión crítica e insistente, en el sentido de que convoque elecciones libres que reúnan las garantías democráticas, la única fórmula universal que conduce a la humanidad, al desarrollo y de paso, profesar su Unidad, Paz y Justicia, su lema, trazado por los padres de su Independencia Nacional. Hasta la fecha dicho y no hecho:

Las referidas presiones daban continuidad en los foros de grandes instituciones de la comunidad internacional, con la UE a la cabeza y los EE.UU por donde recurrían asíduamente la Oposición
a la política de mano de hierro de Obiang Nguema que, a lo largo de los tiempos albergaba alguna esperanza al pueblo torturado de Guinea Ecuatorial que, malogró su desdicha en los años noventa a causa del descubrimiento del Petroleo por parte de las empresas americanas del sector.

La aparición del crudo en Guinea Ecuatorial, lejos de suponer un aval de salvación en su supuesta versión bendecida por sus ancestros de los pueblos que conforman nuestro territorio nacional, en la ecuación, recursos y libertades, ha resultado a todas luces, lo contrario, una desgracia total en todos los aspectos socio-culturales, políticos y curiosamente económicos, a pesar delas millonadas engrosadas a las arcas del estado guineano:

Corrupción a gran escala que, traspasa las fronteras, a los que se incluyen juicios pendientes en los países occidentales, nepotismo exponencial, abuso de poder, violaciones flagrantes de los DD.HH, a los que se sobresalen por su acciones peculiares, las persecuciones a los oponentes, detenciones arbitrarias, torturas, la ley de silencio, asesinatos selectivos, humillaciones públicas, torturas, la aprobación pública del mismo Jefe de Estado que la ciudadanía puede tomar Justicia por su cuenta contra la dilincuencia común, etc. Lo que resume claramente que, Guinea Ecuatorial se ha convertido en un «Estado Sin Ley», según sentencia en su artículo reciente, Plácido Micó Abogo diputado por (CPDS) en el grupo Mixto, publicado en Asodegue Segunda Etapa.

En todo el recorrido de la tiranía de Obiang Nguema Mbasua y familia en su coto privado en el nombre de la R. de Guinea Ecuatorial, la Oposición Externa-Interna a su forma de des-gobierno, se ha enfrentado con escaso éxito contra la «panacea de aberración» sin precedentes en su historia, pocas son las palabras que sepan describir a perfección, todo lo acontecido en el país de los Obiangs.

Si bien el duende de Akoakam, no deja de pintar un broche de regularidad democrática en el país, convocando así, unas elecciones, sean presidenciales, legislativas o de los municipios como ésta vez que se están anunciando.

Las únicas elecciones legislativas que ilusionó al país, de un proyecto competitivo que agrupó a todas las fuerzas políticas, promocionadas y financiadas desde el exterior, fueron de la Plataforma de la Oposición Conjunta (POC) del año 1995 que, derrotó con claridad al partido gubernamental, Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) en la mano del propio fundador que puso toda su carne al asador para minimizar el mayor impacto de su derrota y de paso calibrar la capacidad de resistencia del conjunto político de la Oposición. En dichas elecciones (CPDS), se mantuvo el tipo, haciéndose con la Alcaldía de la capital y varias concejalías de otros municipios del país,donde el régimen, no dudó en demostrar su verdadera cara, desahució del todo material municipal por la fuerza, intentando infligir con ello, la incapacidad de la oposición en su gestión, o en el mejor de los casos, desmentir públicamente, tal y como lo describe su régimen que, la «D» de su (PDGE) no quiere decir precisamente que respetan algún principio Democrático.

Aquellas elecciones, pudieron cambiar el curso de los acontecimientos que, a fecha de hoy adolecen con mayor ardor a los pueblos de Guinea Ecuatorial, si con las experiencias acumuladas, la unidad, el entusiasmo, y el compromiso de los jóvenes de la época, se hubiesen mantenido en su auge.

OPORTUNIDAD, siempre y cuando que el régimen de Obiang Nguema, convoca una elecciones.

«No es tarde si la dicha es buena» La Oposición en su conjunto, deberíamos de someterse a una reflexión más profunda, en vías de enfrentarse a un régimen represivo y nefasto, teniendo mucho
en cuenta, en saber guardarse las formas en el sentido de seguir un rol de lucha. Una lucha que no es cualquier cosa que, una guerra oficiosamente declarada a luz del día.

El principal concepto a tener «todos» muy presente que, una oposición contra una tiranía, supone una lucha de liberadores del Pueblo sometido bajo las inclemencias de una tiranía, sin precedentes.

El término, de la oposición contra la tiranía de Obiang Nguema, única en su especie, no plantea lo contrario. De manera que, las capacidades requeridas, se han de tener en cuenta, una entrega total a: estar libre de fobias a las atrocidades del régimen en su contra, pese a su extrema gravedad reconocida (torturas muy adiestradas desde el exterior), el pánico de la población a salir a la calle en su defensa, la presunción de un liderazgo al margen de la plataforma o la coalición del conjunto de la Oposición, recordar los principios fundamentales de lucha, el fin no justifica los medios.

Muchos del arco de la Oposición, reclaman la magnanimidad del sátrapa a convocar elecciones libres, transparentes, democráticas y al mismo tiempo, observadas por la Comunidad Internacional.

En mi modesta opinión, teniendo en cuenta el tiempo que se ha estado repitiendo, ésta petición por activa y por pasiva, sin éxito ni por asomo, es totalmente contradictorio repetir el mismo disco
rayado en las características del calibre tiránico de Obiang Nguema Mbasua, en tanto que, dicha petición no sea precedida de una alternativa pacífica amenazante en el formato de la UNIDAD del Pueblo en calor y en comunión de sus libertadores.

Existe al mismo tiempo tras experiencias del largo periplo tiránico y la maduración del núcleo duro, el líder, habría sufrido considerablemente, una merma de poder, ávidos en su influyente clan familiar en la toma de decisiones, por lo que, la generosidad apelada con insistencia al supuesto hombre fuerte del régimen, es ya, a fecha de hoy muy dependiente de la «kossina» donde, proyectos de alto nivel se quedan secuestrados hasta nueva orden.

Lo que nos revela que, las clemencias y voluntades reclamadas al líder de Akoakam por parte de los «enemigos de la patria» que, con la supuesta buena intención de su parte, no pueden darse a la
luz, si tampoco no sean acompañadas de una alternancia pacífica claramente evidente.

En éste contexto, la Oposición así agrupada en la UNIDAD con el Pueblo soberano, debería mover tierra, cielo y provocar un seismo político con epicentro internacional y que, al mismo tiempo ayude
a Obiang Nguema Mbasua, a vencer y convencer a su entorno, del único remedio que salvaguarde sus vidas, sus intereses y haciendas, su honor panafricanista de que se presume y por su puesto a los pueblos de Guinea Ecuatorial que, le proclamarían heroe nacional y del continente africano

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