En un comentario que ha dejado atónitos a muchos, el dictador Teodoro Obiang Nguema Mbasogo se ha cuestionado públicamente cómo se van a explotar los aeropuertos del país si Ceiba Intercontinental, la aerolínea estatal, prácticamente no tiene aviones. Estas declaraciones, lejos de ser un ejercicio de autocrítica, muestran la desconexión total del sátrapa Obiang con la realidad que él mismo ha creado tras más de cuatro décadas en el poder.
La situación de Ceiba Intercontinental es un fiel reflejo de la incompetencia y corrupción que han caracterizado la gestión del país bajo el régimen de Teodoro Obiang. A pesar de los vastos recursos naturales de Guinea Ecuatorial, la aerolínea estatal ha sufrido una falta crónica de inversión, corrupción y una administración desastrosa que la ha dejado al borde del colapso. Mientras tanto, los aeropuertos, construidos con grandes presupuestos que nunca beneficiaron directamente al pueblo, permanecen infrautilizados y carentes de un plan de explotación viable.

Este tipo de declaraciones solo refuerzan la percepción de que el régimen está cada vez más desorientado y desfasado. La pregunta que muchos se hacen es cómo es posible que, después de tantos años de poder absoluto, Teodoro Obiang siga eludiendo la responsabilidad directa de las desastrosas decisiones que han sumido al país en el caos.
Resulta irónico que el mismo hombre que ha controlado cada aspecto de la vida política y económica del país durante más de 40 años, ahora actúe como si fuera un observador externo, preguntándose cómo pueden funcionar los aeropuertos sin una aerolínea operativa.
La realidad es que el fracaso de Ceiba Intercontinental no es una casualidad, sino el resultado de años de mala gestión y falta de transparencia. Mientras las arcas del Estado se desvían hacia los bolsillos de una élite corrupta, las infraestructuras clave del país, como la aviación y el transporte, se deterioran cada día más.
Estas declaraciones de Obiang no solo demuestran su desconexión total de la realidad que ha creado, sino que subrayan la decadencia de un régimen que ya no puede ofrecer ni siquiera los servicios más básicos a su población. Mientras él se pregunta cómo explotar los aeropuertos, los ciudadanos se preguntan hasta cuándo seguirán soportando un gobierno que no tiene ni la voluntad ni la capacidad de gestionar el país.
Que pregunte a Tito Gariga jjjj