Remitiéndonos a los hechos, es constado que la justicia española ha encontrado en Guinea Ecuatorial un basurero conveniente para deshacerse de criminales condenados en su territorio. En lugar de cumplir sus penas en España, individuos acusados de delitos graves son enviados a Guinea, donde quedan libres para seguir actuando con impunidad.
El caso más reciente es el del sacerdote de Valverde, condenado por abuso sexual a una menor y que, en lugar de ser encarcelado en España, fue expulsado a Guinea Ecuatorial. El mensaje es claro: los criminales encuentran refugio en la dictadura de Teodoro Obiang, que los recibe con los brazos abiertos mientras sigue persiguiendo a sus opositores y disidentes. ¿A caso en Guinea Ecuatorial es donde no hay menores que abusar?
Pero este no es un caso aislado. Armando Kote Echuaca, miembro de la seguridad de Obiang en la embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid, acusado de abusar de una menor en España. En vez de ser condeando, se le abrió la puerta falsa y se fue de vuelta a Guinea, donde inicialmente intentaron enviarlo a Angola. Sin embargo, las autoridades angoleñas, al conocer su historial delictivo en España, lo rechazaron. Finalmente, el régimen guineano lo colocó como embajador en Camerún, donde se le señala como el responsable del envenenamiento de un ciudadano chadiano que exigía el pago de cinco millones de dólares por su papel en el fracaso del intento de golpe de Estado de 2017. A saber cuántas menores abusa en Camerún.
El ejemplo más grave de esta impunidad es el del propio hijo del dictador, Carmelo Ovono Obiang. En 2019, España permitió su salida del país,felte de avión incluido, pese a ser investigado por secuestrar opositores y trasladarlos a Guinea en un avión presidencial, donde fueron torturados. Julio Obama, uno de los secuestrados, murió tras ser sometido a abusos extremos bajo las órdenes y en presencia de Ovono Obiang. Cuando la justicia española tuvo la oportunidad de detenerlo en Madrid, el juez Santiago Pedraz se negó.
¿Casualidad? Pues, lo dudamos.
Bajo la dictadura de Obiang, el país se ha convertido en un refugio seguro para delincuentes de todo tipo, desde defraudadores, comisionistas, torturadores hasta agresores sexuales.
Mientras el pueblo de Guinea Ecuatorial sufre bajo la tiranía de Obiang, la justicia española lo castiga aún más convirtiéndolo en refugio de criminales. ¿Hasta cuándo seguirá la complicidad institucional con la impunidad? ¿Cuántos delincuentes más serán enviados a Guinea, donde el régimen los protegerá y promocionará en lugar de castigarlos?
Vaya justicia! Parece ser que tienen acordado con la dictadura de Guinea no detener, ni encarcelar a delincuentes del régimen aquí.
Lo de los curas sí que está claro, los tele dirige el arzobispo Juan Nsue Edjang, en colaboración con la tiranía. Todos los curas que mandan aquí en España, hacen de servicio de información.