El Consejo Nacional de CPDS comenzó con una mentira, se sostuvo sobre manipulaciones y terminó con un acto descarado de censura y exclusión. Desde el inicio, la farsa quedó expuesta cuando el secretario de organización de Andrés Esono—quien actúa más como su lacayo que como representante del partido—anunció la asistencia de 120 personas, señalando que 30 no podrían acudir, sin explicar los verdaderos motivos.
Si en esta sala llegan a 50 personas, será contando con los expulsados:

Lo más llamativo fue la ausencia de los anteriores Secretarios Generales, Plácido Micó y Amancio Gabriel, una constante en todos los actos organizados por Esono y sus palmeros, reflejando el estado moribundo de un partido que en su día tuvo vocación democrática.
Pero lo más grave fue la descarada exclusión de quienes representaban una amenaza para el reinado de Esono. Anselmo Santos Ekoo, candidato a la Secretaría General en el último congreso; Teófilo Nguema Ncogo, recientemente expulsado; y Marcelo Moyo Milam tenían derecho a ser escuchados en este foro. Sin embargo, Andrés Esono y su grupillo les vetaron el acceso.
No contento con silenciarlos, Esono dedicó las jornadas del Consejo a atacarlos sin darles oportunidad de réplica. En un audio filtrado, se ha delatado como el verdadero autor del artículo que NEXOS refutó en su momento; en el audio ataca a Josimar, a Radio Macuto y al «hijo de Angué Ondo» que parece ya no conocer su nombre. Sus propias palabras revelan su obsesión enfermiza por el control total. Miliciano tenía que ser.
El 8 de febrero, Anselmo Santos Ekoo, Teófilo Nguema y Marcelo Moyo se presentaron en el Palacio de Conferencias de Ngolo, en Bata, para ejercer su derecho a la palabra. Teófilo, tras escuchar el ridículo informe de gestión presentado por Esono—donde enumeraba como logros una reunión con el ministro de justicia—decidió abandonar la sala. Horas más tarde, Anselmo y Marcelo fueron expulsados por la fuerza.
Andrés Esono no solo les impidió la entrada, sino que luego los convirtió en chivos expiatorios de su fracasada gestión. Acusó falsamente a Anselmo de ser informante de Radio Macuto, cuando la realidad es otra: el verdadero enemigo de Esono es todo aquel que desafíe su poder absoluto.
El miedo de Andrés a perder su trono es evidente. Ha eliminado toda oposición interna, asegurándose de que su Consejo Nacional esté compuesto por figuras desconocidas, meros figurantes cuya única función es aplaudir. Ha purgado a todos los que podrían cuestionar su liderazgo y ha instaurado una cultura del miedo dentro del CPDS.
En este Consejo Nacional, se llegó al punto de retirar la palabra a cualquiera que intentara cuestionar las expulsiones o la situación de Anselmo. Ni siquiera cuando un grupo de miembros del Consejo le sugirió reunirse con los excluidos quiso acceder. En cambio, prefiere hablar con el gobierno y otras formaciones políticas, pero se niega a escuchar a quienes dentro de su propio partido exigen un mínimo de democracia interna.
El Consejo Nacional, siendo el máximo órgano entre congresos, debería servir para encontrar soluciones a los problemas internos del partido. Pero lejos de eso, ha sido utilizado por Andrés Esono como un instrumento para consolidar su control absoluto.
Si es incapaz de gestionar su propio partido sin recurrir a la censura y la purga, ¿de verdad cree que puede gestionar un país? Andrés Esono es una caricatura de líder, un tirano dentro de su pequeña parcela de poder. Y si el CPDS sigue bajo su yugo, lo único que le espera es su desaparición definitiva.
¿Este señor no tiene ningún informe de gestión para presentarlo al consejo nacional a más que chorradas?
Quien con tonto se acuesta, tonto se levanta.
Los futuros incultos del régimen de banana.