La historia de EPEMAC (Empresa Nacional de Peajes y Mantenimiento de Carreteras), empieza en el año 2004, cuando, siendo Secretario de Estado de Tesoro Público Melchor Esono Edjo (sobrino del Jefe del Estado), se le ocurrió la idea de hacer peajes en la República de Guinea Ecuatorial, pero, no como una empresa pública, sino privada y suya.
Es, en ese momento, cuando se hace el peaje de la carretera del aeropuerto de Malabo. Contrataron a unos veinte muchachos y obligaron a todas las empresas a pagar las tasas de peaje por el número de vehículos que tenían, con independencia de que utilizasen o no el peaje; era el auge del petróleo y de los petrodólares, todo parecía ir viento en popa y el Gobierno no estaba interesado por estos pequeños ingresos. Sin embargo, se amasó una fortuna con el negocio, pues el peaje recaudaba mensualmente más de cien millones de FCFA. El dinero, fruto de aquella recaudación, no se ingresó en ninguna cuenta. A partir de 2007, viendo el dinero que entraba por el negocio, y a causa del aparente distanciamiento entre Esono Edjo y su tío, el Gobierno le expropia los peajes y estos pasan a pertenecer al Ministerio de Obras Públicas, y, ante la necesidad de mantenimiento de las carreteras, se crea EPEMAC.
En aquellos años, los ingresos procedentes de peajes, en vez de ir a una cuenta del Gobierno, se ingresaban en una cuenta desconocida. Se nombra a José Lima Gonzalo, alias “Abuelo Lima” (cuñado del Presidente de la República) como primer Director General de EPEMAC, y se crea la figura de una Secretaría de Estado encargada del manteniendo de carreteras y gestión de peajes. Durante aquellos años, se produce uno de los despilfarros más grandes de la historia de EPEMAC, y se procede a ceder subcontratas para el mantenimiento de carreteras, siendo Ministro de Obras Públicas Demetrio Elo Ndong Nsefumu. Y la primera adjudicación que se hizo, fue exclusivamente familiar: el Ministro cedió el mantenimiento de la autovía entera, solo y exclusivamente, a sus hijos, por un monto de aproximadamente cien millones de FCFA mensuales. La valoración del kilometraje de la autovía era de 1.500.000 FCFA por kilómetro de carretera.
Después de vivir esos escándalos, el Gobierno tomó la decisión de desvincular orgánica y funcionalmente a EPEMAC del Ministerio de Obras Públicas, pasando a pertenecer a la Presidencia del Gobierno, y se nombró a Luis Oyono Esono, alias “Alambrado de Espinas”, Secretario de Estado de Carreteras y Peajes. Señalar que Luis Oyono es amigo personal del Presidente de la República y despiadado torturador de opositores. Se empieza una nueva odisea en EPEMAC, se destruyen los lectores de tarjetas de peajes, y se inventa la excusa de que los chinos falsificaban las tarjetas. La primera medida que toma Luis Oyono, es comprar cajas fuertes para ingresar los dineros procedentes de los peajes, en lugar de abrir una cuenta oficial para su ingreso diario. Durante cuatro años esas cajas fuertes estaban en su casa, y organizó un equipo de mujeres que iban por los peajes recolectando e ingresando los dineros en casa del Secretario de Estado, y nadie supo a ciencia cierta cuánto dinero se ingresaba en concepto de recaudación de peajes. Se crearon empresas ficticias de mantenimiento de carreteras, Oyono nombró a su hijo Supervisor General de EPEMAC en la Región Continental y firmó un contrato de asesoría con la empresa NDOY INTERNACIONAL, que ascendía a cincuenta millones de FCFA mensuales. Dicha empresa solo se dedicaba a tomar fotografías del asfalto. Finalmente, se abrió una cuenta oficial, y esta se vació rápidamente ya que el propio Luis Oyono era el único que firmaba los cheques y, prácticamente, vivía en los bancos de Malabo para conocer el estado diario de sus cuentas. Después de cuatro años, cuando ya eran escandalosos e insoportables estos abusos, Luis Oyono se retiró voluntariamente a su pueblo natal (Evinayong), sin ser cesado ni esperar a los nuevos nombramientos. Nadie le exigió responsabilidad alguna.
A partir de ese momento, se nombra a Pedro Ndong Nvono Secretario de Estado encargado de Carreteras y Peajes. Ndong Nvono, alias “Macho Man”, es, dicho sea de paso, hijo del ex ministro y Consejero Presidencial, el tristemente conocido Secundino Nvono Avomo, y cuñado del Secretario General del PDGE, Jerónimo Osa Osa Ekoro. Ndong Nvono, un personaje un tanto curioso y del que hasta entonces se sabía poco, solo que es un analfabeto funcional, ya había ejercido como agente de Seguridad en la embajada de Guinea Ecuatorial en Gabón, y su historial en este campo es abultado. Al margen de estos datos, Macho Man jugaba con una ventaja añadida: al ser cuñado de Osa Osa Ekoro, fue consentido por este para cometer uno de los despilfarros más grandes y escandalosos de la historia económica de Guinea Ecuatorial. La mafia al más vivo estilo de Las Vegas: el Secretario de Estado nombra a su novia, la señora Dominica, Inspectora General de EPEMAC, una mujer que no lee ni escribe; también nombra a su hermano Inspector General de Servicios de EPEMAC en la Región Continental, y nombra Director de Carreteras de EPEMAC a su primo, Tito Juan Matogo (hijo del Senador Enrique Matogo y sobrino del Obispo de Bata).
A partir de aquí, se forma un triunvirato de saqueo y despilfarro. En menos de tres meses, Pedro Ndong Nvono se compró, de golpe, tres casas en la nueva urbanización de Malabo y coches de alta gama, y se sospecha que ha adquirido casas en España. Es, en este momento, cuando entra en escena la Secretaria de Estado de Tesorería, Milagrosa Obono Angüe,alias «Nena Ras«. nostálgica de peajes, ya que cuando Esono Edjo los funda ella era la Tesorera General pagadora. Tesorería por un lado y Ministerio de Obras públicas por otro, EPEMAC recibe una apetecible subvención de quinientos millones (500.000.000) de FCFA al mes, una cifra que Obras Públicas desea recuperar. En toda esta operación, se utiliza al HOLDING GUINEA ECUATORIAL, un ente creado para atraer la inversión extranjera a Guinea Ecuatorial. Este Holding cree que ya es hora de hacer algo, y puesto que ninguna empresa desea invertir en Guinea Ecuatorial en estos momentos, decide dedicarse a los peajes. ¿Cómo?
La Directora adjunta del Holging Guinea Ecuatorial, la señora Patricia Mbasogo Obiang Lima, es hija de Su Excelencia el Presidente de la República y hermana de Gabriel Mbega Obiang Lima, Ministro de Minas. La señora Patricia le dice a su padre que le dé los peajes porque los necesita, y el papá accede a la petición de la niña. A continuación, ella se va a Portugal y trae a TERRAWAY, una empresa de jardinería sin experiencia alguna en temas de peajes. No importa. Se presenta a Terraway como empresa privada y se hace con el control de los peajes. La curiosidad es que aquella adquisición solo sirvió para hacerse con los activos de la empresa EPEMAC. El pasivo no interesa y este pasivo era el personal de EPEMAC, para ser exacto, más de 700 empleados entre Bata y Malabo, que ahora están en la calle, sin sus últimos tres sueldos y sin saber quién les va a dar la liquidación. Durante este tiempo se recauda dinero en los peajes; los peajes pasan de EPEMAC a Tesorería, durante tres meses, y vuelven de Tesorería a EPEMAC otros tres meses, tiempo durante el que no aparece ningún ingreso de peajes. ¿En qué cuenta ingresaban los dineros y cuánto se ingresó? Nadie conseguirá saber, a ciencia cierta, cuántos millares de FCFA han sido malversados en EPEMAC desde su creación. A nadie le interesa tampoco saberlo, porque, si se investigase lo de EPEMAC, se tendría que hacer lo mismo en todos los sectores que han sido saqueados.
Cuando, después de las elecciones presidenciales de 2016, se nombra un nuevo Gobierno, sorprendentemente Pedro Ndong Nvono, Macho Man, es confirmado en su puesto de Secretario de Estado, gracias a sus lazos familiares con Osa Osa Ekoro; pero al cabo de un mes le cesan. Y, curiosamente, le nombran Consejero Presidencial en Materia de Peajes y Mantenimiento de Carreteras. ¿Para asesorar al Presidente de la República sobre cómo seguir robando los peajes y cómo se puede saquear mejor al pobre país, Guinea ecuatorial?
Mientras tanto, las televisiones nacionales nos enseñan todos los días a personas acusadas de robar gallinas, trozos de cables, ollas o infiernillos de segunda mano, pero nunca a esos ladrones de guante blanco. Esta es la justicia que, según Obiang, existe en Guinea Ecuatorial.
¿Quién se hará cargo del personal de EPEMAC y sus subcontratas?
Es la pregunta del millón. Nadie habla de ellos, ni a nadie le interesa, pero se trata de gente que llevaba veinte años trabajando en la empresa. Empezaron en Obras Públicas y fueron cedidos a EPEMAC, mujeres que han envejecido en EPEMAC barriendo las carreteras y limpiando cunetas. Son los invisibles, los que trabajan para que otros vivan a cuerpo de rey. Cuando un grupo de mujeres se rebeló reclamando sus derechos, Obiang les envía al PDGE, y no al Ministerio de Trabajo para que se haga justicia, para que se les paguen sus derechos. Finalmente se decide liquidarles al más puro estilo de la teoría de las lentejas: o las tomas, o las dejas
¿Y las subcontratas? Más de trescientas empresas, entre las reales y las ficticias de Don Pedro Ndong Nvono, todavía están sin cobrar los dos últimos meses trabajados, es decir mes de junio y julio del presente año. Simplemente, les dicen que no hay dinero. Seguro que Pedro Ndong ya cobró por sus empresas fantasmas; seguro que la señora Dominica sí cobrará por su empresa Abel y Geova, donde nunca pisó ni trabajó y todos los meses cobraba diez millones, y una larga y larga lista.
Estas personas de las que se hace mención, están libres en la calle, y siguen en sus cargos, y quién sabe si en el próximo Gobierno muchas de ellas serán Ministros o Primeros Ministros. Mientras gente honesta y humilde que llevaba veinte años trabajando la han echado como cerdos y nadie se interesa por ella. Esta es la Guinea mejor, el “Voto por la continuidad” que Obiang pidió a la población y recibió “como un solo hombre”.
Fuente: Comunicaciones CPDS