Por Pierre Notombe
El polémico caso de incautación de una mansión privada situada en la avenida Foch de París, antiguamente propiedad del Vicepresidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Nguema Obiang Mangue y que ahora ocupa la embajada de Guinea Ecuatorial en Francia, que provocó fuertes tensiones entre el Vicepresidente de Guinea Ecuatorial y las autoridades de la Unión Europea, se está convirtiendo en un serio argumento contra el Vicepresidente en vísperas de las elecciones presidenciales de Malabo de 2023, adelantadas a noviembre de este año, lo que podría dificultar el futuro de las ambiciones políticas de Teodorín Nguema Obiang Mangue y hacerlo más débil y vulnerable que, nunca antes en la arena política guineoecuatoriana. Varios asesores de su padre, Teodoro Obiang Nguema, ven en el proceso francés un fuerte argumento político que podría obstaculizar aún más el hipotético ascenso de Teodorín Obiang Nguema a la presidencia de Guinea Ecuatorial.
Teodorín no ha ocultado durante muchos años la ambición de suceder a su padre, apoyado en su proyecto por su madre, Constancia Mangue Nsue Okomo, primera dama de Guinea Ecuatorial. Sin embargo, el entusiasmo por ver a su hijo acceder a la presidencia no es compartido por todos en Malabo, ya que varias figuras del Palacio del Pueblo cuestionan muy seriamente la capacidad de Teodorín para gobernar. El propio Presidente ya ha expresado su opinión anteriormente en ocasiones, sin difundirla ampliamente a la prensa. El primer círculo de Obiang llegó a sospechar que el patriarca podría utilizar en su momento el drama jurídico parisino de Teodorín para justificar ante su esposa su reticencia a respaldar a su hijo.
En ese sentido, el político autócrata Teodoro Obiang, que se encuentra en el poder desde 1979, no deja de poner a prueba la paciencia de su hijo. Ya en 2016, decidió finalmente volver a presentarse, ofreciendo a Teodorín la vicepresidencia y el cargo de responsable de la Defensa y la Seguridad del Estado de Guinea Ecuatorial como compensación. El mismo escenario se perfila para las próximas elecciones presidenciales. El 24 de noviembre del 2021, durante el último congreso del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), que debía consagrar a Teodorín como candidato presidencial, los delegados decidieron no designar a ningún candidato.
Todo lo antedicho indica que hoy en día el hijo del Presidente, Teodorín, no posee el voto de confianza necesario para poder ser promovido por su entorno político al cargo superior del país, ni por los delegados del PDGE, ni siquiera por su propio padre, sea por el escándalo ocurrido en Francia, así como por las constantes malversaciones de fondos públicos para cubrir sus propios entretenimientos y antojos, lo cual difama por completo la imagen pública del clan Obiang en Guinea Ecuatorial y a nivel mundial.