“Del dicho al hecho siempre hay un gran trecho”. Ebibeyín está sufriendo las consecuencias del trecho que existe entre los dichos y las promesas del PDGE.
En los últimos años, la discriminación que sufren los habitantes de Ebibeyín, una de las ciudades más pobladas de Guinea Ecuatorial, se ha agudizado. Hay innumerables muestras de que Teodoro Obiang no quiere ver a Ebibeyín ni por asomo. La mala calidad de los servicios públicos que ofrece el régimen obianguemista es evidente, a pesar de que esta población lo ha dado todo para que el longevo régimen de Mongomo se mantenga en el poder.
Basta con visitar Mongomo y Ebibeyín para confirmar las grandes diferencias entre ambas ciudades, situadas a escasos cien kilómetros de distancia. El propio dictador lo dejó claro en su gira tras el supuesto golpe fallido de 2017, cuando afirmó que el pueblo de Mongomo es el más beneficiado, pero también el más indignado. Años atrás, en uno de sus discursos más célebres, proclamó que el agua, las carreteras, las viviendas y la electricidad serían para todos; sin embargo, estos servicios llegan a Ebibeyín a cuentagotas. La red eléctrica es deficiente, tanto en el cableado como en el alumbrado público. Pero lo más grave es que, desde 2022, Ebibeyín carece de agua potable, a pesar de que el sátrapa anunció a los cuatro vientos que este recurso sería accesible para todos.
«Ya nadie habla de esto«, dijo un taxista que recogió a los reporteros en la estación de vehículos y los llevó al hotel.
«Nos quedamos asombrados ante tal comentario y nos miramos entre nosotros con incertidumbre. ¿Cómo vamos a bañarnos ahora que hemos llegado a esta ciudad?, nos preguntamos.
«Parece que todo lo que hace Obiang va en contra de Ebibeyín«, insistió otro pasajero. «Todos nos preguntamos qué hemos hecho para sufrir esta discriminación«, matizó.
Desde que la empresa Hyundai se marchó hace más de 12 años, el servicio de agua en Ebibeyín ha ido deteriorándose. «Este problema nos afecta a todos«, explica un profesor del INES. «Cada mañana, más de la mitad de los alumnos llegan tarde a clase. Cuando les preguntamos por qué, siempre responden que es por la escasez de agua. Ya le dije al director que no los castigue más, porque buscar agua en Ebibeyín ya es un castigo en sí mismo«.
Los trabajadores de la planta de abastecimiento aseguran que la instalación de agua está completamente averiada y que han informado repetidamente a sus superiores sin recibir solución. De más de quince bombas, solo funcionan tres. Tener agua en estas condiciones es un golpe de suerte, y hay zonas que llevan años sin este recurso vital.
¿Volverá el servicio de agua con regularidad a Ebibeyín y sus alrededores? «Durante estos tres años, las enfermedades relacionadas con la escasez de agua han aumentado considerablemente», subraya un sanitario. «Cada día atendemos a pacientes con fiebre tifoidea, diarrea y otras patologías causadas por la mala calidad del agua y la manipulación inadecuada de los alimentos«.
Las muestras de discriminación hacia Ebibeyín son numerosas.
«Miren el programa que han impuesto sobre los días en que se abre la frontera, no beneficia a nadie«, nos revela un comerciante. «Los sábados son los días en los que más gente podría venir a comprar y disfrutar del fin de semana, pero han decidido mantener a Ebibeyín sitiado para siempre«. «Ellos mismos se pelean por el poder, mientras que aquí solo queremos vivir en paz«, comenta una joven mientras se sirve una cerveza.
«He llamado a unos cameruneses para arreglar el viejo pozo que hizo nuestro padre en el barrio, porque el agua del Hyundai no va a volver«, dice un hombre mientras se levanta de la mesa. «La eficacia del vicepresidente nunca ha llegado a esta ciudad«, comenta otro. «Desde el abuso del ejército, la inseguridad, los robos y atracos, Ebibeyín es la periferia más olvidada«. Enfurecido, se marcha de la mesa, mientras la vendedora del bar se pregunta por la rapidez con la que el vicepresidente de su padre reacciona ante los problemas en otras zonas del país.
«Hace unos días se anunció en televisión que ordenó la reinstalación inmediata del servicio eléctrico en Río Campo en 24 horas, pero Ebibeyín lleva tres años sin agua y sin alumbrado público en las principales calles. Además, la inseguridad es alarmante: hace poco aparecieron cadáveres«.
¿Qué informan las autoridades que Teodoro Obiang ha designado en Ebibeyin?
«Solo vienen a cobrar sus cuotas en la frontera y a proteger sus intereses«, responde indignado un funcionario.
«Los que más cuestiono son los miembros de la comisión de seguimiento«, exclama otro. «Pero si ni siquiera viven aquí, solo vienen para las elecciones, ¿cómo van a hablar de los problemas de Ebibeyín si no los sufren?«.
Ebibeyín es un río revuelto, donde los pescadores del régimen de Teodoro Obiang sacan provecho, perpetuando un sistema que ya ha durado más de lo que duró la colonia.