Carrusel electoral en Malabo. Cómo los barones de Obiang buscan mantener sus cotizaciones de cara al poder


En un país sin apenas oposición política, las elecciones actúan como barómetros de influencia. Los ejecutivos del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), en el poder desde la independencia, hacen todo lo posible por obtener plebiscitos en sus regiones de origen a favor del régimen con la esperanza de ser recompensados con cargos y beneficios.

Las elecciones municipales del próximo mes de mayo, desprovistas de todo interés político, son sin embargo preparadas febrilmente por todos los cuadros del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), en el poder en Malabo. Aunque no es probable que estas consultas hagan tambalearse al régimen, representan una oportunidad para que los caciques, así como sus ambiciosos vástagos, brillen a  ojos de la familia presidencial y, en particular, del presidente Teodoro Obiang Nguema, que en junio cumplirá 80 años, de los cuales 43 en el cargo. Los que sepan hacer ganar al PDGE en su región de origen, y a ser posible con grandes puntuaciones, podrán aspirar a las primeras posiciones. Sin embargo, movilizar a la población ya no es tan fácil como cuando fluía el dinero del petróleo: el PIB del país se ha reducido a la mitad desde 2011 y el descenso, iniciado en 2014, continuará en 2022 con una caída del 5,6%, según las previsiones del FMI.

Diversas personalidades están ya al acecho y siguen los preparativos electorales con la esperanza de formar un nuevo gobierno con los barones que puedan tirar del carro en el juego electoral. Es el caso, en particular, del ministro de la Presidencia, Alejandro Evuna, o de Aquilina Mangue Evuna Andeme, que ocupa los puestos de secretaria de Estado encargado de la comunidad ecuatoguineana en el extranjero y de directora general de cooperación militar, ambos con la ambición de llegar a lo más alto,  incluso a la jefatura del gobierno. El embajador en Washington, Miguel Ntutumu Evuna Andeme, y el gobernador del Banco de Desarrollo de los Estados de África Central (BDEAC), Fortunato Ofa Mbo, también participan en esta carrera de responsabilidades. Este último, que se encuentra actualmente en Brazzaville, podría regresar pronto a Malabo, gracias a sus vínculos con la Primera Dama Constancia Mangue Nsue Obiang.

El desafio de Mongomo, bastión presidencial

En el feudo de la familia Obiang en Mongomo (provincia de Wele-Nzas), cerca de la frontera con Camerún, es el hermano de la primera dama, Cándido Nsue Okomo, el que más se implica actualmente en la preparación de las elecciones municipales de mayo. Hay que decir que  tiene mucho de lo que disculparse: contrató al  comisario español retirado, José Manuel Villarejo, para investigar las actividades del hijo menor del presidente y ministro de Petróleo, Gabriel Obiang Lima (AI, 20/09/21). Cándido Nsue Okomo ha sido citado por la justicia española, que está investigando las actividades del ex policía, e intenta hacer olvidar sus fechorías pasando la mayor parte del tiempo en Mongomo y gastando a manos llenas para asegurarse el apoyo de la juventud de la ciudad. Cuenta con el éxito del PDGE en Mongomo para volver al gobierno y obtener la inmunidad diplomática que puede utilizar contra la justicia española. Podría beneficiarse de la indulgencia de la familia presidencial: si al presidente le molesta su activismo en España, también quiere evitar que el asunto Villarejo se convierta en un escándalo como lo fueron, en Francia y Estados Unidos, las diversas investigaciones sobre el patrimonio de su hijo mayor y vicepresidente Teodorín Obiang Nguema, finalmente condenado a tres años de prisión en París en 2020.

El destino de otra familia está en juego en la provincia presidencial. El ex secretario general del PDGE y ex viceprimer ministro, Lucas Nguema Esono Mbang, está haciendo una decidida campaña por el poder. Sus motivaciones, una vez más, son familiares: si su futuro queda atrás, Lucas Nguema Esono Mbang quiere ver a su hijo Lucas Nguema Esono, hasta ahora confinado en puestos subalternos -fue director de gabinete de Gabriel Obiang y secretario de Estado de Trabajo-, ocupando un ministerio de primera línea. Para conseguir el ansiado trofeo, la familia está luchando y tratando de capitalizar los viejos vínculos que unen al patriarca Lucas Nguema Esono Mbang con el presidente ecuatoguineano, así como con su hijo, el vicepresidente Teodorín Obiang Nguema.

La bola de la ambición a orillas del Río Muni

En el distrito de Cogo, en la frontera con Gabón -separado por el Río Muni-, algunos jóvenes entusiastas también quieren demostrar que son capaces de hacer campaña y servir adecuadamente al PDGE. Es el caso de Jacinto Nguema Owono, director de contenido local del Ministerio de Petróleo. Este activo funcionario ha trabajado duro para que las empresas del distrito de Cogo participen en los trabajos de los operadores petroleros de la región, y espera recoger los dividendos de este trabajo en las urnas, consiguiendo éxitos electorales que pretende convertir en una cartera ministerial. Sus ambiciones se ven favorecidas por su parentesco con el Primer Ministro Pascual Obama Asue, que apoya sus esfuerzos. Pero el Rastignac de Cogo tiene que lidiar con una severa enemistad, la del viceministro de Hidrocarburos, Santiago Mba Eneme, que multiplica sus comentarios contra Owono y hace campaña contra él junto con el secretario general del partido presidencial, Jerónimo Osa Osa.

Evinayong, el grial electoral

Uno de los epicentros de los juegos de poder preelectorales es la ciudad de Evinayong, en la provincia de Centro-Sur. Eucario Bakale, un chico del pueblo, es ministro de la Función Pública, un cargo importante en un país donde el Estado lo es todo, pero que sigue siendo menor en comparación con los ministerios más cercanos a las regalías. Ingeniero petrolero formado en Estados Unidos, Eucario Bakale sueña con el ministerio de Hidrocarburos o de Obras Públicas. Sus ambiciones son tan evidentes que han terminado por irritar a la presidencia. Pero si el joven ministro consigue hacerse con el poder en Evinayong, la presidencia podría dejar de verle con cautela y recompensarle con un puesto relevante o incluso con el primer ministro.

La juventud dorada a veces se aventura en la oposición

Menos influyente en Guinea Ecuatorial que en el Congo o en el vecino Gabón, la oposición ecuatoguineana sigue siendo, en gran medida, espectadora de las ambiciones de los barones del poder. Sólo la abogada defensora de los derechos LGBT, Gemma Jones Ndjoli, tiene previsto presentarse en Malabo. Proviene de una familia rica e influyente y es hermana de Alfredo Jones, uno de los empresarios más exitosos del país con su empresa de servicios petroleros Aduco. Sus posibilidades, en caso de que decida participar en las elecciones, son muy limitadas, ya que la capital es muy importante para el PDGE y el presidente.

Fuente: Africa Intelligence

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