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La felicidad y el guineano están reñidos,son incompatibles

El Estado que no educa, ahora también prohíbe celebrar

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El juicio contra Baltasar Ebang Engonga, conocido como “Bello”, se abrió oficialmente este 30 de junio en Malabo. Según informa Jeune Afrique, el exdirector general de la Agencia Nacional de Investigación Financiera (ANIF), encarcelado desde septiembre de 2024 en la prisión de Black Beach, se enfrenta a una petición fiscal de 18 años de prisión por delitos de malversación de fondos públicos, abuso de poder y enriquecimiento ilícito.
La acusación parte de una denuncia presentada por el propio Estado guineoecuatoriano en marzo de este año, tras detectar movimientos sospechosos de fondos. La investigación apunta a que Bello habría desviado dinero público a cuentas privadas ubicadas en las Islas Caimán. La fiscalía ha propuesto dividir la pena de la siguiente forma: ocho años por malversación, seis por abuso de poder y cuatro por enriquecimiento ilícito.
Pero más allá del expediente económico, el caso Bello está marcado por un componente político que, según Jeune Afrique, explica la dureza del proceso. Meses después de su detención, en noviembre de 2024, cientos de vídeos íntimos en los que el acusado aparece con mujeres, algunas esposas o familiares de altos cargos del régimen, fueron filtrados y difundidos masivamente por redes sociales. La publicación señala que la fuga de este material habría sido orquestada por el vicepresidente de su Padre, Teodorin.
Según el semanario, los ordenadores personales de Bello fueron incautados durante su arresto, y la divulgación de los vídeos habría sido utilizada como herramienta política para desacreditar no solo al acusado, sino también a su padre, Baltasar Engonga Edjo, presidente de la Comisión de la CEMAC y considerado en su momento un posible rival en la carrera sucesoria.
Las mismas fuentes citadas por Jeune Afrique aseguran que Bello ha sido objeto de malos tratos en prisión, incluyendo visitas repetidas de individuos enviados por altos mandos del aparato de seguridad. Uno de los nombres mencionados es el del general Jesús Edu Moto, jefe de la seguridad presidencial, cuya esposa está entre las mujeres que aparecen en los vídeos. También se apunta directamente al propio Teodorín como posible autor intelectual de estas represalias.
A día de hoy, el calendario completo del juicio no ha sido anunciado, pero la instrucción ya ha dejado claro que, más que un proceso judicial ordinario, se trata de una batalla interna entre facciones del régimen, donde la justicia es solo el escenario de una venganza cuidadosamente ejecutada.