Una imagen impactante desde Malabo evidencia la brutalidad que sufren los presos políticos en Guinea Ecuatorial. Un detenido de la formación Ciudadanos por la Innovación (CI),reconocido como Pedro Nkulu Nkulu, aparece encadenado a una cama del hospital de Malabo, con visibles signos de tortura, incluyendo la mutilación de sus dedos. Este caso refleja el trato inhumano y degradante al que son sometidos quienes se atreven a cuestionar al régimen.

Por otro lado, el paradero del líder de CI, Gabriel Nsé Obiang Obono, sigue siendo desconocido. Desde su detención el 22 de Septiembre de 2022, las autoridades han guardado absoluto silencio sobre su estado, alimentando temores de que también pueda estar siendo víctima de torturas o incluso algo peor.
CI ha sido objeto de una represión sistemática. Partido legalizado e ilegalizado por las leyes de Teodoro Obiang, desmantelado sus sedes, perseguido a sus miembros y lanzado acusaciones de conspiración contra ellos. Este hostigamiento brutal tiene como objetivo silenciar por completo las pocas voces opositoras dejando a Guinea Ecuatorial sin espacios para el debate político ni la participación ciudadana.
Las torturas y los tratos crueles a los detenidos políticos en Guinea Ecuatorial han sido denunciados en múltiples ocasiones por organismos internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, pero el régimen sigue actuando con total impunidad. Estas prácticas no solo violan los tratados internacionales de derechos humanos, sino que también contravienen las propias leyes del régimen que, de cara a la galería prohíben expresamente la tortura.
Que un preso político, debilitado por las torturas, sea encadenado en un hospital es una afrenta a la dignidad humana y una prueba más de la urgencia de un cambio. La represión y el abuso de poder no son el camino trazado por los padres de la Independencia de Guinea Ecuatorial; el país va a la deriva total, marcado por el sufrimiento y la injusticia.