Los guineanos somos la leche

Por José Eugenio Nsue.

Cada vez alucino con la forma de ser del guineoecuatoriano y cada vez me reafirmo en mi tesis de que generalmente nosotros mismos somos los artífices de nuestro mal dormir. Nuestras conductas, nuestra forma de obrar y de comportarse no difiere mucho, yo diría que en casi nada entre los pueblerinos y los ciudadanos, entre los analfabetos y los alfabetizados, entre los incultos y los cultos, entre los obreros y los profesionales, entre los que llevan todas sus vidas en el país y los que viven fuera de él, los nacidos allá y los nacidos acá.

Pasamos toda la vida y todo el tiempo quejándonos, lamentándonos de nuestras desgracias, de cómo nos están maltratando, cómo están asesinando a nuestros familiares, amigos, nuestros seres queridos, nos están reduciendo a niveles de la inhumanidad donde nos han despojado de cualquier atisbo de dignidad la familia real de Akoakam y sus lacayos. Lloramos mañana y tarde por la falta de medios de subsistencia, porque no podemos criar a nuestros vástagos, ni llevarles a estudiar en condiciones, curarlos cuando caigan enfermos ni curarnos a nosotros mismos. Sabemos los que nos han llevado a esta situación pero, a pesar de ello, no hacemos nada para que esta situación pueda cambiar, vivimos como si no pasara nada.

Un año más he vuelto a ver el mismo escenario que llevo observando y viviendo desde que tengo uso de razón hace más de 40 años. Siempre que se avecina una de las ‘fiestas’ que nos tienen acostumbrados los miembros de la real familia para burlarse y humillar a la población ya sea el 12 de octubre, fiesta de la independencia del país; el 3 de agosto, fiesta nacional del golpe de Estado del sobrino al tío; el 5 de junio, fiesta nacional de natalicio del monarca; el 20 de agosto, fiesta nacional de natalicio de la reina de Angong o el 25 de junio, fiesta nacional de natalicio del príncipe – heredero, se movilizan muchísimos guineanos y van organizando festejos tanto dentro del país como en el extranjero; los que están en el país van merodeando las sedes del PDGE (Partido Democrático de Guinea Ecuatorial) con la esperanza de que se les repartan el maná caído del cielo en forma de chícharos, algunos kilillos de carne de muy dudosa procedencia y estado, algunas botellas o latas de alcohol; en los poblados, se repite la misma imagen; ancianos, enfermos, mujeres y niños formados en en fila recibiendo víveres esparcidos por el suelo literalmente que el gran movimiento de masas del régimen les va ofreciendo. Fuera de Guinea se ven las mismas escenas de cómo agrupaciones de guineanos y guineanas merodean y llaman a las embajadas y consulados para que les puedan dar unas propinas de 300, 500 o 1000 euros con las que organizar las fiestas y se movilizan familias enteras para ir a «comer el dinero de Guinea», van diciendo.

En estas celebraciones donde no puede faltar alcohol a tutiplén y comida, lo que nunca suele haber son charlas, conferencias para que los guineoecuatorianos por lo menos conozcan su historia, quiénes fueron los Padres de la Independencia, quiénes lucharon para conseguirla, qué pretendían; ¿cuál es la letra del himno nacional? ¿Cuál es y qué significa nuestro escudo nacional y su lema? ¿Quiénes fueron Saturnino Ibongo, Adolfo Obiang Bikó, Alfonso Oyono Alogo, Balboa Diugan o Edmundo Bossio Dioko, etc? Da muchísima pena oír a guineanos de menos de 50 años farfullar el himno nacional. A ojo de buen cubero, más del 80 % de los guineanos no conocen la historia de su país, muchos piensan y están convencidos de que el rey Obiang Nguema I es el que trajo la independencia al país. A nadie le interesa esa parte y esta realidad del país; lo único que les interesa es que se les paguen la bebida, les compren la comida y que les pongan la música para bailar, beber y comer a costa de Guinea Ecuatorial y así, olvidar por unas horas la cruda realidad que viven, todos sus sufrimientos que en las vísperas venían quejándose y que una vez terminados los efectos de la borrachera y vaciados los estómagos de lo engullido, vuelven a la tozuda realidad y empezarán otra vez a quejarse, a lamentar y a ‘llorar’ por sus seres queridos, los asesinados, encarcelados, torturados, violados o apartados de sus puestos de trabajo por discriminación, regionalismo o etnicismo. Estos sainetes de los teatreros guineanos se repiten año tras año allá donde se encuentran una colonia de guineanos.

Me parece una actitud pueril, cobarde, mezquina y ruin; por un lado nos quejamos de que un grupúsculo oligárquico de una familia y allegados está robando y despilfarrando el dinero de todo un país pero, también estamos dispuestos a gastar el dinero público, del país, en bebidas y comidas con la excusa de que también somos guineanos; o sea, no es malo gastarse los dineros de todos los guineanos cuando nos dan a nosotros la bebida y la comida pero sí es malo si lo hacen los demás; criticamos a los demás cuando ocupan cargos y puestos en la administración y gobierno y se enriquezcan chupando del bote pero, en cuanto seamos nosotros los que vayamos a ocupar dichos puestos, nos comportamos peores que los otros. Los guineanos no nos preocupa saber qué podemos hacer por nuestro país pero estamos dispuestos a llevar la mayor parte de la tarta que se ha convertido Guinea.

Nosotros rozamos el absurdo y no sé hacia dónde vamos a llegar con esta nuestra forma de ser. La mentalidad de que los bienes del Estado, la riqueza nacional, son una fuente de donde hacerse acopio sin orden ni concierto para el enriquecimiento personal y no aportar nada por y para el desarrollo y progreso del país está tan generalizada que asusta. Ya la gente ya no tiene ni pudor, ni vergüenza ni mucho menos reparo a la hora de robar, de coger donde no se debe, de meter la mano en la caja común y hacer ostentación de lo sustraído mientras que la población los jalea, los aplaude, les pone alfombras y los tiene como modelos y referentes. Una conocida nos contaba sin pudor ni reparo, cómo se llevaba sacos de dinero a casa diariamente en la Tesorería y Hacienda todos los que trabajaban en su sección y con ese dinero robado hacían «djangue o alasong» millonarios, y cómo el día que no llevaban a casa más de 100000 francos cefas, tenían caras largas y con un humor de perros; y así en todas las administraciones y estamentos.

No se entiende cómo no se han dado cuenta los miembros del Sindicato del Crimen Organizado que hasta organizando unas elecciones limpias, libres y democráticas su candidato, el príncipe – heredero, las ganarían igualmente de calle con su habitual 99 % porque, viendo cómo nos comportamos, qué decimos y cómo actuamos dentro y fuera del país, no me cabe ninguna duda de que encontraríamos a los paisanos que lleven a cabo lo que como bromas cantaban y cantan todavía en los barrios y ciudades de Malabo y Bata, en las fincas y huertos, en las fuentes donde recogen el agua y en los poblados de todo el país así como en los bares y pisos de guineanos en Zaragoza, Valencia, Madrid, Barcelona, Gran Canaria; o en Londres, París o Nueva York…: «A TOGHO MA ANING ABÉ, ÁBENE MAÚ ZEIÑ: ANTORCHA ÉDE MAVOT OOH, AH NNAM; Á BENE MAÚ ACUAN, BOÁN BA MENE MAÚ: PDGE EÑE MAVOT OOH, AH NNAM…» (puedo malvivir, aunque me muero de hambre: solo voto la ANTORCHA; a pesar de que las enfermedades están acabando conmigo, aunque se me están muriendo los niños: solo voto el PDGE, para que toda la población se entere…).

Así somos los guineanos, así obramos y así actuamos; con esos mimbres, ¿se puede construir una cesta?: lo dudo mucho.

Así lo pienso y así lo digo; ¿ qué os parece?

Comparte tu aprecio

Actualizaciones del boletín

Introduce tu dirección de correo electrónico para suscribirte a nuestro boletín

3 comentarios

  1. Muy bonito, Don Èwúgeniyo, muy bonito. ¡Bravo!, bravo. Ya veo que usted es un Ñamboro que entiende cuando le detectan que tiene fallos en sus reflexiones. Se ha dejado de “fé y moralidades”, al menos en esta nueva entrega que yo que soy su fan estaba esperando. Pues me preocupaba que después de leer “UN ESCLAVO LLAMADO…” usted optara por no deleitarnos más con su “fina inteligencia”. Pero ya veo que seguirá aquí reflexionando. Muy bien.

    Pero, desgraciadamente usted sigue haciendo algo que le delata como “un mentiroso más de la oposición”. Y como ya dije en su momento, no todos los ecuatoguineanos que leemos las reflexiones de los oponentes al dictador de mierda nos chupamos los dedos. Vamos, que no compramos cualquier cosa. Por más adornada en bonitas palabras estén. Fue el economista de su generación, Fernando Edjang Abaga quien nos “enseñó” que no se debe firmar por firmar. Y siendo sinceros, ustedes vende humo. Incluso con esta nueva reflexión, donde parece haber aparcado su cristianismo infumable, para abrazarse a una lógica algo más sensata. Pero no pasa de: usted escribe pensando en los “pobres mentales de la oposición” (que también haberlos haylas. Y en abundancia. Lea por ejemplo a Petit dedicando sus comentarios a los hijos de Chiki Nene. Y cuénteme).

    ¿Por qué encuentro mucho humo en esta reflexión suya de hoy?. Sencillo. Usted en la reflexión que hizo respecto a “SOMOS FAMILIA OOOH…”, habla de Moussambani. Pero también cierra con Cesar Brandon. Ahora bien, use un poco más la cabeza como le exijo y hágase usted esta reflexi0n:

    Si habla de esa forma de los ecuatoguineanos, supongo que se incluye usted, ¿verdad?, si habla de nosotros todos, todas en términos de tan “intelectual valiente activo” que se cree usted mismo, y señala que no sabemos ni la historia de nuestro país, ya que nadie la enseña durante las celebraciones como el 12 de Octubre, dígame, ¿cree entonces sinceramente que el humo que vende, usted, por ejemplo, atrajo en su día a jóvenes como César Brandon, hacia gente de su calaña “supuestos intelectuales moralista de la oposición a OBIANG”, para que sepan que si el régimen les priva de esa historia, al menos ustedes sí organizan esas charlas y esos encuentros, lejos del ha,bre de chicharros, etc, con la intención de ayudarles y dotarles de esa rica historia?.

    Me temo que ustedes, bebedores de wisky madrileños y come patatas, tampoco han estado a la altura. Pues para convencer a un joven talentoso, como lo rec0noce usted, como César Brandon, se necesita estar a la altura de Risto Mejide (que seguro tiene la misma edad que usted. Y no vive en Akoakam). Por lo tanto, si ni a Cesar lograron convencer, pero usted le reconoce el talento porque salió en la tele (usted seguro que ni un libro suyo leyó), ent0nces el resultado es que usted, s0bre todo usted, anduvo perdiendo el tiempo cantando misa que esos españoles que participaron en la nefasta historia nacional y el consiguiente “barrido” de nuestros causes culturales e históricos. En lugar de aprovechar que muchos j0venes nacionales escaparon de Guinea Ecuatorial, para buscar alivio en España. En esa España donde usted escribe reflexiones “minimizando” a una población que está más que demostrado, usted, créame, NO TIENE NI PUTA IDEA de lo que es.

    En definitiva, bien por haberse dejado de Jesucristos y demás tonterías romanas. Pero, el humo que vende basado en palabrería barata y bonita, también debe ser fulminado.

    Entiendo que si se quita eso, sus reflexiones valdrán nada. Así pues, posiblemente usted realmente debería reflexionar mucho en dejar de escribir. Total, ningún “intelectual” que le lee todas esas letras juntadas que hace parece tener tiempo de debatirle o rebatirle para sostener o quitarle.

    Vamos, humo debe llevar usted en el taro a mogollon. Vaya a misa y rece porque España conserve Catalunya.

  2. Buenos,
    un pueblo sin educación es un pueblo muerto.
    llevo bastante tiempo diciendo que las lamentaciones no llevaran a nadie al cielo y que este pueblo debe perder su humanidad si desea verdaderamente la libertad.
    Las tertulias, los audios de watsap, los artículos, las conferencias, las diatribas de los que se llaman políticos en el exilio, me aburren tanto ya ni les escucho porque carecen de fundamentos.
    Os lleváis cuarenta anos cantando el mismo refrán.

    • Dentro de la lógica que apela a la libertad de expresión, Pepin, tu opinión me parece respetable. Y cuando una opinión lleva esa carga de “desánimo” hacia la casta de oponentes del miserable de Obiang, las preguntas se hacen cuasi obligadas. Por ejemplo, tú mismo Pepin, cuando pones “el ecuatoguineano debe perder su humanidad”, ¿exactamente a qué te refieres?. Supongamos que todos y todas somos muy inteligentes y deducimos con ello que lo que quieres decirnos es que seamos inhumanos. Y claro, sin humanidad, deshacer sin humanidad alguna al régimen imperante. Lo que significa que si hay que matar, aniquilar, asesinar, torturar, masacrar… todas ellas cosas completamente aptas para los inhumanos… que no se dude en hacerlo.

      ¿Es eso lo que indicas con tu o humanizarnos?

      Vale, pongamos que algunos y algunas te tomemos en serio, ¿qué planes propones tú para llevar a cabo esa inhumanidad hacia los miembros del régimen?. Porque estrategias debes tener. No vaya a ser que pidas a otros ser inhumanos y tú mismo no tengas la humana capacidad de gestionar toda esa inhumanidad que otros podrían ofrecer. Si tienes una estrategia, y dado que estás harto de los discursitos de los listillos de la oposición, que como Èwugeniyo aquí cantan mucha misa, vendría bien que propongas las estrategias a la gente que creas que es capaz de seguirte a ti. En lugar de estos payasos llamados opositores.

      Yo la verdad te escucharía para al menos saber si tras de tu inhumana propuesta hay un potencial líder que nos librará del régimen criminal. Y supongo, una vez liberados, nos humanizará de nuevo para que con tanta inhumanidad expuesta, no vayamos a alargar el modelo y así hacer exactamente lo que hacen los actuales inhumanos…

      En definitiva, Pepin, haznos un favor y cállate, coño😒

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *