Por José Eugenio Nsue
Canarias está viviendo los últimos años la llegada masiva de pateras más que a principios del 2000, razón por la cual llegué a esta isla de Lanzarote, para trabajar como profesor de español para extranjeros en la ONG, Las Palmas Acoge, dada mi condición de africano de origen, amén de mi formación académica, dominio de otro idioma y algún dialecto y mi compromiso a combatir las injusticias. Durante el 2024, en Canarias llegaron más de 46.000 inmigrantes africanos, el archipiélago alberga actualmente casi 5.000 menores no acompañados; por lo visto y según el Gobierno canario, el Gobierno central, dirigido por Pedro Sánchez en coalición con una amalgama de partidos de izquierdas autocalificados progresistas en una plataforma llamada SUMAR y apoyados a su vez por otros partidos variopintas y de ideas e intereses cuando menos cuestionables, desde los independentistas republicanos (ERC), conservadores igual de separatistas catalanes (Junts per Catalunya), pasando por los herederos de la banda terrorista ETA (EHBILDU, una federación de partidos de ideología nacionalista e independentista vasca de izquierda y la extrema izquierda), los nacionalistas moderados de centro derecha vascos (PNV) y un grupo antisistema, antimonárquico y anticapitalista (PODEMOS) a los que Sánchez llama el ‘bloque progresista’.
Es decir que durante los últimos 7 años, gobiernan en España formaciones políticas de izquierda, y según el imaginario colectivo, en Occidente las ideologías o formaciones políticas progresistas, de izquierdas o el socialismo, son las que tratan bien, velan por lo mejor y trabajan por la integración y por la igualdad de los inmigrantes. 7 años que gobierna el Sanchismo o lo que queda de PSOE, encabezado por el doctor Sánchez cuya puesta en escena como Presidente del Gobierno cuando acababa de triunfar la moción de censura contra Rajoy, fue ordenar acoger a los inmigrantes rechazados por Italia, más de 600, a bordo del barco Aquarius, en junio de 2018; gesto que nos pareció populismo barato, demagogia y sobreactuación, ya que desde hacía décadas, no ha parado de llegar lnmigrantes a las costas españolas, Canarias y Baleares, sin contar las estampidas humanas que agolpan en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla intentando entrar en España, y jamás se les habían organizado una ceremonia de acogida y recibimiento al pie de la playa, todo lo contrario, los inmigrantes suelen ser recibidos por la guardia civil, el salvamento marítimo y la Cruz Roja.
La situación actual de esos inmigrantes que llegan a Canarias, cada vez es más dramática, vergonzosa y hasta inhumana porque la Comunidad Autónoma está desbordada, no tiene recursos suficientes para hacerse cargo de tanta gente y no tiene apoyo del Gobierno central. Antes, durante el mandato de Ángel Víctor Torres, socialista, ahora Ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, se veía a cientos de africanos (magrebíes y subsaharianos), hacinados en las carpas y tiendas de campaña en el puerto de Arguineguín, al sur de Gran Canaria, otros deambulando por Las Canteras, Vegueta o en Municipios del sur: Puerto Rico, Maspaloma, Vecindario… abandonados a su suerte sin plan, ni proyecto. Ahora con los nacionalistas de Coalición Canaria y populares del PP en el Gobierno autonómico, vemos exactamente lo mismo; el puerto de Arrecife – Lanzarote, Los Mármoles, se ha convertido en un campo de concentración para los inmigrantes donde duermen en la carpas porque todos los centros de internamiento y de acogida, así como los centros de los MENAS (Menores Extranjeros No Acompañados) de todas las islas, están desbordados; la Comunidad Autónoma de Canarias está abandonada, no parece que forma parte de la Unión Europea, frontera Sur de Europa; el Gobierno de España es incapaz de involucrarse y buscar solución a ese drama humano. En los 7 años que llevan gobernando los socialistos y todas las izquierdas de este país, no han sido capaces, ni querido sacar una Ley de Extranjería que permita a los inmigrantes regularizar su situación administrativa para poder ganarse la vida con su trabajo motivo por el cual arriesgan sus vidas para llegar a «El Dorado», no se ven por ningún lado políticas de integración para que ellos no se vean como un problema, un estorbo, inadaptados, marginados; no hablemos de políticas sociales. Si el tema de las viviendas dignas está siendo un verdadero problema para los nacionales, se puede imaginar cuánto más para los inmigrantes. Todo lo que tiene que ver con los inmigrantes en este país, se queda en palabras biensonantes, grandilocuentes, meras y buenas intenciones, pero insustanciales (algunos dicen que no les importa que vengan, pero que no se queden en sus barrios); los progres contemplan a los inmigrantes sólo como mano de obra en aquellos sectores o actividades que los españoles no quieren hacer, eso sí sin permiso de trabajo y por consiguiente, sin que se les reconozcan sus derechos; para otros, la inmigración es vista y considerada como una plaga invasora, foco de todo tipo de problemas, desastres y delitos desde las violaciones, delincuencia y violencia (la extrema derecha); para ellos, el país estaría seguro, limpio y ordenado si no hubiera la invasión de inmigrantes, sobre todo la africana.
Llegado a esta situación, nos preguntamos: si la situación de los inmigrantes está como está con los progresistas en el poder; si los socialistos y el sanchismo son incapaces de acoger y repartir los menores no acompañados entre todas las Comunidades Autónomas o aprobar una Ley de Extranjería donde se les reconozca a los inmigrantes unos derechos básicos y la posibilidad de poder trabajar según su preparación académica y profesional al igual que el resto de las personas, también exigirles unos deberes y respeto a la idiosincrasia (tradiciones y costumbres); ¿de qué van a presumir? ¿Qué están haciendo las izquierdas en el poder diferente a la derecha con los inmigrantes?
El racismo y la inmigración son dos temas donde se ve la demagogia burda y una manipulación obscena de los que se presentan y se presumen ser los adalides pro libertades, derechos humanos, la tolerancia y combatientes contra la discriminación y la intolerancia, llevan en sus listas a personas negras por pura cuestión estética policromada, lavar las conciencias y hacer propaganda barata cuando realmente no les sirve para nada más que para aplaudir, colorear los eventos según la ocasión. Si no, ¿cómo se explica que el actual Partido Sanchista Obrero (lo de Obrero es como si yo tuviera algún rasgo blanco) Español, el antiguo PSOE, no vea, ni tome en serio el drama humano de la llegada masiva de africanos a Canaria de donde procede el único Dioutado negro de la Cámara de los Representantes del pueblo? Tampoco se le ha escuchado al mismo declaraciones, iniciativa, propuesta a nivel del partido para expresar su disconformidad, lamentos por sus congéneres; claro, la disciplina de partido obliga y está por encima de cualquier principio. No cuentan tampoco con las víctimas de esta injusticia histórica para que se expresen y digan cómo integresarse y lo que les hace falta; hablan por ellos.
Me da mucha pena que seamos nosotros mismos, los inmigrantes, quienes nos prestamos ser los peones de ajedrez de los partidos políticos que nos manipulan a su antojo y juegan con nuestra situación cuando nos alineamos y nos posicionamos a favor de partidos políticos que dicen defendernos sin prueba y sin hechos. Todo inmigrante quiere trabajar, viene para ganarse la vida, formarse para realizar sus sueños, ayudar a los suyos y vivir dignamente; nadie en su sano juicio, arriesga su vida para venir a hospedarse en un centro de acogida como un escolapio, centro de entrenamiento o carpa instalada en algún puerto, desayunar, almorzar y cenar; deambular por las calles de la ciudad viendo los escaparates y cómo la gente disfruta, hace su vida para que, meses después, ser puesto a la calle para que se busque la vida como puede sin permiso de trabajo, lugar donde vivir y sin poder comunicarse ni relacionarse con nadie por no saber el idioma convirtiéndole en un inadaptado.
Si eso es querer a los inmigrantes, trabajar por la igualdad y la integración; que venga Dios y lo vea. Se tenía que decir y se ha dicho. Esta izquierda y progresismo de Sánchez y compañía, no sé de qué se presume, yo les digo de lo que carece.
Así lo digo y así lo pienso; ¿qué os parece?
