La CAN como evento deportivo es una fiesta; pero, la de este año en Guinea Ecuatorial empezó mal, va mal y probablemente termine mal.
Empezó mal porque es capricho de un megalómano. No estaba en el presupuesto del estado para este año y el país está en crisis. Una crisis sin precedentes, sólo comparable con los primeros años de la Independencia, cuando España, la metrópoli , dejó vacías las arcas del estado. Según entendidos, han sido 85 millones de euros lo que ha sacado Obiang del erario público para no se sabe qué, ni para qué fin la CAN en Guinea Ecuatorial. Se gastan millones para distraer a la plebe; la misma, la plebe, que se ha quedado sin empleo porque muchas empresas han y siguen abandonado el país por que el gobierno no les paga.
Va mal porque, ha salio a la luz lo que más caracteriza el régimen de Malabo: La Arbitrariedad. Las amenazas del sátrapa se hiero públicas en el discurso pronunciado días atrás. Los directores de las pocas empresas que ahora operan en el país, han sido obligados a que compren 300 entradas de fútbol y repartirlas.
Si a un director de una empresa privada le exigen 300 entradas, ¿qué será de los miembros del gobierno? Que nos los digan ellos mismos, si pueden.
Ahora mismo en Mongomo ciudad, se ha establecido un toque de queda para los extranjeros, que empieza nada más oscurecer ; a partir de las 22.00h, hora local, por cada 100 metros hay una patrulla parando y controlando los vehículos del servicio de taxi urbano. ¿Qué buscan ? «Los melo mechit*, para sacarles dinero«, ha dicho una fuente fidedigna.
Melo Mechit, así es llamado en el sentido despectivo al extranjero, sobre todo el subsahariano.
En la madrugada del día 11 del mes en curso, «el alcalde contrató a un grupo de encapuchados; los cuales encomendó la misión de ir a destruir todas las estanterías hechas con madera en la feria de la ciudad de Mongomo, para el asombro de los dueños de las casetas al día siguiente». ¿Cómo se supone que ha sido el Alcalde? «En esta ciudad, Mongomo, todos los actos vandálicos vienen sujetas por una orden de la superioridad; y solo ellos, los que ostentan el poder pueden hacer esas cosas aquí; La ciudad está casi sitiada, y ¿quién más puede osar hacer una cosa tal? A tres días del pistoletazo de salida del evento, las obras de la remodelación del estadio Santiago Eneme ,siguen sin terminar, pese a la intensidad con que trabajan: día y noche; por tanto a día de hoy, La CAN va mal.
¿Terminará mal?
Lo que mal empieza…
Por cierto, los que vayan a los estadios, «El cuerpoespín Nacional» os saluda