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EL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE GABÓN, EL FANG JOSEPH LAPENSÉE ESSINGONE, NO OCULTA EL ANHELO DE SU PAIS DE ANEXIONAR GUINEA.
Por José Eugenio Nsue
Cuentan los más viejos de lugar que en la década de los 70, los aldeanos de los pueblos limítrofes con Camerún de los distritos de Micomiseng y Ebebiyín, Nsang, Mbedumu, Afangui, Biyabiyan…, tuvieron discusiones con sus vecinos de Camerún, disputaban las parcelas del bosque que compartían donde plantaban (MEFUB) las mujeres; la cosa fue a más y el gobierno camerunés tomó la carta en el asunto y mandó un pelotón de gendarmes en la frontera comandado por un cabo Bulu (etnia) fornido de unos 2 metros y los que le acompañaban no eran menos, el que menos, medía 1,90 metros. Cuando los famélicos y hambrientos soldados del destacamento de Afangui vieron llegar el pelotón camerunés, salieron despavoridos y se adentraron en el bosque abandonando las armas y la población. Al llegar al destacamento y hacerse con el control de las pocas armas que habían dejado los huidizos militares, el cabo BULU gritó: «AAAAHK. AKE ME VA BUINE NÀ BIZIMA BINE A PAÑÀ, NDE BA ANANA ME WEIÑ» (algo así: vaya. Creía que había soldados en Guinea, con que unos cagados, calzonazos).
Esa pudo haber sido y fue la primera incursión oficial camerunesa en el territorio nacional, y si quisieran los gendarmes cameruneses ocupar dicha parte continental, nadie se lo habría impedido, pero solo advirtieron a los aldeanos de aquellos poblados que no volvieran a plantar ni cazar en dichas zonas que se creían suyas si no, se atenían a las consecuencias. Desde entonces, sistemáticamente Camerún y Gabón han estado haciéndose con porciones y extensiones de los territorios que eran de Guinea Ecuatorial sin ninguna resistencia, antes Macías Nguema y ahora los Obiang, la misma familia que manda en el país desde su independencia, han permanecido callados y escondidos, declarando el tema, la situación, secreto de Estado o materia reservada, prohibido hablar con el silencio.
Los que conocen o hayan visitado el noroeste del país, saben perfectamente que el límite o la frontera entre Camerún y Guinea Ecuatorial de Kie Osi estaba más cerca del río Ntem, ahora está dentro de la ciudad de Ebebiyín a pocos metros de la Catedral; los islotes de Mbañe, Cocoteros y Conga que pertenecían a Guinea, están actualmente ocupados por Gabón desde hace más de cinco décadas; esto no es noticia en Guinea, nadie habla de ello, tampoco es una preocupación para el régimen y la familia que lo lidera, los Obiang, que mientras tengan una porción de tierra y/u océano donde explotar el petróleo y demás recursos naturales, la pesca, la madera para seguir enriqueciéndose, no les importa que la nación sea fagocitada.
El que uno de los candidatos a la presidencia de Gabón, Joseph LAPENSÉE ESSINGONE, desvele un secreto a voces y lleve en su programa electoral el anhelo de todo gabonés de anexionar Guinea y convertirla en una Provincia más, es una bendición y una oportunidad para que los guineanos ciegos, miopes o sordomudos, se enteren de una vez lo que les espera mientras sigan en el poder los Obiang Nguema, la suerte que le espera a Guinea Ecuatorial. Resulta que hemos tenido que enterarnos de los planes de nuestros vecinos de hacerse con nuestro territorio que de hecho ya se lo estaban repartiendo Camerún y Gabón por la vía de los hechos consumados en la región continental, no sabemos qué habrá cogido la gigante y todopoderosa Nigeria y lo que está haciendo con las aguas de nuestra jurisdicción con el silencio cómplice y cobarde de esa maligna familia cuyo nombre da náuseas pronunciar; de todo el pueblo, la sociedad, así como la iglesia católica.
Es deprimente, repugnante hasta incomprensible lo que les pasa a los guineanos; su impasibilidad y la falta de compromiso tanto de su supervivencia y dignidad como en asuntos que tienen que ver con la nación y la sociedad a la que pertenecen. Todo les da miedo, no saben, no pueden o no se atreven a preguntar, opinar, reivindicar o exigir; simplemente están, ni siquiera se puede llamar eso vida. Se está hablando que el territorio de nuestros ancestros, donde nacieron nuestros bisabuelos, abuelos, padres, nosotros, los hijos de muchos y los hijos de esos hijos; la nación por la que lucharon los Padres de la independencia y muchos derramaron su sangre y dieron sus vidas, está siendo expoliada, saqueada por unos usurpadores y, no conformes con el expolio, lo están vendiendo a cachos y permitiendo que se la repartan los países vecinos con su silencio e indiferencia sospechosos y cómplices; como si nada.
Me niego a aceptar que no queden en el país algunos capaces como la bocazas de Noelia, la audista del régimen, que presume vivir en el «dorado» (régimen) de su Papá Obiang, su Mamá Coo y de su Hermano Mayor Tontorín, a la vez lamenta y critica igual que los que ella califica con su español – guineo de ‘fugitivos’, ‘delincuentes’ y ‘montadores’ (los que hacen montajes sobre lo que ocurre en el país) los que denunciamos la barbarie y las atrocidades que se cometen en su régimen, también exige que liberen a los que están secuestrados en las clínicas que regentan los Obiang, la familia de la Primera en todo, por no pagar sus facturas, además lamenta que en los hospitales públicos (como si las clínicas La Paz y Guadalupe, construidos con fondos públicos y gestionados privadamente, no lo fueran), no hay absolutamente nada, ni medicamentos, ni profesionales, ni aparatos; sin embargo para ella, los que decimos y denunciamos lo mismo en el exilio, hacemos ridículo y somos una vergüenza porque hay que llevar los pantalones, tener bemoles y estar como ella en el país ya que la política no se hace fuera, y eso que ella no hace política, ni es política: JA, JA, JA. No pueden preguntar como Noelia, a sus «representantes» del pueblo y senadores qué está pasando con el territorio nacional que cada vez está desapareciendo, menguando; los que eran vecinos, amigos y parientes, para verse tienen que pedir el salvoconducto para visitarse.
Si hubiera una oposición seria, capacitada económica, estructural y organizativamente y pudiera echar a esa basura humana, tendría una ardua tarea como humanizar a los guineanos, dotarles de sentido común, orgullo y dignidad, además de recuperar el territorio vendido, regalado. Así de claro.
Así lo pienso y así lo digo; ¿qué os parece?